Mi Caso Perdido (Thomas Sangster) (Cancelada)

Capítulo 30

Estaba felizmente dormida soñando con unicornios que defecan helado y Thomas sin remeras. Cuando de pronto alguien me despierta de mi ensoñación, mejor dicho algo. Ese algo era el agua fría que Thomas me estaba tirando.

-¡¡LA BERENJENA QUE TE PARIÓ SANGSTER!!- dije levantándome como un rayo.

Thomas yacía en el piso descojonandose de risa. Me enoje de verlo así burlándose de mi y corrí al baño a llenar un vaso con agua.

-¿Es muy gracioso no? -dije mientras el solo asentía riendo. Con una gran falsa sonrisa tire el agua sobre su cabeza.

-AhGhagsggs - parece que a Thomas le entro agua en la boca y se estaba ahogando.

Yo me tire al piso porque me dio un ataque de risa tremendo. El solo me miro de mala cara y se fue al baño, trajo otro vaso de agua y me lo tiro. Yo me abalance sobre el y le empecé a hacer cosquillas, pero el se zafó de mi y me devolvió el ataque de cosquillas.

Odió que me hagan cosquillas así que alargue mi mano hacia mi chancla que estaba debajo de la cama y le di en la cabeza a Thomas con esta. El solo se siguió riendo mientras yo lo chancleaba.

-¡Ya basta agresiva! -dijo mientras me abrazaba para evitar que lo siguiera chancleando.

-Tu empezaste -dije señanlandome toda mojada.

-Es que Wes nos dijo que debíamos estar listos para partir a España... -se quedo callado a mitad de la frase porque parace que se dio cuenta de algo.

-¡Oh no debemos estar en el aeropuerto en 20 minutos! –dijo mirando el reloj de la alarma.

-Pues apurate! ¡¡Busca tus cosas en 5 minutos debemos estar afuera!!

Los dos salimos corriendo a buscar las maletas y a cambiarnos rápidamente. Yo tenia puesta solamente una playera de Thomas así que me puse un short negro y mis chanclas. Me puse una gorra para ocultar mi desordenado cabello. Revise no olvidar nada y ví que Thomas ya estaba listo y salimos corriendo hacia el ascensor. Bajamos al primer piso y no había nadie del cast.

-Se fueron -dije para nadie en particular.

-Nah... ¿En serio? Iluminame con tu sabiduría -dijo Thomas molesto.

-No me culpes a mi. Si me hubieras dicho antes para que me levantaste ya estaríamos en el aeropuerto. ¡¡Y si eres hombre mueve ese gran trasero que tienes y vayamos afuera a buscar un taxi para ir al maldito aeropuerto!!

-Tienes razón, vamos -dijo serio- Mi trasero no es tan grande ¿No? -escuche como añadió en susurro.

Como eran casi las 2 de la madruga no se veía ni un solo taxi. Si,  Wes eligió ir en un vuelo de madruga. Maldito Wes.

Me fui caminado hasta la avenida mas cercana y empecé a esperar a que apareciese algún bendito taxi. Estoy aquí parada desde hace varios minutos cuando veo que un taxi salvaje aparece. Con las manos en mis maletas salgo corriendo y le hago señas para que paré, el señor del taxi pareció captar mis señas y estacionó el auto.

Volví a la carrera y cuando estaba llegando choco contra algo, mejor dicho contra alguien. Ese alguien era Thomas. Rayos lo había olvidado.

-¿Subes?

-Y si -dije obvia. Me encaminé hacia el baúl del taxi y deje mis maletas.

El solo me siguió silenciosamente y colocó también sus maletas en el baúl. Subimos y le di las indicaciones al chofer para llegar al aeropuerto.

Como era la madrugada y no había mucho tránsito llegamos rápidamente a nuestro destino. Sacamos las cosas del baúl, le pagué al amable taxista y nos introducimos en el gran aeropuerto.