Nos dirigimos de nuevo a la sala, todos estaban muy alterados por lo que paso, yo no hice ningún ademan de decir algo, solo me senté y esperé a que Nicholas continuara con todo lo que nos estaba contando.
Todos estaban algo alterados, esperaba que continuara pero nadie decía nada.
Los mire a todos, y todos se miraban entre sí, algo raro sucedía y estaba dispuesta a averiguarlo de alguna u otra manera.
Me puse de pie para saber que ocurría y todos me miraron como si yo fuera una clase de monstruo al debían tener miedo o una especie de adoración, no sabia cual de las dos era mejor
-¿Qué sucede? -Todos abrieron y cerraron la boca sin saber que decir- Me van a decir que sucede o ¿qué? -Dije bruscamente.
.Shar -Empezó Nicholas- No es fácil para nosotros todo esto y menos para mí...
-Y para mí ¿qué? -Lo interrumpí- Todo esto es muy difícil para mí querido Nicholas.
-Querido Hermano -me corrigió- y si, es difícil para todos, y mucha más si hay secretos bomba de por medio y no sabemos como decirte todo esto, lo de ahí afuera...
-lo de afuera, se queda ahí, nosotros estamos aquí y ahora quiero saber que es lo que pasa y porque todos me miran como si fuera una clase de monstruo del que deben tener cuidado.
-Pues no queremos que te sientas así, es solo que...
-Es solo que ¿qué?, me van a decir o no que es lo que realmente pasa, porque sino, es hora de irme.
-¿A dónde se supone que vas?
-A casa, de donde nunca debí haber salido.
-Pues no te vas a ir
-¿Y quién me lo va a impedir?
-Pues, querida hermana
-No soy tu hermana
-Claro que lo eres, ahora siéntate que no hemos acabado aquí.
-Pues tampoco has comenzado -Nos mirábamos desafiantes- ¿Y bien?
-Esta bien, vuelve a sentarte por favor.
Y así lo hice, espere que todos se calmaran un poco, nadie me miraba raro ahora, pero aun sentía sus miradas acusadoras, como si yo los fuera a poner en peligro.
-Bueno Sharlott, esta es la verdad -alce mi mirada esperando.
-¡NO! -Gritó mi tío.
-No ¿qué?
-No vas a contarle nada
-Cállate tío, esto ya es entre Nicholas y yo
-Hazme el favor de respetar a tus mayores
-Pues que pena por no hacerlo.
-Basta ya -interrumpió mi tía- Yo te contaré, cariño, acompáñame.
-Querida...
-No, no más secretos, es ahora o nunca, y prefiero ahora -Me miró- Vamos.
Me levante y la seguí, iba al segundo piso y voltee a mirar a todos, mi tío estaba muy nervioso y no entendía que pasaba para que estuviera así, nunca lo había visto en ese estado.
Mi tía entró a la habitación de invitados y cerró con seguro, esto me daba mala espina, pero trate de estar controlada.
-Bien mi niña, puedes sentarte -No lo hice- Por favor
-No tía, solo cuéntame que pasa, por favor.
-Bien -Se sentó- Tengo una pregunta que hacerte -Asentí- Te has preguntado, ¿Por qué no te pareces a tu mamá?
-Sí, muchas veces, pero es porque me parezco a mi papá.
-No cariño, bueno, en parte si, pero te pareces a mí
-¿De qué estas hablando?
-Mira cariño, cuando yo conocí a tu papá eramos adolescentes, así como tú, y nos enamoramos perdidamente, pero nuestros papás no lo aceptaban, ya que nos querían con otras personas, el caso es que tu papá y yo fuimos novios durante años ha escondidas de todos, fue difícil para nosotros pero lo superamos. Cuando estabamos a punto de salir para celebrar nuestro tercer aniversario, nuestros padres nos llamaron y nos dijeron que tenían que hablar con nosotros, fueron malas noticias, muy malas, sin embargo, nosotros continuamos con los planes que teníamos, pasaron los años y seguíamos juntos, en uno de esos años, quedé embarazada con tu padre y estabamos muy felices, pero por alguna extraña razón, sus papás se enteraron y se mudaron, me sentí muy devastada y mis padres solo me echaron las cosas en cara, tuve un embarazo normal y estaba feliz por tener a mi bebé, pero mis papás decidieron que entregara el bebé a su padre, o sea a tu papá.
> Cuando estaba dando a luz, lo vi, en la ventana observándome y fui feliz en ese instante, pero él no se veía así de feliz, lo contemple mientras respiraba y luego pujaba de nuevo, al final, fue una hermosa niña, pero, no me la dejaron ver, se la llevaron y yo, me desmayé y no supe que fue lo que pasó. Cuando me dieron de alta, yo estaba triste porque lo que mis padres habían hecho, así que decidí irme de la casa en la noche y así fue.
> Fui a la antigua casa, en otra ciudad y mis padres nunca hicieron ademan de buscarme, así que viví lo mejor que pude, busque un trabajo y me hice mayor, conocí a un chico increíble, pero no podía sacarme a tu padre de la mente, ni de mi vida y mucho menos olvidar a mi bebé; el chico hizo todo lo que podía para hacerme sentir bien y por un momento lo logró y ahora estamos juntos, no nos casamos, pero si tuvimos hijos, aunque él ya tenía un hijo.
-Tía, ¿por qué me estas contando esto?
-Espera mi niña, aun no acabo -me senté junto a ella- Cuando estaba embarazada de mi segundo hijo, estaba nerviosa y lloraba, recordando a mi bebé, a la que nunca vi.
> Un día caminando por la ciudad, me encontré a tu padre, iba de la mano con tu madre y se me rompió el corazón, él me vio y se puso blanco, pero se recompuso para que ella no lo notara y nos saludamos, hablamos, me presentó a tu madre y luego quedamos de ir a tomar un café.
> El día que nos vimos, hablamos y le pregunté por nuestro bebé, me dijo que era una hermosa niña, y que era muy bonita -Sollozo- le pregunté su nombre y si se parecía a él, me dijo que no, que se parecía mucho a mí y que su nombre era -suspiró- Era Sharlott -me miró- Tú eres esa bebé que nunca pude ver y que hace años quería conocer.
No sabía que estaba sintiendo, me sentí perdida, en un extraño shock, no, no sabia que pensar, todo esto era muy confuso.
Alguien estaba golpeando la puerta, pero yo no sabia si mirar, si llorar, si gritar, solo estaba muda.
-¡NO SE LO CUENTES!
-Ya es tarde, ya se lo dije
-Por favor, abre la puerta -Mi tía, mamá, no se- abrió y entró Nicholas
-Te... tengo u... una pregunta -Dije como pude
-Dime cariño
-¿Qué tiene que ver él con todo esto?
-Él es tu hermano, pero no tiene tu misma sangre, tu papá hizo todos los papeles necesarios para que tuviera su apellido y todo lo demás.
-Tía -Dijo Nicholas- Por favor.
-Ya es tarde
Me levante y salí, pero lo que hice fue correr, corrí y corrí como si mi vida dependiera de ello, no se a donde iba, solo seguí corriendo hasta que vi algo que me dejó helada.