Yo era una joven normal de 18 años; vivia con mis padres en California. Una tarde estábamos dando un paseo y ver tiendas para comprarme algo, como no me gusto nada, decidimos irnos a otra parte, llegando al Parker nos sorprendieron....
- ¡CONTRA LA PARED! -gritaron, yo me quede muy quieta donde estaba mientras mis padres se pegaban a la pared- te dije que contra la pared -me susurro en el oído, así que camine hasta donde estaban mis padres- ¡oye, niña! -voltee a mirarlo- haya no -alcé una ceja- al otro lado -asentí y me dirigí hacia haya.
Cuando iba llegando a la pared mi padre me grite que corriera, cosa que hice de inmediato cuando alguien me atrapo en sus brazos y me tapo los oídos, al fondo escuche dos disparos -''Pumm pumm''- grite y trate de zafarme de aquellos brazos.
- No puedes ir -me susurro.
- Déjame... -salí corriendo hacia donde estaban mis padres- ¡MAMÁ! ¡PAPÁ! -grite muy fuerte y empecé a llorar, él me agarro del brazo y me hizo girar - Suéltame -forceje, pero falle- ¡QUE ME SUELTES! -grite llena de miedo y enfado, hizo caso omiso, porque me agarro más fuerte, me levanto y empezamos a caminar hasta una camioneta, me metió bruscamente y cerro- ¿a dónde vamos? -pregunte.
- Me llamo Jeicop Lewis -lo mire.
- No me importa -dije seria- ¿a dónde vamos? repetí la pregunta.
- ¿te puedes callar? -dijo brusco, yo solo lo fulmine con la mirada.
- No -lo mire- ¡TU MATASTE A MIS PADRES! -le grite enfadada- mátame, adelante, aquí me tienes, ¡HAZLO HIJO DE PUTA! -me apunto su revólver- anda, dispara -lo rete.
- No te disparare -retiro el revólver.
- ¡Cobarde hijo de puta! -le dije a punto de llorar del enfado.
- ¡CALLATE! - me grito y apunto de nuevo.
- ¡hazlo, maldito infeliz! -bajo un poco y apunto a mi entrepierna, grite más fuerte- ¡JODER!
- Ahora grita todo lo que quieras, tienes una razón para hacerlo, la próxima -señalo mi cabeza y acaricio su revólver con ella -ira en tu hermosa cabecita -la bajo.
- ¿a dónde vamos?, ¿me vas a curar? -estaba muy asustada.