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-¿Qué vamos a hacer ahora?

-Yo qué sé... - sentencio dejando con fuerzas el vaso que contiene gancia sobre la mesa haciendo que salpique para los costados - ¿duele mucho el piercing en la lengua?

-No - la cara de confusión de Max se agrava y levanta las cejas - ¿querés uno?

¿Se puede tapar el dolor emocional con el dolor físico? Creo que sí... Al menos, mi mente se mantendría ocupada en ese punto exacto y preocupándome por eso, que por mis sentimientos. Porque ya ni sé cómo sentirme respecto a todo...

Necesito despejarme de alguna manera... Y me parece que por ahora esta sería la más rápida y capaz que efectiva.

-Puede ser... - contesto ya perdida en mi mundo de pensamientos. Max me contempla con rareza y se me acerca un poco.

-Vamos a mi local y te lo hago - sonríe con suficiencia - pero si vos te pagas un helado después.

Una rápida sonrisa divertida se dibuja en mis labios y me toma de la mano para dirigirnos hacia su moto.

Cuando llegamos al lugar, me quedo sentada en el sillón que está frente a un espejo y lo observo como prepara y limpia las cosas para la perforación.

-Sacá la lengua - dice con la mayor tranquilidad del mundo y, con confianza, hago caso. Me toma la extremidad con una servilleta y la estira con fuerza, veo como con la otra mano enfila el catéter por debajo y lo clava por el blando tejido. Siento como la gruesa aguja desgarra todo a su paso pero sin dolor, quedo unos segundos así hasta que Max pasa la barra metálica y le inserta la bolita a rosca.

-Listo preciosa - exclama con una sonrisa de satisfacción u retira el barbijo de su rostro - abstenete a hablar ahora porque la lengua se va a hinchar y si no podes, a comer cosas frías.

Asiento con lentitud y saco la lengua para mirármela en el espejo. Nada mal a decir verdad, solo me queda cuidarlo para que cicatrice bien y listo.

Salimos del lugar y nos vamos directo a la heladería, como habíamos quedado en un principio. Nos sentamos a tomar el cremoso helado en una plaza y siento sus ojos persistentes en mí.

Por unos minutos olvido mis problemas, los veo tan lejos que casi ni están y me gusta que sea así. Pero la realidad es otra y tengo que afrontarla a como de lugar porque la única que se va a hundir en esto soy yo, más allá de si está o no Kaden para acompañarme.

-Hay algo que me tenes que contar, ¿no? - murmura mirando hacia las personas que pasan caminando cerca nuestro - entonces te hiciste ese piercing en el momento exacto para no abrir la boca por un rato...

Ambos soltamos una carcajada estruendosa pero su risa se apaga poco a poco y al verlo, su mirada está dirigida a una pareja que se está besando.

-¿Pasa algo? - inquiero con una voz súper gangosa y con una puntada en la lengua. Mierda...

-¿Te acordas de que una vez te dije que me rompieron el corazón?

-Sí - respondo observando a la chica que sonríe y vuelve a besar a su chico mientras lo abraza - ¿es ella?

La chica del dibujo. ¿Cómo no acordarme de eso? Max parece ser un tipo duro sin sentimiento alguno pero creo que solamente es una coraza para protegerse de las cosas que le hacen daño. Yo creo que el dolor nunca se va a poder eliminar por completo de alguien pero sí que cada cicatriz construye el trono de cada uno.

-Sí... - farfulla tan filoso como un cuchillo que hasta a mí me hace tener miedo. Agarro su mano y siento como irradia demasiado calor, me contempla con la mirada inyectada en sangre y sé que si había un atisbo de esperanza a que salga para adelante, eso ya se está borrando con las lágrimas que no deja caer. Lágrimas silenciosas pero muy dolorosas.

-¿Vamos? No quiero verte así...

***

-¿¡Qué!?

-Ya escuchaste... Sam es el padre del hijo de Kiara - sentencio mientras mete una cucharada de helado en mi boca y después, una pitada al cigarrillo que acabo de encender.

-Yo no te lo puedo creer... ¿Y no le dijiste nada?

-No todavía - alzo los hombros en un gesto despreocupado y sé por como me contempla que mi semblante se tornó oscuro. Y no creo que esté mal esto... Hemos, ambos, descubierto verdades que dañan y de alguna forma u otra vamos a tener que enfrentarnos para lo que sea que tenga que venir... Una separación o una buena reconciliación. Y que creo que lo mejor es que cada uno vaya por su lado ya aunque en el fondo quiero a su persona, por lo que era conmigo y lo que fue cuando nadie más estuvo para sostenerme. Pero este Sam... No es el que yo amo y yo no soy la Madison que él ama. Es así de simple y fácil.

No estuve en todo el rato pendiente del celular pero cuando lo miro tengo varios Whatapps sin abrir.

Kaden: nena...
Nos veamo nos besemos 😚
Te quiero un rato conmigo. Te paso a buscar?
M: sí bb :3 pasa por lo de Max a buscarme.

Mi único escape de la realidad es él. Así sea unos minutos que no veamos siempre logra que la pesadez de la constante vida se esfume por un rato dejándome alivio en su lugar y es algo que me encanta...

N.A.: hola mis amores 💜 ya empecé la historia de Fabrizio, está publicada la primera parte en acá ya, así que agréguenla en sus biblios 💙 vamos a ver qué sale de ahí, tengo muchas ideas en mente 😀
Good vibes my loves.

Tortuoso engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora