Capitulo 61

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- ¡Ya tienes un maldito aeroplano! ¡Puedes volar con él todo lo que quieras!

- ¡Andy! -Norah apoyé una mano en el brazo de su marido-. Esa no es la cuestión. Quiere volar por su cuenta como ha hecho _____. Además, la echa de menos como un loco. No sé si será algo más que amistad, aunque estoy empezando a creer que sí -miró a Martijn-. No he querido entrometerme, pero he tenido la fuerte sensación de que _____ y tú han traspasado las fronteras de la amistad este verano. Y Debbie también lo cree.

- ¿Has estado hablando con la madre de _____ de eso?

Martijn sintió un fuerte ardor en la cara.

- Para ser sincera, mucha gente del pueblo tenía sus sospechas. Nos preguntábamos si _____ decidiría quedarse en casa después de todo. Y cuando se fue, lo sentí mucho por ti.

- Lo sabía -Andy tiró la servilleta en la mesa y apartó la silla-. Esto era todo por una mujer. Si _____ hubiera tenido el buen juicio de quedarse en Coppervile, hubiesen podido casarse y no estarías comparando el rancho con un maldito elefante.

- ¡No eches la culpa a _____! -en su agitación, Martijn se levantó-. Siempre he sentido lo mismo. Los dos lo hemos sentido, _____ y yo. Nos pasábamos horas de pequeños hablando de los sitios que veríamos y de las cosas tan excitantes que haríamos en cuanto nos fuéramos de Copperville.

- Muchos críos hablan así, pero después se hacen mayores y se dan cuenta de que lo que tienen aquí es mucho mejor que lo que puedan encontrar por ahí fuera.

Martijn miró a su padre e intentó ponerse en su piel. Después de casi treinta años de deslomarse por crear una herencia para su hijo, ahora aquel hijo rechazaba su legado. Y Martijn odiaba hacerle daño a su padre.

- Puede que sea mejor, papá, pero nunca lo apreciaré si no veo algo del resto del mundo.

- Por supuesto que debes -intervino su madre.

- Entonces quizá deberíamos vender el rancho ya -dijo Andy-. No merece la pena matarnos a trabajar si no se lo vamos a pasar a nadie.

- ¡Oh, Andy! ¡Por Dios bendito! -Norah parecía enfadada-. Olvida tu orgullo herido por un minuto y escucha lo que tu hijo está diciendo. Necesita tiempo para explorar el mundo. Y necesita estar con la mujer a la que...

A Martijn se le hizo un nudo en al garganta.

- Mamá, no saques conclusiones tan pron...

- Saco las conclusiones que quiera, muchas gracias -lo miró enfadada-. Y _____ siente lo mismo por ti, a menos que este muy equivocada. Y también creo que los dos enseguida extrañarán Copperville y volverán para criar a sus hijos aquí.

- ¿Hijos? -Martijn casi se atragantó-. Lo último que sé es que _____ no tenía ninguna intención de casarse, cuanto menos de tener niños. Creo que esta vez te has pasado un poco.

Su madre sonrió.

- No, yo creo que eres tú el que se ha quedado corto. Vete a Nueva York y haz esas preguntas. Mira a ver qué respuestas te da -Norah miró hacia su marido-. Lo único que necesitamos es contratar a alguien una temporada hasta que estos dos vuelvan a casa.

Andy frunció le ceño.

- ¿Y si no vuelven? Entonces todo será para nada.

- Eso es la mayor tontería que te he oído decir Andy. ¿Nada? Este rancho ha sido el sueño de tu vida. Esperabas poder pasárselo a tu hijo, pero también lo querías para ti mismo. Lo has pasado de maravilla viviendo la vida del rancho y no te atrevas a decir que sólo estabas haciendo un sacrificio por tu hijo.

Poco a poco, la expresión de Andy fue suavizándose.

- Supongo que tienes razón, Norah. La verdad es que no me imagino otro sitio para vivir. Por eso no puedo entender que alguien en su sano juicio quiera irse a vivir a ese nido de ratas que es Nueva York.

- Cada persona es diferente, pero estos dos volverán, ya lo veras.

- Mamá, no puedo hacer ninguna promesa.

Pero Martijn no pudo evitar barajar unas pocas fantasías. Quizá podría tenerlo todo, unos cuantos años de aventuras con _____ y una familia y la seguridad allí en Coppervile con la única mujer a la que quería. Pero a _____ podría no interesarle aquel plan. Después de todo, le había devuelto el colgante.

- No tienes que hacernos ninguna promesa -dijo su madre-. Pero supongo que tendrás que hacerle alguna a _____.

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Placer & Obsesión || Martin Garrix -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora