Reivindicación de Sangre

Capítulo N° 5 - Chica Rara

Mi primera semana en el instituto fue bastante rara. Frederic se había encariñado mucho conmigo y me había tomado confianza rápidamente. Me consideraba buena persona y una gran amiga cosa que me hizo sentir muy bien, pero no me agradaba mucho la idea de que se me acerque demasiado. Me gustaba que me cuente sus cosas y confiara en mí, pero eso muchas veces me llevaba a mí a tener que inventar historias o problemas familiares como una persona "normal" que en realidad no existían.

Por alguna extraña razón en reiteradas veces me comentaba cosas sobre la vida de Olivia "la Barbie", a tal punto en que llegué a sentir lástima por ella. Todos la veían como la chica "popular" de la secundaria Rocksen pero no se daban cuenta que eso en realidad era sólo una máscara. Era una chica muy sufrida y sensible, que tapaba sus noches enteras sin dormir  (o de desvelos por tantas fiestas) con capas y capas de maquillaje. Aparentaba que tenía todo, pero la verdad era que no tenía nada. 

— Ya me cansé de la secundaria — gruñó Frederic en la hora de Geografía, tambaleando de un lado a otro la lapicera sin prestar ni la más mínima atención al profesor que escribía de manera ininterrumpida sobre el pizarrón. 

— Créeme que no entiendes nada de lo que es cansarse en verdad– sonreí sin levantar la vista de mi cuaderno. Nadie sabría cómo es que pude soportar tanto tiempo en este mismo instituto, conociendo gente nueva cada año, viendo las mismas materias y pasarme casi 6 horas diarias entre cuatro paredes escuchando sin parar los mismos temas una y otra vez. Deberían darme un premio o algo así. Sin embargo, hacía mucho que no me relacionaba con nadie sin la necesidad ni el compromiso de tener que exponer un trabajo en clase en grupos. La realidad era esta, nadie quería acercarse a la chica de ceño fruncido, antisocial, de tez blanca y mirada asesina que causaba miedo. Pero Frederic no me juzgó por eso, solo a veces  bromeaba diciéndome que salí de una película de terror. "Si supieras" pensaba.

— En fin...— suspiró mi amigo — ¿irás a la fiesta del viernes?

— ¿Yo? ¿Me hablas a mi? —me señalé irónicamente riendo y mirando hacia mis costados  — Le estás hablando a la chica mas antisocial de la secundaria Rocksen, a la que todos le tienen miedo Frederic... Y eso me agrada.

— Porque no me has visto a mí desvelarme 3 noches seguidas, eso si da miedo Juliet — rió Frederic — ¡Vamos! ¿no crees que es hora de intentar al menos hablar con gente? En el peor de los casos si alguien te cae mal le comes sus sesos o le chupas la sangre, nada del otro mundo.

No pude contener la risa. Sonaba tan natural al decirlo, definitivamente Frederic no tenía ni la más mínima idea de con quien estaba hablando.

— Es tentador sobre todo la parte de chupar sangre — asentí tomándome del mentón — Pero.... no creo, ya te dije que no me gustan ese tipo de cosas, la gente, el amontonamiento, los gritos, el sudor... POR DIOS ¿ACASO ESTA GENTE NO SE BAÑA?  Más de una vez conversamos sobre el tema de la música. Odio bailar, y soy muy dura bailando. No hay chance de que vaya Frederic, no insistas. Ya te di más de un motivo por el cual mi respuesta es un rotundo NO.

— Pero... Juliet... — murmuró en voz baja un tanto frustrado— todos los del curso irán. ¿Por qué siempre evitas el contacto con los demás? No son malas personas, algunos son muy estúpidos pero, que más da.

— No me gusta la gente, sonará un tanto antisocial, pero me acostumbré a vivir y sobrevivir sola. Mi mejor compañía soy yo y no necesito a nadie más, ¿que te hace pensar que dependo de los demás para ser feliz? ¿Realmente crees que me divierte conocer gente sabiendo que después se irán y no volveré a ver nunca más?— me puse frenética y un poco frustrada. En ese momento miles de recuerdos pasaron por mi mente, no solo con Klaha, sino con muchos "amigos" que en años anteriores había logrado hacer en la escuela a quienes nunca más vi luego de que se egresaron. Nadie en verdad se mantuvo a mi lado... Y el único que lo hizo, lo maté.