Me levanté con cuidado y me acerque a Jeicop, lo mire, tenía su cabeza hacia atrás y la boca ligeramente abierta, sus ojos estaban cerrados. De primera pensé que estaba dormido, pero algunos suspiros que daba lo delataron.
-Buenos Días -dije en cerca de su oído- ¿Qué piensas?
-En nada -lo bese, me encantan esos labios; su móvil empezó a sonar.
-¿Hola? -Dijo algo nervioso, frunció su ceño- No sé donde estoy... me perdí... Sé, ella está aquí... Bueno -colgó.
-Alístate, vienen por nosotros -me dijo muy serio.
Nos organizamos lo más rápido que pudimos y nos acomodamos en los asientos. Una media hora, calculo yo, llegaron unos señores.
-Hey, Jeicop -lo llamaron y él bajo del auto.
-Hola.
Todos esos hombres eran mayores.
-Sharlott, ven -me llamo, yo tímidamente me baje del auto y llegue a su lado- Ella es Sharlott Bynes -yo preferí quedarme callada.
-Que linda es -trato de acariciarme uno de ellos, pero yo lo esquive, Jeicop lo mire muy serio -¿Qué? Era solo un juego.
-Pues no juegues con ella -su mirada fue muy asesina.
-Jeicop, ellos me dan miedo -le susurre.
-No te preocupes, ven -tomo mi mano y caminamos hacia uno de los otros autos.
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Llegamos a un lugar demasiado raro, Jeicoip tenía expresión de angustia. Creo que algo estaba a punto de pasar y no era muy bueno que digamos.
-Lo siento, Jeicop -Dijo el hombre que iba de conductor. Luego salieron de uno de los autos, uns tipos grandes y armados.
-¿Qué pasa? -pregunto Jeicop asustado.
-Baja del auto -dijo un tipo en tono amenazante.
-Vamos mñeca, tú también -se rió otro.
-Sharlott...
-¡Suelteme! -forcejee yo.
-No Sharlott, quedate quieta -me susurro Jeicop.
-Hola Jeicop -dijo alguien, su voz era ronca y genial, muy genial.
-Marlon... Tú... -Dijo Jeicop tratando de encontrar las palabras adecuadas.
-Querido Jeicop... -Lo observe; era alto, su cabello negro, sus ojos verdes y una nariz levemente totcida- Te he buscado hace... ummm... no sé, hace mucho tiempo que te estoy buscando.
-¿Y Sharlott que tiene que ver en esto? -pregunto bruscamente.
-Sharlott -me tomo del rostro, me miro fijamente- Tan hermosa -paso una de sus manos por mi mejilla- ¿Ya te la tiraste, Jeicop? -se rió- No respondas, Llevenselos.
-¿A donde? -pregunto uno de los tipos armados.
-Solo sigueme, querido amigo -éste me miro de pies a cabeza, sentí un escalofrío.
-¿Qué carajo es esto? -Pregunto Jeicop.