Esa noche al regresar a casa, una mezcla de emociones recorrían todo mi cuerpo. La felicidad que tenía era inexplicable y ni siquiera sabía muy bien porqué.
—¿Cómo conseguiste que te lo dijera?— preguntó Gerard luego de que le comentara toda la situación que había vivido hoy en la secundaria junto a Olivia.
— No me lo dijo, yo lo presentí. Percibí dos vidas frente mio, la de ella y un ser más — lo miré maravillada, como si de un milagro se tratase.
— Creo que lo mejor sería que no te involucres con ella.
— Está muy sola papá. No tiene a nadie, ni siquiera su familia se preocupa por ella. Y si lo pienso bien, tú me incentivaste a que me acercara ahora no me digas que me eche atrás y la abandone como todos.
—A lo que me refiero, es no involucrarte con el niño— dijo con una expresión muy seria. Quedé en silencio por varios segundos sin comprender del todo su repentina respuesta.
—¿Qué tiene que ver el niño? Por dios papá, ni siquiera ha nacido aún y ya me pides que no me involucre. Ni que fuese a convertirme en su padre sustituto, solo ayudaré a Olivia en lo que necesite — murmuré un tanto ilusionada.
—Acaso no lo entiendes ¿verdad hija? — me quedó mirando sorprendido — Su sangre Juliet, su sangre es pura y vital. Será un recién nacido y la tentación será mayor de lo normal. Te estarías arriesgando demasiado, y ¿sabes que sería lo peor de esto? Que si lo convirtieras en vampiro sería un bebé para toda la eternidad, indefenso y al mismo tiempo peligroso para cualquier humano.
Sinceramente no lo había pensado. Gerard tenía razón, no podía arriesgarme a cometer una tragedia así. No solo condenaría a un bebé que ni siquiera tiene consciencia, sino que a su vez estaría quitándole a Olivia su hijo. No podría cuidarlo, pero no quería privarme tampoco de hacerlo. Yo no soy un monstruo, no soy una asesina, no deseo matar y menos a una criatura.
—Aún faltan varios meses para su nacimiento — agregué sin pestañear — sólo intentaré acompañar a Olivia durante el embarazo, no pretendo oficial de madre/padre sustituto, tampoco podría. Tarde o temprano tendría que alejarme del pequeño, él comenzará a crecer, a pensar, a darse cuenta...Y Olivia también. Pero yo no. Yo seguiré igual. De todas formas tendré que alejarme de ellos Papá.
— Está bien — suspiró —sólo ten cuidado. Las vidas humanas son muy atractivas para nosotros, y Olivia es especial, ella posee dos. No te olvides de eso Juliet.
Toda esa semana de escuela permanecí junto a Olivia. Me era inevitable no recordar los consejos que me había dado Gerard pero increíblemente sentía la necesidad de estar a su lado y compartir todo su embarazo, tal así como si fuera mío. Lo deseaba.
Todos los alumnos de la secundaria Rocksen nos miraban sorprendidos y cuchicheaban a nuestras espaldas. Olivia que siempre iba con la frente en alto y la nariz parada, esta vez agachaba la cabeza y se escondía tras de mi.
—No tienes nada de que avergonzarte. Lo que estas viviendo es lo mejor que a una mujer podría pasarle, créeme. Te envidio mucho — dije sonriendo mientras intentaba darle un poco de seguridad.
— Pero no a los 18 años — murmuró un poco malhumorada —Créeme que no es algo que lo haya deseado.
— Relájate Olivia. No estas sola, ¿que sería lo peor que podría pasar? No tendrás un extraterrestre, es un niño, un bebé — comencé a emocionarme de a poco.
—Alguien que conozco está mas emocionada que yo, ¿no quieres cargarlo tú? Te quedaría lindo el disfraz de mamá canguro — bromeó. Sonreí en silencio, la verdad es que sí, si lo quería.
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Reivindicación de Sangre
VampireTodo vuelve aunque no de la manera que pensábamos y así como del amor al odio hay un solo paso, del amor a la muerte solo existe un abrir y cerrar de ojos. ADVERTENCIA: Esta novela contiene escenas de violencia, sangre, menciones a desnudos, actos s...