Capitulo 51

936 69 20
                                    

Pero Martijn tampoco se lo había pedido. Nunca le había dado ninguna señal de que pensara en ella en aquellos términos. No actuaba como si estuviera preparado para asentarse y formar una familia.


Entonces, le acarició la cadera.

- ¿En qué estás pensando?

_____ decidió una verdad a medias.

- Que es una pena que me vaya a Nueva York a finales de agosto.

El la apretó más.

- ¿Porque esto es divertido, quieres decir?

- Sí.

Más que divertido; se había unido a él con alma y cuerpo, pero no se atrevía a decírselo.

- Sí, es divertido, pero casi es mejor que tengamos un límite de tiempo. No podríamos mantener el secreto si durara mucho más.

- Cierto.

Quizá él estuviera contento con aquel secreto para poder mantener la amistad intacta con sus hermanos. La única forma en que consentirían que _____ y Martijn tuvieran relaciones sexuales sería si estuvieran casados, y no parecía que Martijn quisiera el matrimonio de momento.

- ¿Lista para bañarnos desnudos?

_____ se dio la vuelta hacia él.

- ¿Seguro?

Martijn le dio un rápido beso.

- Claro. Estamos calientes y pegajosos y nos sentará bien. Además, es parte de tu educación.

- Martijn, no creo que podamos hacer el amor en medio del río.

- ¿Por qué no? ¿Porque no viene en tu libro?

- Porque no tendremos ningún bolsillo donde guardar un preservativo.

- Vamos, no es la única forma. Verás lo que pasa cuando estés desnuda hasta la altura de los muslos. Ya improvisaremos.

Le había despertado la sensualidad de tal manera que la convenció con facilidad de que aceptara al río como amante. Manteniéndola sujeta, sumando sus propias caricias a las del río, dejó que la corriente la acariciara de forma íntima llevándola a un crescendo de sensaciones. En el momento del alivio, _____ no pudo decir si era el agua burbujeante o las manos de Martijn lo que la había llevado al límite. La excitación la asaltó. Aquello era otra de las cosas que le encantaban de Martijn. Cada vez que ella sugería algo nuevo, él usaba también su imaginación para sorprenderla.

Y eso fue lo que hicieron, improvisar aunque chapotearon, se salpicaron y rieron hasta que él la tuvo en la posición deseada. Entonces, Martijn la tomó en brazos antes de que terminaran los estertores de placer y le hizo el amor de nuevo en la manta con los cuerpos todavía mojados. _____ nunca había sentido una libertad tan triunfal. Se sentía ligera, sutil y capaz de todo. Se retorcieron en la manta y alternaron las diferentes posiciones para conseguir el placer más increíble.

_____ estaba segura de que Martijn estaba disfrutando. Sus murmullos así se lo indicaban y, cuando su tono se hizo ronco, supo que estaba al borde del límite. Cuando por fin él se rindió a la pasión, lo abrazó con fuerza y absorbió los fuertes temblores de su cuerno. No podía imaginarse vivir sin aquello, vivir sin él. Quizá si lo amara lo suficientemente bien durante el resto del verano, Martijn comprendería que tampoco podía vivir sin ella.

El verano pasó con demasiada rapidez para el gusto de _____. Por cada forma creativa de hacer el amor que a ella se le ocurría, Martijn aparecía con una propia. _____ sugirió pasar un día en Phoenix donde nadie los conocía y se pasaron el día entero en la cama de un motel. La siguiente vez, Martijn la llevó en la avioneta a Flagstaff, donde siguieron el arroyo de una montaña e hicieron el amor en un campo lleno de margaritas bajo el brillante cielo azul.

Las intensas horas que pasaba con Martijn parecían pintadas de brillantes colores mientras que el resto de sus actividades rutinarias se le hacía gris. Ni siquiera los planes de la fiesta de sus padres le parecían muy reales porque no podía contarles a sus seres queridos lo más importante y significativo que le había pasado ese verano, que se había enamorado perdidamente de Martijn.

Y deseaba contárselo al mundo entero. Sobre todo se moría por confiar en su madre y poder hablar de Martijn delante de sus cuñadas como ellas hablaban de sus maridos.

Martijn parecía tan involucrado con ella como ella con él, pero ni una palabra de compromiso había salido de su boca. Durante los ardientes días estivales compartieron todo, menos un futuro. Y aunque compartir el secreto con Martijn le había parecido esencial al principio, ahora estaba harta. Pero a menos que él aceptara, no podía contárselo a nadie. Y eso le dolía en el alma.

Hacia la primera semana de agosto, Martijn había llegado a la dolorosa conclusión de que debía romper con _____. Debería haber acabado su relación mucho antes, de hecho. Era evidente que él era bueno para la cama, pero no lo bastante bueno como para que Martijn considerara cambiar sus planes profesionales ni para que el mundo supiera su relación. Había intentado ver si su decisión de irse vacilaba, pero no había notado ninguna señal.

Mientras se dirigía a su casa para otra noche de pasión, maldijo para sus adentros. Si no podía considerar el sexo con ella como un rápido revolcón en el heno para olvidarse en cuanto se hubiera ido, sería mejor cortar cuanto antes.

De hecho, eso sería lo que haría. Y esa misma noche. No haría el amor con ella a pesar de lo que le costara. Su cordura estaba en juego.

Entraría en su casa y le diría que aquella actividad le estaba robando demasiado tiempo y tenía que ponerse al día con los papeles del rancho, lo que en parte era cierto.

Llegó al único semáforo del pueblo cuando se puso rojo y, a pesar del ser el único coche en llegar al cruce, se detuvo. Mientras esperaba por el verde, un claxon pitó tras él.

Al mirar por el retrovisor vio a Rhino con Hammer. Martijn alzó la mano para saludarlos y Rhino salió de la furgoneta y se acercó a la ventanilla de Martijn.

- ¿Qué tal? -saludó Martijn al bajar el cristal.

- Joan y Deena se han ido al cine y a Hammer y a mí nos apetecía echar una partida de dardos. ¿Qué dices?

Martijn vaciló sólo un segundo. Si tenía algún sitio al que ir le costaría menos cortar con _____.

- De acuerdo, pero tengo que pasar por casa de _____ unos minutos, así que estaré allí en una media hora.

- Estupendo. Ya lo tienes en verde.

Martijn arrancó y pensó que el destino debía haber llegado en forma de Rhino y Hammer. Si acababa con _____ esa noche, sus hermanos nunca descubrirían las actividades que habían tenido lugar delante de sus narices. Y ella también necesitaría un tiempo para recuperarse antes de ir a Nueva York. Podía no darse cuenta todavía, pero también lo pasaría mal intentando olvidar lo que habían compartido ese verano.

Durante el resto del camino hasta casa de _____, se repitió todas las razones para terminar su aventura. Todas eran buenas razones y, sin embargo, se sentía como si le hubieran tirado una carga de cobre sobre el pecho. Saber que nunca volvería a hacer el amor con _____ le resultaba insoportable. Tenía que ser fuerte.


hey( ͡° ͜ʖ ͡° )

como estan? ( ͡° ͜ʖ ͡° )

queria decirles que @-xitsliax y io tenemos una cuenta en la que vamos a subir historias y proyectos juntas ( ͡° ͜ʖ ͡° )

la cuenta es @-jamiftmartin sigan( ͡° ͜ʖ ͡° )

ahora si baii, caminen por la sombra y corran de la yuta <3

Placer & Obsesión || Martin Garrix -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora