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Veo al tatuado bajarse del auto y con rapidez agarro los papeles y salgo corriendo de casa, el cabello se me alborota y las lágrimas me abandonan a cada paso más cerca de Kaden.

Sus brazos me atrapan cuando me acurruco contra su pétreo cuerpo y me envuelve de una manera sobreprotectora. Y, era más que sabido, lloro con más fuerza y me dejo ser débil ante él mientras me acuna con paciencia.

Escucho el latir de su corazón e intento acompasar mi respiración a los decididos martilleos que hace y consigo encontrar la calma para no desbordarme de emociones.

-Subí - farfulla con dejadez y nos metemos en el auto ambos en cada lugar correspondiente. Hace rugir el motor y nos adentramos en el tráfico de la ciudad...

No sé cuánto tiempo nos habrá llevado llegar hasta este lugar. Es bien en lo alto y podemos ver gran parte de los edificios que se extienden ante nosotros. Me indica con un gesto de cabeza que nos bajemos y nos apoyamos en el capó. Siento como un nudo se instala en mi garganta y los ojos vuelven a cristalizarse en un segundo.

-Bueno... ¿Qué pasó nena? - inquiere encendiendo un cigarrillo y aspirando todo su humo para después lanzarlo por la nariz. Me encanta cuando hace eso...

-¿Por qué te separaste de Kiara?

-Porque decía que yo ya era una mala influencia para el bebé - responde con la mirada perdida en algún punto remoto - desde que fumo, bebo y me encanta salir de joda hasta mi trabajo que es solamente cantar y después poder andar de vago...

Acá hay algo que obviamente no cierra del todo. ¿Por qué después de saber cómo ya es él, le dice semejante estupidez? O sea, se hubiera buscado una excusa mejor... Y más cuando ella era o es de la misma forma que el tatuado exceptuando lo del canto porque fue secretaria de mi esposo y como dejó de trabajar por el nacimiento, lo mismo Sam le siguió pagando por algo que no hacía durante varios meses...

Okey. Creo que acabo de descubrir otra cosa que pasé demasiado por alto.

-¿Y te deja que lo veas cada tanto? - pregunto con timidez. Sí, esto no es de mi incumbencia pero creo que no está demás saberlo.

-Sí. Algunas veces... Soy el padre, ¿no? Y siempre ando con ganas de verlo pero las cosas son así.

-¿Y te cabe la idea de que es esa la única razón de su separación?

-No - sentencia reacio y sus ámbares apaciguados escrutan mi rostro. Le paso las hojas que traje de casa, ahí donde está todo lo que en un segundo, va a hacer que las cosas estallen por sí solas. Lo tomo por el hombro y lo detengo antes de que pueda leer algo.

-Leelo y no quieras hacer ninguna locura - murmuro bajando la cabeza y el silencio comienza a aturdir entre los dos.

-¡Me jodés! - grita con dolor y enojo que cala profundo en mí - ¡me jodés! ¿¡De dónde sacaste esto!?

-Se le cayó a Sam del portafolio hace un rato - susurro prácticamente inaudible. Kaden reacciona de manera inesperada... Comienza a patear las ruedas del auto sin ningún control, sin embargo, no trato de parar su actuar.

Hay que descargar de alguna forma, supongo. A menos, que nos agarremos a las piñas por ser ambos parte de la situación pero no es algo factible. Okey, estoy intentando sacarle hierro a este momento y es lo que menos debería hacer.

Vuelvo a agarrar los papeles que descansan a mi lado en el capó y releo la letra resaltada en negrita:

Interpongo demanda de filiación judicial de paternidad extramatrimonial a través de la prueba de ADN al señor Samuel Price.

¿Por qué las cosas se están dando así ahora...? ¿Por qué tanto dolor causa esto? Y encima no puedo reclamar nada porque estoy casi en la misma posición que mi esposo.

Sino fuera por el casi...

Tortuoso engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora