Crush-{NH}

Chapter Thirty-three

—Buenos días—dije cuando abrí la puerta y vi a Niall frente a mi.

—Buenos días—sonrió—¿Estás lista?

Fruncí el ceño—Si, siempre voy con sueño, pero lista a la escuela—cerré la puerta y comenzamos a avanzar hacia su auto.

—Si—rasco su nuca—Sobre eso...—abrió la puerta de copiloto—No iremos a la escuela.

Estaba por entrar al auto, pero me detuve al escuchar eso.

—Espera, ¿qué?—levante ambas cejas—¿Estás bromeando no?—desvío la mirada y en segundos la regreso a mi.

Su silencio lo dijo todo.

—Joder.—me aleje un poco del auto.

No estoy segura de hacer esto, no puedo faltar a clases, qué tal si llaman a mis padres, qué tal que dejan algún proyecto, qué tal que hay examen. No, no puedo.

—Skay, sólo es por hoy—dijo sacandome de mis pensamientos.

—P-pero, es que—bufé, me recargue en el auto y fije mi vista en el suelo.

—Skay, vamos.—se acerco—No pasara nada—alzo los hombros.

—Oh, no puedo.

—Skay, sólo hoy. No te vas a arrepentir.—me tomo de las manos—Por favor —suplico.

Y no había respuesta.

Él se acerco quedando a escasos centímetros de distancia y paso sus manos a mis mejillas—Por favor —susurró y baje la mirada a sus labios—Por favor—corto la distancia y junto nuestros labios en un lento beso.

Este hombre si que sabe besar, lento sin prisas, como si no quisiera terminar.

—Si esa es la manera en la que me quieres convencer no me opongo—susurré y ambos reímos bajo.—Eres una mala influencia para mi, Horan. Vamos.

Él sonrió mostrando su perfectos dientes—La pasaremos muy bien.—abrió de nuevo la puerta de copiloto y no tarde en entrar.

—Espero sepas a donde vamos.—dije una vez él estuvo dentro del auto.

—¿Haz visto el amanecer?—encendió el auto.

Le mire sorprendida—No.

—Pues hoy lo harás —sin más puso en marcha el auto.

Es una buena idea ya que aun es de madrugada.

Es como si fuera una película, todo realmente cursi y rosa, y no me opongo a eso.

{...}

—Realmente me preocupa que hablen a mis padres, pero ver esto vale la pena.

—Te dije que la pasaríamos bien.

Sonreí y asentí.

—Vamos pon algo de música.

—Pero si la mayoría de los artistas que yo escucho no te agradan.

—Puedo soportarlos.

—Bien—saco su celular y enseguida comenzó a sonar una canción.

—Tienes suerte, The Weeknd me gusta.

—Vaya, debo hacer una fiesta por eso. Pensé que estaríamos en problemas por no tener artistas favoritos en común.

—Eso no debería ser un problema.

—Estaba diciéndolo sarcásticamente—paso su brazo izquierdo por mis hombros.—Me sorprende que no lo hayas notado ya que sueles ser muy sarcástica.