Capítulo Veinte: ¿Y ella? #EspecialNavidad

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-Todo empezó hace unas semanas, yo estaba de compras con mis padres y como no me había gustado nada de lo que vi, entonces nos dirigíamos al auto, y llegaron unos señores con unas máscaras y armas, mis padres y yo nos quedamos quietos, no dijimos nada. Ellos empezaron a disparar y mis padres cayeron al suelo, yo solo los veía a ellos, luego llego uno de los chicos…

-¿Quién? –Me interrumpió

-No me interrumpa por favor –Me levante- Y fue Jeicop; él llego y me mantuvo a salvo, mis padres ya estaban muertos antes de que el llegara, yo estaba en shock, escuche disparos y cuando reaccione, trate de soltarme de Jeicop y corrí hacia donde estaban mis padres, le grite que él los había matado, pero no era cierto, él me estaba protegiendo cuando escuche los disparos, me arrastro hacia su auto y me subió en el, vi a mis padres en el suelo y luego ya no los vi… -Hice una pausa

-¿Qué paso después? –Pregunto interesado.

-Me llevo a la casa en la que nos encontró –Lo mire fijamente

-¿Te hizo algún daño? –No sé si decirle.

-Me disparo en la pierna y luego me curo –Me miro sorprendido

-Y así no crees que es un asesino –Afirmo

-No lo es, si lo fuera me hubiera matado junto con mis padres

-Vuelves a tener razón, pero ¿por qué te disparo?

-Quería que me quedara callada y solo de esa forma lo logro, pero solo me rozo, más no entro en mi pierna –Éste solo asintió

-¿Y luego?

-Nada -¿Qué más quiere que le diga?

-¿Cómo que nada?

-Sí, nada, ¿qué espera que le diga? ¿Qué me violaron?

-Pues, si –me empecé a reír

-Pues no, eso no fue lo que paso –pause- Es más, estuve bien cuidada, más que lo que estuviera con mi tía Venecia.

-¿Quieres ver a Venecia? –Preguntó el jefe

-Este… Si –Me senté

-¿Segura? –Asentí, él se levantó y salió del cuarto, a los pocos minutos llego Venecia

-¿Querías verme?

-¿Por qué te preocupaste en buscarme? –Fui directa

-Tus padres me dijeron que…

-Dime la verdad, Venecia –La interrumpí- Ya no soy una niña para que me mientas

-Solo quería ver si estabas muerta o no, para yo reclamar lo que tu padre y madre dejarían –Sonrió con malicia

-Lo sabía, solo eres una interesada, nunca pretendiste ser mi tía, porque no te vas a la mierda y me dejas a mi sola –La mire muy seria, se levantó y salió.

Me quede sentada y recosté mi cabeza en la meza, al parecer no tengo familia, en realidad solo quedaba ella por parte de mi madre, por parte de mi padre, pues viven en otro país y yo no me iré con ellos, quiero quedarme en mi casa. Soy una adulta y puedo valerme por mí misma; congele mis estudios porque estaba con mi padre ayudándolo en su trabajo. Pero ahora que él ha muerto, debo hacerme cargo de su empresa.

El jefe entro de nuevo en el cuarto, no quise levantar la cabeza.

-¿Estás bien? –No, no lo estoy

-Si –Alce la cabeza

-Bien, puedes retirarte –Me levante y salí

Quería ver a Jeicop, lo necesitaba; antes de bajar las escaleras me encontré a Diego, él me miro y me senté a su lado

-¿Qué te preguntaron?  -Le pregunté

-Pues, que hacía en esa casa, si yo había asesinado a tus padres y todo eso –Agacho la cabeza

-¿Y Jeicop?

-No lo sé, entro primero que yo y no ha salido –Suspiro

Me quede con él esperando a que Jeicop saliera, vi salir a mi tía súper enojada, menos mal mi Diego se convirtió en espía, sino le diría que se viniera a vivir conmigo, no soporto a mi tía; Ella nos miró mal y siguió su camino, ambos nos reímos.

Ya había pasado una hora desde que estábamos sentados esperando que saliera Jeicop y nada, en ese tiempo Diego y yo jugamos, nos reímos, nos contamos lo que había ocurrido en nuestra vida desde que no nos veíamos.

Media hora después, salió Jeicop con sus ojos rojos, estaba llorando supongo, Diego y yo nos levantamos al tiempo, él me miro y sonrió, fue directo donde Diego y lo abrazo y luego me abrazo a mí, y me alzo, cruce mis piernas alrededor de su cintura. No quise preguntarle nada, quería que sintiera que estoy para él en cualquier momento.

-¿Estás bien? –susurre en su oído

-Sí, lo estoy –Me baje y él quedo con su brazo alrededor de mi cintura.

-¿Podemos irnos? –Pregunto él

-¿A dónde iremos? –pregunto Diego

-Podemos ir a mi casa –Sugerí

-¿De verdad? –Preguntaron los dos al tiempo, sonreí

-Si claro

-Pues andando –Dijo Jeicop

-Esperen –los detuve- ¿En que nos iremos?

-¿Tienen dinero? –Preguntó Diego

-Salgamos, ya veremos que hacemos –dije yo caminando

Al salir, respiramos aire fresco, lo necesitaba, estuve mucho tiempo ahí, mire a los chicos, creo que se sentían bien.

-¿Entonces? –Dijo Diego

-¡Vamos, suban! –Nos gritó alguien desde aun auto, los tres miramos

-¿Quién es? –Les pregunte

-¿Van a subir o qué? –La voz era de una chica, me parece conocida

Bajamos las escaleras que nos separaban del auto, apenas llegue me incline a ver quién era

-Oh, no –susurre.

Holaaaaaaa

Feliz navidad, muchas gracias por leer y apoyarme en esto, alguna duda, preguntan en los comentarios *-*

Besos

El Sabor Del PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora