Capítulo 26

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Al siguiente día JJ, salió un poco tarde de su casa ya que se había quedado dormida por la cena de anoche. Los hijos de Dan eran personas muy amables y trataron a JJ, a Henry y a su mamá como si ya fuesen de la familia. Estaban muy contentos con la boda de sus padres, que inclusive la invitaron a ella y a todo el equipo a un fin de semana en la playa donde ellos tenían una casa de campo.

Aunque la reunión fue muy amena, JJ no estuvo muy a gusto. Sobre todo porque estaba preocupada por Reid, cuando lo vio anteriormente se veía más fatigado que de costumbre, es por esa razón por la que no insistió en que la acompañara a la cena.

Cuando llegó al estacionamiento vio el carro de Reid aparcado en su lugar de siempre. Pensó en invitarle el desayuno y así le preguntaría si se encontraba bien y le propondría salir a cenar, después de todo, esa noche Henry iba a tener una pijamada con su vecino y podrían estar juntos un rato después de todo el tiempo en que él estuvo en Alaska.

Al entrar a la oficina, escuchó que Morgan, Blake y Rossi estaban platicando entre ellos sobre una conferencia que darían ese día.

Buenos días chicos –les dijo JJ.

Buenos días JJ –le respondieron.

En diez minutos nos vemos en la oficina para ultimar los detalles de la conferencia. ¿Podrían decirles a García y a Reid eso por favor?

JJ –dijo Morgan-, García llamó dijo que llegaría un poco tarde porque llevó a Reid al doctor.

¿Le sucedió algo? –dijo alarmada.

No, tranquila. Al parecer pescó un resfriado con este caso que tuvimos en Alaska –JJ comprendió el por qué Reid se veía más agotado que de costumbre- y le ordenaron reposo, ya que presentaba fiebre y todos los demás síntomas –JJ asintió y se fue a su oficina. "¿Por qué no me lo dijo? –pensó JJ y miró su teléfono en busca de una llamada perdida o mensaje pero no había nada, hasta que vio que tenía un mensaje de voz y lo escuchó.

"Hola JJ –era Reid y su voz sonaba débil-, al parecer pesqué un resfriado por el último caso, pero todo está bien. El doctor y García me han puesto a descansar. Así que no te preocupes. Que tengas un buen día –se terminó la grabación.

Reid abrió los ojos cuando escuchó ruido en su cocina, se preguntó por un momento si estaría desvariando por la fiebre, hasta que volvió a escuchar otro ruido y supo que no era su imaginación. Su mirada era un poco borrosa y aún se sentía un poco débil por la fiebre, tomó su revolver del cajón y salió con paso vacilante. Se paró frente a la puerta de la cocina y gritó.

¡FBI, salga con las manos en alto! –dijo lo más firme que pudo.

Spence, soy yo –dijo JJ desde la cocina.

¿JJ? –dijo Reid mientras bajaba su arma y JJ salía de la cocina.

Hola.

¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?

Le dije a tu casero que me abriera, ¿te molesta?

Claro que no –tomó asiento porque sentía sus pies como dos hilos-, pero creo que hubiese sido mejor que hablaras antes para abrirte la puerta –colocó su arma en la mesa.

Lo hice, pero no contestaste. Ven vamos a llevarte a la habitación –lo acompañó a su habitación-. Y contestando a tu primera pregunta, vine a cuidarte obviamente y a prepararte algo de comida.

Te dije que no te preocuparas.

Spence, somos pareja. El preocuparnos y cuidarnos mutuamente es parte del paquete. Así que me tendrás de tu enfermera personal hasta que te sientas mejor –lo arropó-. Por cierto ¿tu medicina…

Lᴏ Qᴜᴇ Gᴀɴᴀᴍᴏs Aʟ Pᴇʀᴅᴇʀ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora