Mi Caso Perdido (Thomas Sangster) (Cancelada)

Capítulo 17

2 meses. 2 meses de novia con Thomas. Los 2 meses más hermosos de mi vida. 2 meses en el que el me demuestra cuanto me ama con simples detalles. Cada día lo quiero más, es tan tierno conmigo... Nunca me cansare de el.

Estoy caminando a la casa de Thomas porque hoy es su cumpleaños y me ha invitado a su fiesta.

Como crecen estos niños *inserte voz de abuelita*

Le tengo una sorpresa... Ya que a el le gusta mucho la musica he decidido regalarle una guitarra.

Miro al cielo y veo que se ha nublado por completo. Dios por favor que no llueva... Menos mal que le dije a mi padre que el llevará la guitarra.

Sigo caminado cuando siento algo frío que se desliza por mi cuello.

Una gota de agua.

Oh no... Mierda.

Mas gotas me empiezan a mojar y es cuando me doy cuenta que se ha largado una gran llovizna.

Apuro el paso para llegar lo mas rápido posible a la casa de Thomas aunque es inevitable estoy empapada. No quiero correr porque con el agua seguro me resbalo y como soy muy torpe de todas formas ocurrirá.

Y ocurre.

Me caigo y siento un dolor en mi tobillo.

Rayos.

Menos mal que no caí en el barro. Cuando intento pararme mi pie me detiene por el gran dolor que este emerge. De todas formas logro pararme.

Me duele aunque creo que podre soportarlo quedan una 6 cuadras para llegar a su casa.

Vamos Mel, Minho sobrevivió a un rayo pero tu no aguantas una caída... Galorpa idiota.

Oye callate miertera imbécil.

¿Sabes que estas discutiendo contigo misma?

Si y ¿Que?

No pues nada...

Eso me parecía *le lanza una mirada asesina*

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De alguna forma llego a la casa de Thomas y toco el timbre. Espero que el me habrá pero cuando me ve casi se desmaya y corre para ayudarme.

-¿Qué te paso Mel? -pregunta sujetándome de la cintura.

-Pues que esta hermosa lluvia se desato cuando venia para aquí y pues ya me conoces... Mi torpeza no tiene limites y pues me caí. -dije sarcástica.

-Ven dejame que te ayude -dice mientras siento como me sujeta en sus brazos como cual princesa.

-¿Cuando fue la boda? -pregunto riendo. El tarda en captar el chiste pero responde.

-Hoy y por eso ahora eres solo mía -dijo.

-Um... No me gustan mucho los clichés, pero si vienen de ti si -dije guiñándole un ojo.

-Eres una lectora, debí imaginarme que dirías eso -dice ríendo.

Me acerque a su cara y le doy una tierno beso en la mejilla. El se estremece ante mi tacto y se sonroja.

-¿No se supone que yo me tengo que sonrojar? -digo burlona.

-¿No que no te gustaban los clichés? -dice fingiendo estar molesto.

Me río y vuelvo a besarlo pero esta vez en los labios aunque me retire rápidamente para ver si se enojaba. Y lo conseguí.

El camino hasta su casa y habrio la puerta. Yo empeze a tiritar porque aunque la lluvia hubiera sesado yo estaba empapada. Me bajo de sus brazos y me hablo.