Like a girl; Ereri

19. La bodega de gimnasia

La bodega de gimnasia 

[Levi. A]

Eren permanecía con la mandíbula bien apretada y muy tieso en su lugar, él sabía perfectamente que ahora teníamos la atención de toda la cafetería puesta en nosotros. Annie me miraba con su usual expresión de odio que parecía nunca quitar de su cara, Armin nos miraba con preocupación y Mikasa sólo paseaba su curiosa mirada de mí hacia Eren.

Los cuchicheos no tardaron en hacerse presentes, probablemente la mayoría de los estudiantes en esa cafetería conocían la historia de Rivaille y ahora hablaban de Eren y de mí, los rumores de pasillo decían que el capitán del equipo de fútbol era gay, los rumores que se estaban creando ahora en la cafetería eran aún peor.

Annie se levantó demasiado enfadada de su asiento, causando un gran estruendo y haciendo que poco a poco fueran guardando silencio todos aquellos que murmuraban cosas como si Eren y yo no estuviéramos presentes.

—¡¿Quieren callarse?!— Gruñó con voz fuerte y amenazadora la rubia.— ¡Intento decirle algunas vulgaridades a mi novio y su escándalo no me deja!

De inmediato todos fingieron que hablaban de cosas mejores que el capitán del equipo y su supuesto "romance" con un chico de segundo semestre. Eren había quitado su expresión de enojo aunque no hacía falta conocerlo demasiado para saber que seguramente seguía molesto por lo que había dicho antes de que concurrencia entera empezara a prestarnos atención. Annie volvió a sentarse en su lugar pero por un largo rato no apartó la mirada del castaño, hasta que creyó que él se encontraba bien.

—Jaeger, escucha— Esta vez fui cuidadoso de ser discreto y no llamar la atención.— No fue mi intención hacer la investigación con ella, sólo ocurrió.

Lo vi fruncir los labios y hacer una mueca de total disgusto, era obvio que se estaba conteniendo para no volver a gritarme y que todo el mundo terminara por hacer un circulo a nuestro alrededor gritando "¡pelea, pelea!", Hanji seguía devorando la pera que Eren involuntariamente le había cedido, demasiado concentrada en la tensión de nuestra disputa y en cómo terminaría todo esto. Estaba seguro de que ella esperaba presenciar una pelea a puños y patadas, para comprobar quién de los dos era más fuerte.

—¿Tú también, Ackerman?— Volvió a fruncir su ceño, sus labios seguían sin poder disimular el enojo que lo embargaba.— Es que no quiero que más gente se meta, no quiero que me involucren con ella.

—No lo haré, no tengo intenciones de involucrarte con ella— Respondí casi de inmediato, ambos susurrábamos las cosas, el único ruido que provenía de nuestra mesa era el de Hanji mordiendo y masticando.— Se lo deje muy en claro.

Pareció quedarse más tranquilo con eso, pero aún seguía mirándome con recelo y parte de mí sabía exactamente por qué. Mikasa era muy bonita, era capitana de la escuadra de animadoras, estaba en cuadro de honor con mención honorifica y además de todo, nada de eso parecía importarle, era amable con cuanta persona se acercara a hablarle y no se pavoneaba por los pasillos presumiendo su perfección. Y Eren, siendo el idiota más grande de la historia, pensaba que probablemente yo terminaría fijándome en ella, gran, gran error.

—Y... si lo que te preocupa es que termine gustando de ella, eso no sucedería ni en un millón de años, relájate Jaeger— Me desparramé en la silla y crucé los brazos con fastidio.— No pienso robarte a tu chica.

Eren volvió a arrugar la frente con desagrado, abrió la boca listo para replicar pero Hanji lo interrumpió antes de que siquiera pudiera comenzar a berrear y rezongar.

—¡Yo soy testigo de que Levinano no se fijaría en esa desabrida!— Acomodó bien sus lentes sobre el puente de su nariz y miró con seriedad a Eren.— Digamos que Levicín tiene gustos particulares.