Capítulo N° 14 - Sea Bienvenido

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A partir de ese momento tomé verdadera consciencia del peligro que corría. Los Panzyer no solo buscaban dominar el mundo y asesinar a todo aquel que se les interponga, sino que además, el líder de ellos tenía otro objetivo más en mente: vengarse de mí.

Probablemente en otra instancia no me hubiese preocupado tanto, ya que por centenares de años anhelé morir y lo intenté de infinitas maneras sin tener éxito, pero ahora no podía permitírmelo. Y menos que menos dejar que la misma bestia que asesinó a mi mejor amigo se siga saliendo con las suyas asesinando a todo ser que se le cruce.  Por primera vez me sentía sedienta de venganza pero al mismo tiempo estaba aterrada.

Esa noche permanecí despierta mientras toda aquella manada de hombres lobo continuaban aullando a la luz de la luna llena en lo más profundo del bosque nevado. Prometieron protegerme hasta que lograra contactarme con los aristócratas de La Rosa, debía hacerlo a primera hora del amanecer, y estar en vela esperando no hacía otra cosa más que mantenerme intranquila. Me sentía exhausta y mi cabeza estaba demasiado acelerada como para frenar en un profundo sueño. Intenté cerrar los ojos y descansar aunque me fue inútil. Montones de flashes venían a mi mente casi en milésimas de segundo, Frederic, Arthur, Olivia, mis padres, John, Klaha... 

Qué distintas hubiesen sido las cosas si Klaha continuara a mi lado, pensé.  Probablemente, tarde o temprano hubiese tenido que decirle la verdad, quien era, o mejor dicho: qué soy. Supongo que una de las dificultades más grandes de convivir entre humanos es sentir por un instante la vaga ilusión de que realmente somos iguales a ellos, por que en realidad en algún momento lo fuimos, pero eso ya quedó en el olvido de nuestras mentes.

Podremos aparentar ser como ellos físicamente, pero hay una gran diferencia entre lo psicológico y emocional.

Cuando recién fui transformada en lo que soy, no lograba comprender del todo las diferencias que poseía con los humanos. Me sentía igual que ellos hasta que poco a poco fui notando en lo que fui condenada. Nunca más podría salir a caminar bajo el sol, o disfrutar de la comida o concurrir a lugares con demasiada gente. 

Los vampiros no sentimos absolutamente NADA y para mi desdicha, de a poco fui dándome cuenta de eso. Casi todas las necesidades básicas del ser humano como comer, beber y dormir están anuladas en nuestro organismo. Ya olvidé lo que es el frío o el calor.  Somos muertos en vida, deambulando como almas en pena en un mundo donde cada vez estamos quedándonos más y más solos. 

Los Grandes Aristócratas, líderes de La Rosa son los vampiros más poderosos y antiguos de todos los clanes. Tuvieron la dicha de "vivir" muchos años humanos por lo que actualmente mantienen una edad física bastante avanzada. De pelo blanco y barbas largas se pasean por todo el castillo con sus elegantes trajes de gala que pareciera que no se los sacan ni para dormir. Los vampiros Aristócratas pasaron por distintas fases de esplendor y decadencia a lo largo de su ciclo: Gran parte de ellos vivieron sin frenos más de 400 años, y después, por las circunstancias de la "vida", fueron enterrados a pasar otros 150 años en estado vegetativo bajo tierra, hasta que alguien los desenterrara y lograran adquirir la energía suficiente para emerger de nuevo. Por eso son tan poderosos y sabios. 

Estamos en el siglo XXI, pero ellos aún siguen durmiendo en los clásicos ataúdes, continúan con sus baños en agua de rosas y preparándose cada noche para sus bellos bailes de época de estilo Victoriano. 

Definitivamente nunca sentí formar parte de ese lugar y en cierto modo, el no querer volver a La Rosa era para evitar serlo. Pero esta vez no me quedaba otra alternativa, después de todo había hecho una promesa: Me quedaría 3 meses y volvería a La Rosa. Pero lo que ellos no saben es que ahora todos corremos un gran peligro en cualquier parte del mundo, ya nadie está a salvo. Los Panzyer podrán entrar al castillo, más aún si quien los lidera es Arthur manteniendo su forma original, nadie sospecharía de esa especie de caballo de Troya.

Reivindicación de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora