Con la mayor paciencia del mundo, porque la pobre niña no entiende ni papa de lo que digo, le lavo a Nilenna la cara y la visto con uno de los trajes que tiene en su pequeña caja junto a la cama. Le entrego su juguete de caballo tallado en madera y la entretengo mientras le pongo los extraños zapatos vikingos hechos de cuero y con cordones, no tan distintos de los de ahora... lo más raro es que no tengan una suela propiamente dicha.
-No son unos Prada... pero te servirán -declaro mientras inspecciono el atuendo de Nilenna.
La tomo en brazos, junto con su caballito de madera, y camino hasta la puerta para salir. No me molesto en recoger nada. Si me pongo aquí a hacer limpieza... nunca alcanzaré mis estándares. Lo mejor es dejarlo tan desordenado como está.
-¿Lista para recoger frambuesas y moras, Nilenna? -le pregunto a la niña en un intento de entusiasmarla.
Como es lógico, ella ni se inmuta ante mis palabras.
-¿Sí? -me repondo a mi misma-. ¡Perfecto! Nunca he conocido a nadie que muestre tanto entusiasmo por hacer el trabajo de un agricultor.
Nilenna siguen sin contestar.
-¿Para esto he estudiado tantas cosas en el colegio? -gruño entre dientes mientras hago el recorrido hasta el pueblo con Nilenna en brazos.
Encuentro a un pequeño grupo de chicas de más o menos mi edad que están reunidas en la zona central de Averia con cestas de mimbre colgando de sus brazos. También hay niños más pequeños junto a ellas, y algunas niñas que están cerca de la adolescencia.
Sin embargo, aunque haya tanta diversidad, no somos demasiadas.
-Eres Kaysa, ¿verdad? -pregunta una de las chicas.
La chica en cuestión, se ha adelantado hasta estar frente a mí y parece ser la que lleva la voz cantante.
Me quedo paralizada unos instantes ante la visión de la chica.
-¿Katia? -pregunto mientras doy un paso adelante con el ceño fuertemente fruncido.
La chica levanta las cejas y sonríe.
-No, debes de haberte confundido. Soy Brenna, la mujer de Skip -explica con dulzura.
¡Qué vergüenza! Está es la mujer del joven hombre, mejor amigo de Harold, que vino a traer las cosas para Nilenna. De ahí que pueda notar el bulto debajo de su ropa, su barriga de embarazada.
Pero es como Katia, como mi mejor amiga en 2016, justo igual que ella. Dos copias idénticas... El pelo rubio, ondulado, largo, los ojos azules... Todo en ella es igual que en Katia. Me pregunto si Katia no será descendiente de Brenna. Es la única explicación que le encuentro, es decir... la familia de Katia es de Noruega por eso está... perdón, estará veraneando en Noruega en el verano de 2016. ¡En el maldito futuro!
-Tú eres Kaysa, ¿verdad? -repite.
-Sí, esa soy yo... y esta -señalo a Nilenna con mi mano libre- es Nilenna.
-Skip me lo ha contado -comenta, antes de girarse a las demás y soltar un discursito en un idioma que sigo sin entender-. Vamos a salir ya -me avisa Brenna, antes de comenzar a liderar el camino.
Sé que tiene al menos un hijo o hija más... pero no sé dónde está. Parece mentira que aparentando mi edad ya tenga hijos. Katia enloquecería si tuviese hijos a nuestra edad. Tener un hijo a los dieciocho en nuestro siglo, en una sociedad moderna... es como un cartel de «la he cagado porque soy tan tonta/tonto como para no saber usar un maldito condón» colgando del cuello. Mis padres me castigarían si me quedará embarazada, porque todos sabemos que me seguirían queriendo y no podrían hacer nada más, pero estarían muy enfadados.
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LA HIJA DEL TIEMPO (ERA DE VIKINGOS) TERMINADA y CORRIGIENDO
Teen Fiction1ª PARTE DE LA SAGA "LAS HIJAS DEL TIEMPO" (CADA LIBRO ES INDEPENDIENTE) Sophia, de dieciocho años, está a tan solo unos meses de ir a la universidad. Aunque unos sucesos, que incluyen una tarrina de helado, hacen que termine en el siglo VIII. Un...