_____ se sentó con las piernas cruzadas en la manta y esperó a que Martijn subiera a su lado. La noche era cálida, pero ella sentía estremecimientos de delicia. Estaban solos, como cuando eran pequeños, apartados del mundo y listos, en cierto sentido, para jugar.
- El cielo está tan limpio -susurró Martijn al saltar a su lado-. Vamos a echarnos de espaldas para mirar las estrellas como solíamos hacer.- ¿Y no hacer nada más?
_____ lo deseaba intensamente. Martijn le dio un beso en plena boca.
- Te contaré mi sueño.
- ¡Estupendo! -estiró la falda bajo ella y se echó en la manta para mirar al firmamento-. Estrella Polar, la Osa Mayor, la Osa Menor...
Martijn estaba echado a su lado con el brazo y el muslo rozando los de ella.
- Orion, las Siete Hermanas.
- ¿Y?
- Y nada. Ésas son todas las que sé.
- Pues yo creía que habías dado clases de astronomía.
- Aprendí algunas cosas para el examen, pero ya las he olvidado.
- Cuéntame tu sueño.
Él se quedó en silencio por un momento. Entonces, con un leve suspiro de rendición empezó.
- A ti te habían invitado a una fiesta de Halloween y me pediste que te prestara a la yegua porque querías aparecer como lady Godiva.
- ¿Y tenía el pelo largo como ella?
- Hasta la cintura. Querías practicar sin el disfraz para ver cómo te sentías antes de ir a la fiesta, así que me pediste que te acompañara al camino del río. Montaste a pelo con un vestido suelto sin nada debajo. A mitad de camino, te quitaste el vestido y lo tiraste a los arbustos.
_____ se estremeció. Era una imagen muy sexual.
- Pero el pelo me tapaba, ¿verdad?
- No del todo. Y ya sabes cómo es el viento en el sendero, así que cuando iba detrás de ti, vi varias imágenes de lado. Estabas... estabas preciosa. Y montada, así, balanceándote sobre el lomo del caballo, empezaste a excitarte.
- ¿Y cómo podías saberlo?
- Tenías la piel sonrojada, la respiración más agitada y... los pezones muy erectos -Martijn la agarró de la mano y se aclaró la garganta.
Aquello describía lo que _____ estaba sintiendo en ese mismo momento. Como Martijn no seguía, preguntó:
- ¿Y te despertaste entonces?- No.
- ¿Qué pasó?
- Que tuviste un orgasmo.
- ¿Qué?
- Lo que me excitó tanto que te desmonté del caballo y te hice el amor allí mismo en el suelo.
_____ no estaba segura de quién estaba apretando más, si ella a él o él a ella.
- ¿Fue bonito?
- Ésa no es la palabra. Fue salvaje y primitivo, sin barreras. Te mordí en el cuello y tú me clavaste las uñas en la espalda. Fue... fantástico.
- ¡Uau!
_____ se preguntó qué pensaría si supiera que tenía todo el cuerpo palpitante en ese mismo instante.
Martijn le soltó la mano y se volvió de medio lado para mirarla
- No quiero que te asustes por ese sueño. Nunca sería así en la vida real.
Ella se volvió de medio lado apoyando la cabeza en el brazo.