Capítulo N° 20 - La Verdad

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A partir de aquel día, Dimitri comenzó a tratarme muy indiferente y era una actitud que persistía aún con el paso de los meses. No digo que nos lleváramos mal, pero podía percibir que algo dentro suyo no andaba bien y definitivamente era por mi culpa.

Probablemente no era la mejor madre del mundo, pero intentaba darle lo mejor que podía y que estaba a mi alcance. Cada día al regresar de clases, nos la pasábamos viendo películas y leyendo historias. Por casualidades de la vida, le fascinaba el género terror. Todo lo que tenga que ver con hombres lobo, vampiros, brujas, zombies y monstruos lo dejaban sumamente hipnotizado. Seguramente este tipo de cosas no eran demasiado "sanas" para un niño de su edad, pero era bastante inteligente y maduro como para admitir que esas cosas "no existían", o al menos no como las veía en televisión. 

Para mi mala suerte no podía exigirle demasiado con los horarios aunque así lo quisiera, llegando las 12 ya comenzaban a entrecerrarle los ojos y para mí recién empezaba el "dia".  Por más que intentara luchar contra su sueño caía rendido un poco más de la medianoche y era entonces cuando hacía todo lo que él no debía saber. Si bien "cenábamos" juntos, Dimitri jamás me vio comer y aunque era un niño muy inteligente nunca hizo demasiadas preguntas al respecto hasta ahora.

Noté a partir de aquel planteo en el desayuno que sus actitudes habían cambiado y que eso no iba a revertirse hasta que le cuente toda la verdad, o al menos algo parecido.

Una noche al regresar de la escuela, Dimitri tiró la mochila en el corredor y se dirigió a su cuarto casi sin dirigirme la palabra y sin despedirse de Sophia quien continuaba en la puerta de la casa un tanto anonadada por el desgano del pequeño y su mala actitud conmigo. Me miró un tanto sorprendida y casi sin poder modular una palabra.

—Tranquila, es la edad — murmuré mientras le daba en un sobre su sueldo semanal.

—Me temo que a Dimitri le ocurre algo más que la edad señorita Sainger

—Por favor Sophia, ya te dije que no me trates de usted, tengo apenas unos años más que tú— sonreí y me quedé pensativa — ¿Qué más crees que podría estar ocurriendole? ¿Te ha dicho algo?

—Mmmm no. Pero está muy retraído — dijo en voz baja para evitar que por casualidad Dimitri nos escuchara —Su maestra se acercó a mi cuando fui a buscarlo de la escuela y me comentó que Dimitri no sale a los recreos y tampoco se relaciona con sus compañeros... Me pregunto, Señorita Sainger, disculpa... Juliet, si hay algún otro motivo particular por el cual no puedes asistir a la escuela con él o a sus actos. Sé que no es de mi incumbencia y tampoco debería meterme pero... ¿Están bien las cosas en casa?

 Por un lado comprendí el entrometimiento de Sophia y la lógica de la maestra al pensar que Dimitri "carece" de madre presente. Y no tenía con qué defenderme, supongo que si Olivia hubiese seguido con vida las cosas serían diferentes. 

— Sophia, te agradezco tu preocupación... — sonreí forzosamente entrecerrando lentamente la puerta — ya hablaré con Dimitri. ¡Gracias por traerlo! Nos vemos el lunes.

Escuché que Sophia balbuceaba algo y se quedaba un tanto preocupada. Por varios minutos permaneció ahí, inmóvil del otro lado de la puerta quizá esperando a que volviera a abrirle. Lentamente escuché cómo sus pasos se alejaban por el sendero de entrada. Respiré hondo y cobré valor para dirigirme a la habitación de Dimitri. 

Tendría que haberme preparado psicológicamente con más tiempo para tener esta charla, pero no me quedaba otra alternativa, había llegado el momento. Más allá de lo que los demás pudieran pensar, mi preocupación mayor era lo que Dimitri pudiera llegar a pensar.

Me acerqué casi en silencio a su cuarto y  asomé mi cabeza por la puerta. Si hay algo que definitivamente debía odiar de mi era que podía aparecer casi sin pestañear frente a su cuarto sin que se hubiese percatado de ello, pero como preferí que me diera permiso para entrar, me mantuve junto al umbral de la puerta en silencio observándolo.

Reivindicación de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora