Capítulo 13

2.2K 103 4
                                    

Después de que el caso terminara, todos le mostraron su apoyo a Reid por la muerte de su madre, y más aún cuando tuvo que recibir los bienes heredados por ella. En especial de García, la cual insistió en acompañarlo cuando tuvo que ir a Las Vegas a ver a la abogada Solares.

Hace un mes

García, en serio. No tienes por qué hacer esto, solo será un día -dijo Reid mientras tomaba su boleto de avión-. Gracias -le dijo a señorita.

¿Cuántas veces tendremos esta conversación? Gracias -le dijo a la señorita que la atendió.

No tienes que desperdiciar tu día libre conmigo. ¿Y si hay un caso?

Para eso existen los aviones dulzura. Además, hace mucho tiempo que no voy a las vegas.

Sabes que no es un viaje para vacacionar, aun tienes tiempo para regresar.

Basta Reid -levantó su mano para pararlo-. ¿Por qué seguimos con esta conversación? ¿Ves? -le mostró el boleto- ya lo tengo en la mano, ya no hay vuelta atrás.

Yo podría pagarte el boleto.

Cariño, ¿alguna vez te dijeron que nunca debes discutir con una mujer?

No.

Pues aprende bien esto, jamás harás cambiar de opinión a una mujer cuando ha tomado una decisión, jamás. Ahora -lo agarró del brazo- vámonos que nuestro avión espera.

Pobre de la persona que se case contigo -susurró.

¿Dijiste algo?

No, nada

Llegaron a la hora justa. El edificio del buffet Solares y asociados, era de 8 pisos y era muy lujoso. Estaba custodiado por dos guardias muy fornidos y atractivos, para goce de García, la cual no perdió el momento para decírselo a Reid.

No te parece que el de la izquierda me miraba mucho -le susurró mientras esperaban el ascensor.

Tal vez es porque estas muy llamativa hoy -le dijo mientras le señalaba le vestido de flores coloridas que tenia puesto.

No lo creo. Tal vez se estaba preguntando, ¿Cómo una alegre y hermosa mujer como yo -se señaló a si misma- puede venir a este lugar tan aburrido? -se abrieron las puertas de ascensor y los dos entraron. Después Reid presionó el botón del 8vo piso.

No creo que un buffet de abogados deba de ser divertido.

Al menos deberían de poner algo de color.

A mí me agrada.

Si claro, lo dice la persona que parece abogado -lo señaló-. Deberías de ponerte algo menos formal. ¿Sabes? -dijo mientras se tocaba la barbilla pensando-, no te verías mal con ropa informal, tal vez debamos hacerte un cambio de guardarropa -se abrieron las puertas del ascensor.

Ya llegamos -esperó a que García saliera y se apresuró a la recepcionista-. Disculpe, ¿Esta la abogada Solares?

¿Tiene cita? -dijo sin despegar la vista de su laptop. Era una mujer ya adulta y al parecer ya estaba muy acostumbrada a ese tipo de vida.

Si.

¿Nombre?

Spencer Reid.

Un momento -tomó su teléfono-. Señorita su cita ya está aquí -colgó-. Es la siguiente puerta -Reid y García se dirigían a la puerta señalada cuando fueron detenidos por la recepcionista-. Disculpen, pero la señorita tiene que quedarse aquí, son ordenes -García se encogió de hombros y le tocó el brazo a Reid para después sentarse en uno de los lujosos sillones de piel oscura.

Lᴏ Qᴜᴇ Gᴀɴᴀᴍᴏs Aʟ Pᴇʀᴅᴇʀ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora