Lᴏ Qᴜᴇ Gᴀɴᴀᴍᴏs Aʟ Pᴇʀᴅᴇʀ.

Capítulo 1

En el momento en que Reid puso un pie fuera del avión en el aeropuerto de Virginia, por fin pudo sentir que lo que había ocurrido era real. Aun tenía puesto el traje negro con el cual asistió al servicio de cremación de su madre al cual solo asistieron algunos amigos cercanos de su madre y su padre, al cual no había visto tan destrozado como… ahora que lo pensaba, nunca.

Él no había invitado a sus amigos al servicio, ya que lo que había comenzado como una semana de vacaciones visitando a su madre, terminó siendo las peores vacaciones de su vida y ellos seguramente estaban disfrutando de las suyas en esos momentos y él no quería preocuparlos.

Mientras viajaba a su departamento en un taxi, recordó el momento en que llego al hospital donde estaba su madre. Le había comprado una antología con las mejores obras de Shakespeare, ya que el suyo ya estaba muy gastado, cuando llegó, lo primero que notó fue tensión y después pesar en la mirada de todos los que trabajaban allí, y él solo lo supo y corrió a la habitación de su madre.

Cuando entró encontró al doctor que trataba a su madre y a otro doctor que la auscultaba con el estetoscopio en el pecho.

- ¿Mamá? –los dos doctores voltearon al verlo en la entrada.

- Spencer –dijo Diana sonriendo- ¿Cuándo llegaste?

- Hace unos momentos. ¿Qué sucede?

- Podría hablar con mi hijo a solas, por favor –los dos doctores salieron. Era la primera vez que Spencer veía tan bien a su madre. Se acercó a su cama y se sentó en la silla que estaba cerca.

- ¿Qué pasa mamá?

- Pasa lo que le pasa a todo mundo Spencer –colocó su mano en su mejilla con un gesto amoroso-. Ya es mi tiempo –Spencer la miro a los ojos.

- No –dijo en un susurro-. No, tú no mamá, no puedo perderte también –su ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

- No llores Spencer –le limpió una lagrima- esto le ocurre a todo el mundo, ya sé que tu mundo se derrumbó cuando Maeve murió, pero Spencer tienes que aprender que aunque quisiéramos que todo fuera perfecto nada lo es, lo único a lo que debemos hacer es aferrarnos a lo que tenemos ahora y jamás dejarlo ir. A veces, al perder algo o a alguien consigues algo mejor. Mírame a mí, con mi enfermedad perdí muchas cosas, pero obtuve algo mucho mejor, Tú –Spencer comenzó a llorar espasmódicamente y Diana lo abrazó-. No dejes que mi muerte o la de ella te destruyan, ella no querría verte así.

- ¿Cómo lo sabes? ¿Porque una madre sabe? –dijo sonriendo.

- No, porque soy mujer y se cómo pensamos las mujeres que amamos a alguien. Además Spencer yo jamás te dejaré solo y lo sabes –lo abrazó y Spencer lloró hasta quedarse dormido en su regazo.

A la mañana siguiente cuando se despertó vio a su madre con los ojos cerrados pero con una sonrisa en los labios y su tez estaba pálida, entonces él solo lo supo, su madre había muerto y volvió a llorar.

Los del hospital se ofrecieron a ayudarle con los preparativos del funeral pero él les dijo que no, que su madre siempre había querido que después de su madre solo la cremaran, sin un funeral, sin gente a su alrededor y ellos respetaron eso.

Al poco rato llegó su padre aun vestido con su traje del trabajo, se vieron y su padre solo lo abrazó y el respondió el abrazo.

Antes de que su madre entrara al horno donde sería cremada, la beso en la frente y colocó entre sus manos su libro favorito, la historia de Camelot. Y solo se quedó allí hasta que le entregaron sus cenizas en una urna de madera de pino, su árbol favorito.

Los siguientes tres días los utilizó para viajar a Inglaterra junto a su padre para llevar las cenizas de su madre al último lugar al que ella le hubiese gustado estar el castillo de Windsor, el castillo más grande y antiguo del mundo. Con un poco del dinero de su padre lograron obtener el permiso de enterrar las cenizas de su madre en los terrenos aledaños al castillo.

Spencer, yo… -su padre le tocó el hombro.

El que mamá haya muerto no quiere decir que te he aceptado del todo. Si tú no te hubieses ido –suspiró- ya no importa. Hasta luego papá –se fue.

Acababa de sentarse en su sofá cuando encendió su teléfono y vio que tenía varios mensajes de Morgan y los demás. Los comenzó a escuchar, casi todos eran para contarle sobre cómo se la estaban pasando en sus vacaciones. Se molestó al escucharlos, estaba a punto de desistir, cuando vio que tenía un mensaje más reciente de Morgan, uno a las 3 am y lo escuchó.

"Reid no sé porqué demonios no tienes encendido el maldito teléfono pero algo muy malo ha ocurrido, llámame en cuanto escuches esto"

En ese mismo momento Reid le marcó a Morgan, en el momento en que sonó el primer timbre Morgan contestó:

¿Reid en dónde demonios has estado?

Yo…

No importa, algo malo ha ocurrido.

¿Qué sucedió Morgan? ¿Todos están bien?

No, no estamos bien.

Morgan ¿Qué ocurrió? –sentía que su corazón se saldría del pecho, "¿Qué más quieres quitarme?" no sabía a quién le decía eso.

Es Will, el sufrió un infarto hoy y murió –la noticia le cayó como un balde de agua fría, en ese momento le llegó la imagen de JJ y de Henry.

¿Dónde están?

En la funeraria de Saint Joseph, ¿tienes donde anotar la dirección?

Morgan.

Lo siento –Morgan le dijo la dirección.

Voy para allá –salió rápidamente de su apartamento.

Bueno este es mi primer capítulo, espero les guste. Trataré de actualizar lo más rápido que se me pueda permitir, pero no les prometo nada