—¿Qué es eso? —Pregunté intentando pasar por delante de ellos.
Estaba empujándolos a todos, quería pasar y no me dejaban, solo se cerraban más y era frustrante.
Sentí como alguien me tapaba la boca y me arrastraba al interior de la casa.
Empecé a forcejear con todas mis fuerzas, pero me fue imposible soltarme, aún así, no paré de luchar.
Me llevó a un pequeño cuarto, en la primera planta, y luego cerró la puerta con seguro, se puso delante de ella impidiéndome salir.
Todo estaba tan oscuro, que ni siquiera podía ver mis manos.
—¿Qué quieres de mí? —Me hice la valiente, pero no recibí respuesta.
Empezó a tocar mi cuerpo y me alejé, pero no hice mucho porque me tope con la pared; siguió tocando mi cuerpo con delicadeza y yo solo estaba muy tensa.
—Quédate quieta, Shar —Susurró.
—¿Jeicop? ¿Eres... —Y me besó.
Sentí sus labios muy suaves, carnosos. No sabía si responder aquel beso, dudaba de que fuera Jeicop.
—Bésame
—No, no se quien eres.
—¿Te dejarías tocar y besar de otros? —Se notó un deje de celos.
—Esto puede contar como violación
—Sharlott, ¿crees que te violaría?
—Pues si me hubieras dicho que eras tú, no lo hubiese dicho.
—Solo bésame
—Pero...
Y nos besamos con pasión, como si no nos fuéramos a ver nunca más.
Tocó mi cuerpo con delicadeza, pero al mismo tiempo con mucha posesión.
Disfrutaba de cada roce, de cada beso.
Terminamos por desnudarnos mutuamente, por acariciarnos.
Tenía su miembro en mi mano, subiendo y bajando, él soltaba pequeños gemidos, y eso me gustaba.
Aumente la caricia, y cada vez gemía más fuerte, posaba sus manos por todo mi cuerpo, con desesperación, me pegaba a él.
Quité mi mano de su miembro y me puse de rodillas, él sabía mis intenciones, y se puso tenso, acariciaba mi cabello, deseoso de que mi boca lo poseyera.
Jugué con su miembro un momento más y luego lo Lamí, lo metí en mi boca despacio, saboreando cada centímetro; lo agarré del trasero atrayéndolo más a mí, para que todo se metiera en mi boca.
Empecé a chuparlo como podía, entraba, salía, chupaba y lamia, y también lo hacía con mi mano.
Soltaba gemidos, cada vez que repetía la acción, cada vez con más intensidad.
No pare de hacerlo hasta que muy bruscamente me levantó y me puso de espaldas a él.
No esperó mi reacción, sino que de un solo empujón, lo metió en mí, solté un gemido de satisfacción, pero me tapó la boca.
—No hagas ruido —Susurró
Y empezó con las embestidas, despacio y luego muy rápido, muy dentro de mí.
Su mano impedía gimiera como quisiera, pero estábamos en casa ajena, así que tenía que controlarme un poco, pero con esta intensidad no podía.
—Jeicop —Dije contra su mano
—No, espera
—No puedo esperar, ya estoy a punto
—Solo aguanta un poco más
Sentía ese orgasmo llegando, todo era placer, sudor, besos.
—Jeicop —Susurre una vez más
Y con solo decir eso, llego un fuerte orgasmo, seguido de él susurrando mi nombre.
Respirábamos pesadamente, intentando controlar nuestras respiraciones, y vistiendonos.
Estábamos en un silencio, pero no era incómodo.
—Vamos, deben estar preguntando donde estás.
Espere a que él saliera, mientras aún controlaba mi respiración.
Espere cinco minutos y caminé a la cocina, cogí un vaso y lo llené de agua.
—Sharlott —Voltee y era Nicholas— vamos a seguir hablando, acompañame.
Y lo seguí.