Crush-{NH}

Chapter Thirty-five

—Pero, ¿Qué carajos haces aquí?—pregunte sorprendida.

—¿No puedo venir a visitar a mi querida hermanita?—sonrió ampliamente abriendo sus brazos para poder abrazarle.

—Te extrañe demasiado—le abrace fuerte—Me estoy arrepintiendo de haberte animado a irte a Estados Unidos—nos separamos.

—No, fue una buena decisión. Además yo quise hacerlo—sacudió mi pelo—También te extrañe.

—¿Dónde están mamá y papá?—pregunte buscándolos con la mirada.

—Sólo fueron de compras—tomo asiento en el sofá—Ya sabes, comida especial.

—Si—imite su acción —Pensé que venias en dos semanas, ¿qué paso?

—Bueno, termine unos exámenes antes y quise hacer una sorpresa.

—Bueno, el día esta yendo bien—sonreí.

—¿Ah, si?—fruncio el ceño—¿Qué más ha pasado aparte de mi visita sorpresa?

—Oh...—titubie—Nada... Sólo ha sido un buen día—pase mi mano por mí cuello.

—Supongamos que te creo—entre cerró los ojos.

—Bueno, cuéntame, ¿cómo te ha ido?—pregunte ansiosa.

—Oh. Bueno, la carrera que escogí me encanta, tengo buenos amigos y el trabajo va bien.

—¿Alguna chica?—alce ambas cejas.

Él rió —No, Skay.

—Supongamos que te creo—repetí su acción anterior.

—Ve. No cambias mujer, siempre de fisgona—se cruzo de brazos.

—¡Oh, yo no soy fisgona!—me queje.

—Claro que si.

Escuchamos la puerta de la entrada abrirse.

—Bueno, siempre quieres saber todo

—Pues debes decirme, un año sin verte y no das material nuevo—le acuse—¿O eres gay?

Él se puso pálido.

—¿Quién es gay?—preguntó mí padre entrando a la sala con unas cuantas bolsas.

—Na-Nadie—tartamudeo Josh—Skay está loca.

Me acerque a Josh —Dame información y te ayudo en esto—susurré cerca de él.

Me fulminó con la mirada, asintió.

—¿Qué pasa aquí?—pregunto de nuevo mi papá.—Josh—dijo esperando una respuesta.

—Nada, papá. Sólo estaba bromeando—reí.

—Oh, Ethan ya sabes como son este par—hablo mí madre.—Ven ayúdame en la cocina.

Y ambos salieron a la cocina.

—Tú y tu gran boca, ahora papá seguro piensa que soy gay—dijo preocupado.

—¿Y lo eres?

—No—contesto seguro.

—Si, estoy segura. Ahora dime, ¿Cómo se llama la chica?

—¿Cómo sabes que hay una?

—No revelo mis secretos de detección

Rodó los ojos—Se llama Alice.

—¡Lo sabía!—casi grite—¿Y es algo formal?

—Estamos en eso.—asintió.