Mi Caso Perdido (Thomas Sangster) (Cancelada)

Capítulo 25

Hoy por fin me quitaran las vendas y las muletas. Thomas me llevara después de la escuela al médico y chau molestias.

Thomas viene todas las mañanas y me lleva a la escuela. Sólo queda una semana y media de clases y podre graduarme.

Uf... La graduación.

Estoy desayunando abajo sola porque mamá tiene turno en el hospital a la mañana. Chad y Logan están con secuelas de resaca porque ayer fueron a una fiesta y si, es una mala idea ir a una fiesta un día de semana sabiendo que al día siguiente tienen clases. Sam no tiene clases y mi padre esta durmiendo.

Así que ahora disfruto de la soledad.

Escucho el ruido de la puerta trasera y luego veo aparecer a un Thomas muy risueño.

-Hola -dice bostezando.

-Hola Tommy -digo comiendo mis cereales- Si tienes hambre busca algo en el refrigerador.

-No, esta bien es solo que tengo sueño. Anoche me quede despierto hasta tarde. -dice refregandose un ojo.

Aww... Ternurita.

-¿Que estuviste haciendo hasta tarde? -dije

-Em... ¿Que? No, nada -dice nervioso.

-Ponele que te creo Sangster -digo entrecerrando los ojos.

-Con eso me basta y me sobra -dice.

-Bueno ya termine. Espera que lave los platos y vamos -digo levantándome.

-Estaré afuera -dice acercándose a mi y susurrándome al oído.

-Ya ve -digo divertida.

Lavo los platos y con mis muletas busco mi mochila y salgo. 

Thomas se acerca a mi, me saca mi mochila y se la cuelga al hombro.

-Vamos... -dice besándome.

-Vamos.

El me ayuda a llegar al auto aunque ahora no me duele tanto como los primeros días el igual lo hace.

Subimos al auto y nos dirigimos al instituto.

-Mel después de ir al médico te tengo una sorpresa -dice manteniendo la mira fija en el tráfico.

-Okay no soy fanática de las sorpresas pero de ti me gustan -dije alzando mis cejas pícaramente.

-Pervertida -dijo riendo.

-Lo se -dije bien diva.

-Estas loca -dijo.

-Las mejores personas lo están. -dije citando a un libro de Lewis Carroll.

-Touche -dice dirigiéndome una rápida mirada y volviendo a mirar al trafico.

Llegamos al instituto y me despido de el con un beso en la mejilla. El me dice que lo espere cuando salga.

Bajo las muletas y camino por los largos pasillos de esta fea cárcel. Lo peor es que hoy tengo un examen de historia...

Si estudie pero la verdad me pongo muy nerviosa en los exámenes.

Llegue a mi casillero y no he visto a ninguno de mis amigos. ¿Donde andarán esos mequetrefes?

Ay soné como una abuelita...

Saco algunos libros y los pongo en mi mochila. ¿Se preguntaran como lo haces si tienes muletas? Pues ya después de una semana y media me acostumbre a andar con ellas y hasta creo que podría correr un maratón con estas cosas.