Lᴏ Qᴜᴇ Gᴀɴᴀᴍᴏs Aʟ Pᴇʀᴅᴇʀ.

Capítulo 2

Reid llegó a la funeraria veinte minutos de haber hablado con Morgan, se bajó de su viejo volvo y atravesó la recepción mirando hacia todos lados. Había gente que no conocía, tal vez amigos de Will de Nueva Orleans, también vio a muchos policías que trabajaban con Will. Muchos estaban llorando, a lo lejos le pareció haber visto a la madre de JJ hablando con alguien al cual reconoció como Rossi.

Siguió pasando la vista por todo el lugar hasta que vio que Morgan le hacía señales desde una barra donde servían café, cuando se acercó más, junto a él estaba Hotch, Kevin y Blake, todos lucían trajes oscuros y bebían café.

Vine tan rápido como pude –dijo al llegar junto a ellos.

Te cambiaste rápido, ¿qué, tenías el traje listo para una ocasión? –Reid no dijo nada, no le parecía el momento correcto para decirles que su madre había muerto.

Si eso fue un chiste no fue nada gracioso.

Lo siento.

¿Cómo sucedió? –miró a Hotch.

Por lo que pude sacarle a JJ, ella y Will habían planeado salir a cenar. JJ había llevado a Henry con su niñera y cuando llegó encontró a Will en el suelo de su habitación medio vestido y cuando le tomó el pulso no lo tenía y llamó al 911. Pero al final los paramédicos solo le confirmaron lo que ya era obvio, Will estaba muerto. Y en la morgue confirmaron que había sufrido un infarto fulminante. El Dr. Jonson me dijo que aunque JJ hubiese estado en el momento en que a Will le dio el infarto y hubiese hecho todo para salvarlo, nada hubiese funcionado para evitar su muerte.

¿Dónde… -Reid había comenzado a preguntar pero García llegó vestida con un vestido negro y tenía atado un listón negro en su cabello rubio y con el teléfono en la mano.

Chicos hable…

Si vas a decirme que hay un caso desde ahora te digo que no estoy disponible –dijo Morgan.

No es eso, en dado caso que hubiese sido así, hubiese trasladado la misión al otro equipo. Ahora JJ nos necesita y no voy a dejarla ni a ella o a Henry. Pero no es eso lo que quería decirles, hablé con Emily, dijo que aunque le gustaría estar en estos momentos aquí, no puede, parece ser que en estos momentos tiene un caso muy grave y clasificado que resolver. Pero dijo que vendrá en la primera ocasión que se le presente –Blake le dio un sorbo a su café.

¿Quieres un café Spencer? – le ofreció Blake.

Ahora no, ¿Dónde está JJ?

Hace unos momentos la vi hablando con unos familiares de Will en el otro salón –señaló a su espalda y Reid se apresuró a ir hacia el lugar-. Saben –comenzó a decir García cuando se fue Reid- veo muy mal a JJ.

¿Por qué dices eso? –preguntó Blake.

Hace unos momentos que la ví hablando con la gente vi que sonreía cuando alguien le decía algo sobre Will, pero en sus ojos se veía mucho dolor. Creo que se está haciendo la fuerte para que nadie crea que no podrá salir delante de esto.

Tienes razón, desde que todo esto comenzó casi no la he visto llorar –dijo Morgan.

¿Creen que estará bien? –tenía un tono de preocupación.

Eso solo el tiempo lo dirá –dijo Hotch- pero le daremos todo el tiempo que necesite –sorbió su café.

Reid pasó entre mucha gente e inclusive empujó a algunas personas, después de disculparse siguió su búsqueda, camino solo un poco, hasta que la vio sentada en una silla en un rincón. Tenía en sus manos una taza de café el cual miraba con ojos tristes y al verla Spencer supo lo que tenía que hacer. Se detuvo frente a ella, pero ella no separaba los ojos de la taza.

JJ –dijo suavemente y ella levantó la mirada.

Spence –dijo mientras se levantaba y lo abrazó. Fue un rápido abrazo, Reid no tuvo tiempo de regresarle el abrazo antes de que ella se separara-. Lamento haber arruinado tus vacaciones.

Claro que no las arruinaste –"puesto que ya se habían arruinado desde un comienzo" pensó Reid-. Sabes que siempre estaré donde me necesites.

Gracias –se quedaron en silencio un momento-. Bueno si me disculpas, tengo… -ya se iba cuando Reid le tomó la mano.

Espera, ¿podemos hablar un momento a solas y en privado? –le dijo en voz baja.

Claro, sígueme –lo guío a una habitación donde entraron. Después de que JJ entró, Reid cerró la puerta con seguro.

Spence, ¿Qué estas…

JJ, a mí ya no puedes mentirme con tus microexpresiones –se acercó a ella-

¿Qué quieres decir?

Sé que en estos momentos te sientes morir por dentro, pero no quiere mostrarlo probablemente porque quieres parecer fuerte para Henry, tu madre y todos los demás que vinieron. Probablemente inclusive también lo haces por ti para no derrumbarte. Pero déjame decirte algo JJ, no estás sola, no cargues con ese dolor tu sola o te consumirá, créeme –entonces la abrazó.

Spence, ¿Qué estás haciendo?

Hace un tiempo tú fuiste mi pañuelo de lágrimas cuando lo de Emily y después volviste a serlo cuando ocurrió la muerte de Maeve. Ahora es mi turno de ser tu pañuelo de lágrimas JJ, así que solo déjalo salir –JJ apoyó su cabeza en el pecho de Reid y comenzó a llorar desconsoladamente y lo abrazó tan fuerte que por un momento Reid creyó que le rompería algo.

¿Por qué, por qué ocurrió esto Spence? Él tenía mucho que vivir –dijo entre hipidos

Las cosas suceden sin que podamos remediarlas JJ. Aunque quisiéramos hacerlo.

Ahora Henry no tendrá un padre que lo mire crecer.

Tal vez no JJ. Pero tiene una madre y una familia que lo daría todo por él y que jamás permitirán que ésta pérdida le afecte más de lo que debe. A Will no le gustaría –JJ siguió llorando desconsoladamente y Reid solo se quedó allí, sosteniéndola entre sus brazos, ya que no solo Henry tenía gente que no iba a dejar que la muerte de Will lo afectara, sino también ella y en especial él no la iba a dejar sola.

García solo se quedó escuchando detrás de la puerta. Desde lejos vio como JJ y Reid se separaban de los demás y los siguió para ver que Reid no le soltara alguna de las estadísticas sobre infartos en personas de treinta años o alguna otra cosa.

Realmente se sorprendió que él hubiese logrado atravesar la coraza que JJ se había puesto tras la muerte de Will y también se asombró de lo que escucho de sus labios y lloró en silencio.

"Parece que Reid ya no es el Reid que conocíamos" pensó mientras se recargaba en la pared que estaba cerca de la puerta