Capítulo N° 9 - La Promesa

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Desperté lentamente. Me costaba abrir los ojos, la cabeza me continuaba dando vueltas y sentía un fuerte ardor en la garganta. Miré a mi alrededor y no lograba ubicarme bien donde me encontraba, estaba todo oscuro, las cortinas corridas y las luces apagadas. "¿Pero qué carajos pasó?" pensé un tanto confundida y mareada reconociendo lentamente mi cuarto. Cerré los ojos con fuerza y comencé a respirar despacio para entrar en razón, no recordaba nada de anoche ni cómo había llegado ahí. Comencé a refregarme los ojos y percibí un suave aroma en mis manos. Al verlas pude notar que mis uñas y dedos estaban repletos de sangre. Me sobresalté y sentí que mi brazo estaba sujeto a algo, lo toqué lentamente y pude notar como un aguja penetraba mi vena.  Agudicé la vista y prendí la luz de la mesita que estaba a mi izquierda, al voltearme noté como un largo tubo llegaba a un suero colgado al borde de mi cama con una sustancia oscura. Era sangre.  De repente recordé todo, o casi todo. Muchos flashes comenzaron a venir a mi cabeza como si de una película en cámara rápida se tratase. 

De pronto sentí como alguien ingresaba al cuarto. Era Gerard: Venía con el entrecejo fruncido y con las ojeras muy oscuras y marcadas. Me miró un tanto sorprendido al encontrarme despierta y automáticamente cambió su gesto y arqueó las cejas. Se lo notaba enojado.

Se acercó lentamente a mi cama, quise hablar pero un fuerte ardor en mi garganta me lo impedía.

— No intentes hablar —dijo con una voz de ultratumba — Es inútil, tus cuerdas vocales están dañadas, al igual que todos nosotros.

Lo miré un tanto sorprendida y a la vez decepcionada. Percibía que algo malo estaba ocurriendo y que yo era la culpable. Tragué saliva y me mantuve en silencio mirando a la nada, me sentía avergonzada y sabía que Gerard también lo estaba por mi. Se acercó y se sentó al lado de mi cama en un inmenso sillón junto al suero. Lo quedó mirando un tanto pensativo tomándose el mentón mientras veía caer gota a gota por el tubo. 

—¿Te diste cuenta de lo que has hecho verdad?— murmuró suspirando luego de un intenso silencio que me causaba pánico — Nos has dañado a todos Juliet. 

Comencé a respirar despacio, me dolía no solo la cabeza, la garganta y el pecho, sino me dolía algo aún peor: Mi dignidad. Gerard me miró fijamente.

— Lo que pasó anoche no solo puso en riesgo a decenas de personas sino a todos nosotros. Creí que tus trecientos y pico de años en este mundo te harían entender hasta qué punto podemos darnos el privilegio de convivir con los humanos, pero por lo visto sigues siendo una adolescente inconsciente... y va más allá de una fiesta Juliet... — suspiró y se tomó de la cabeza. Luego levantó de la mesa de luz un periódico y me lo tiró sobre la cama. Me moví lentamente y lo sujeté con ambas manos, las cuales continuaban con sangre seca entre las uñas. 

Leí la portada que se encontraba con letras grandes y mayúsculas:

"DESCONTROL Y SANGRE EN FIESTA ESTUDIANTIL

Bajé la mirada avergonzada, no podía creer lo que estaba leyendo. Gerard lo tomó de mis manos de un tirón y se aclaró la garganta. Lo notaba molesto, muy molesto. Se puso los anteojos y comenzó a leer en voz alta.

— "Terrible accidente ocurrió en la madrugada del Viernes cuando en una fiesta estudiantil un joven fue atacado salvajemente y resultó herido con graves hematomas en la boca y en diversas partes del cuerpo." — Me tapé la boca con ambas manos sin lograr del todo asimilar lo que estaba escuchando. Gerard me miró por encima de los anteojos y continuó leyendo — "El episodio se conoció en las ultimas horas de la mañana cuando la madre del joven identificado como Noah Bouchard realizó la denuncia a la policía. Los médicos constataron que en la fiesta hubo un gran consumo de alcohol y esto podría haber ocasionado el ataque de una pequeña joven aún no identificada, quien podría haber agredido violentamente a la victima en un estado de ebriedad luego de que el mismo quisiera invitarla a bailar. El mismo presentaba fuertes arañazos en la espalda, brazos y pecho y una profunda herida en el labio inferior que provocó una gran pérdida de sangre. Se desconoce aún las razones reales del accionar de la joven, pero...

Reivindicación de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora