Nadie te prepara para esto. Ninguna película, por sangrienta que sea, te prepara para la realidad. Se supone que pueden insensibilizarte pero, si eres tan lista como yo, siempre sabrás que lo que ocurre en una película es mentira y que lo que ocurre en la realidad es verdad.
Los hombres a caballo tienen una gran ventaja con la que no contamos, están a mayor altura, y son muchos más. Oigo la palabra «salvajes» y «barbaros» ser vociferada como un insulto hacia los vikingos.
Ellos solo cuentan con hachas, normalmente las mismas que usan en sus tierras para cortar la madera, y escudos de madera y tachuelas de metal que tratan de protegerlos.
¿Sabes cuándo me doy cuenta de que no me consideran una amenaza? Cuando no intentan atacarme, sino raptarme.
No expresan sus intenciones pero sé que pueden ir por dos caminos: O quieren raptarme y convertirme en cristiana, o quieren raptarme, violarme y dejar mi cuerpo maltratado tirado en un camino embarrado donde acabaré muriendo.
Ninguna de las dos opciones me gusta. Y no soy de las que les gusta dejarse raptar, la verdad.
No digo palabra. Ataco directamente.
Podría haber usado la estrategia de «soy una pobre inglesa que fue raptada por vikingos. ¡Ayudadme!» O patear culos de mis antepasados escoceses. Aunque... pensándolo más detenidamente. Mi madre es griega y mi padre inglés. Las posibilidades de que alguno de estos hombres sea pariente mío son nulas.
¡Yo tengo la ventaja!
Ellos me toman por una débil muchacha vikinga. Se han equivocado de chica, y lo pagan muy caro.
Mi espada, que me la he ganado, se inserta en el estómago de uno de los hombres a caballo que intentaba subirme a su corcel y largarse conmigo.
¿Es raro si confieso que tengo mucho cuidado de no hacer daño al caballo? El pobre no tiene la culpa de que su dueña quiera matarme.
Un segundo hombre se acerca para sustituir al otro, y segundos después un tercero. Porque los grupos de atacantes no atacan de uno en uno y tomando turnos, todos van a la vez.
Me toma casi toda mi energía matarlos, mientras ignoro a los vikingos que mueren a mi alrededor. Su viaje de vuelta será mucho más largo, con menos hombres para remar.
Harold no tiene ningún problema a la hora de deshacerse de sus oponentes. No me extraña, Harold lleva años preparándose y me consta que este no es su primer viaje. No hay que ser muy lista para saberlo, su apodo «viajero» lo dice todo.
Observo a Harold mientras se endereza, su espada chorrean, su cara salpicada con gotas de sangre fresca.
En un primer momento, me horrorizo. Harold cubierto de sangre, es mucho que digerir.
Observo mi espada. Chorrea como la de Harold sobre el pasto. Levanto mi mano izquierda y deslizo los dedos sobre mi mejilla, cuando retiro la mano observo el rastro de sangre sobre las yemas de mis dedos. Me humedezco los labios y comienzo a sentir el sabor metálico de la sangre caliente en mi boca.
Siento las nauseas atacarme salvajemente, pero cierro la boca y aprieto los labios. No pienso vomitar delante de todos. Soy la doncella escudera, la única, no voy a mostrar debilidad, vulnerabilidad.
Hay cuerpos desperdigados a mi alrededor, muchos de ellos con el cuello sangrante debido al hachazo. irónicamente, uno de los caballos de los ingleses está pastando a unos metros de la batalla, sin mostrarse alterado ante la masacre.
-Kaysa.
Desvio la mirada y veo a Harold acercarse a mí con paso tranquilo, sin embargo, su voz es ahogada.
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LA HIJA DEL TIEMPO (ERA DE VIKINGOS) TERMINADA y CORRIGIENDO
Fiksi Remaja1ª PARTE DE LA SAGA "LAS HIJAS DEL TIEMPO" (CADA LIBRO ES INDEPENDIENTE) Sophia, de dieciocho años, está a tan solo unos meses de ir a la universidad. Aunque unos sucesos, que incluyen una tarrina de helado, hacen que termine en el siglo VIII. Un...