Me le quede viendo a su amigo, era realmente guapo, alto, de piel blanca y cabello negro, sus ojos azules y unos labios rosados y gruesos.
-Soy Matías -rodee los ojos.
-Ya lo sé
-Eres más bella de lo que pude imaginar -¿qué digo?
-Eh... ¿gracias? -dije confusa, se rió
-No hay de que -se giro- ¿qué haremos?
-¿De qué? -Ladee un poco la cabeza
-No sé, algo divertido -volvió y se giro, y me apunto con un arma.
-¿Qué haces? -empecé a abrir unos cajones que tenía cerca.
-¿Qué haces tú? -se fue acercando; por fin encontré un arma, la saque y apunte también en su dirección.
-Aléjate de mí
-¿En serio me dispararas? -ancho su sonrisa.
-¿Crees que no? -alcance a rozar su pecho con el arma.
-Jeicop me dijo que mataste a una persona, muy valiente viniendo de ti -alzo una ceja
-Sí, y no tendré miedo de dispararte -dije, ¿desde cuándo soy tan valiente?
-Yo he matado a muchos, más que tu, preciosa -puso su arma en mis labios- ¿Qué edad tienes?
-18, ¿Por qué? -me puse seria
-Pensé que estabas muy nerviosa respecto a lo que paso -Asentí
-Aun estoy nerviosa, pero si debo dispararte, lo hago -que rudeza.
-Lo hiciste para... -lo interrumpí
-Salvarnos, ya lo sé, ¿podrías dejar de repetirlo? -Asintió.
-Ven acá, preciosa -bajo su arma, mis brazos con el arma y me abrazo; su abrazo era tan cálido y reconfortante, me sentía bien- Hiciste las cosas bien, muy bien, debes de sentirte feliz porque aun estas viva -hizo que lo mirara, me perdí en sus ojos azules.
-Lo sé, pero me sigo sintiendo culpable -dije en susurro.
-Ven, vamos a sentarnos a hablar -me soltó, cogió mi mano y me llevo directo a la sala, nos sentamos en el gran sofá.
-Mira, con lo de esos hombres, es bueno que aprendas a disparar
-¿Por qué?
-Porque ellos son asesinos de personas inocentes y Jeicop y yo, hacemos lo posible para salvar esas personas.
-¿Y qué pasa con las personas que mueren?
-Sus familias nos contactan y nosotros buscamos los asesinos.
-Espías -dije por fin.
-Exacto -concordó él- por es que te tenemos aquí, y más porque estás sola, ¿no es cierto?
-Sí, el resto de mis parientes viven en otro país y supongo ellos no saben.
-¿Quieres que lo sepan? -Negué- ¿Qué fue ese ruido?