Mi admirador secreto ||Niall Horan||.

#02. «Almuerzo entre tres».

Capitulo dos.

  —Hora de despertar hija —la voz de mamá se sentía cerca. 

Ya me había despertado. Abrí los ojos con toda la pereza del mundo. Ella besó mi frente y se fue de mi cuarto. Supe que era hora de abandonar a mi querida cama. Hice mi rutina diaria de todos los días. 

Comí el desayuno a las apuradas, ya que mamá tenía que ir a trabajar. Tomé mi mochila, y subí al auto. Entré a la escuela, mis amigos ya no estaban aquí, supongo que a ellos los vería luego en el salón.

 Abrí mi casillero, aún faltaban cinco minutos y quería sacar mis libros. Al abrirlo, una nota cayó al piso. Lo abrí y era una invitación al baile de disfraces que harían por Hallowen. La dejé de nuevo, saqué mis libros y antes de darme vuelta, una cara que ya se me hacia muy conocida apareció.

—Hey Burton —me llamó, sin separarse de sus amigos como siempre. Estoy pensando seriamente si no son todos novios, nunca se despegan.—¿Irás mañana?

—No, gracias  —volteé y seguí mi camino hasta el salón.

El día se pasó normal, como todos los días, bastante bien para un tercer día de clases. Marcus no asistió a clases por lo que estuve sola en la mayoría de las clases, con Eri solo compartimos tres materias. 

A la salida caminé a mi casillero a tomar el dinero que mamá me había dado para almorzar, ya que -no es nueva noticia- tendría que almorzar sola. 

—Oye ______ —escuché a Niall. Volteé y estaba con su modesto traje de fútbol con el escudo de la escuela. Estaba impecable, por lo que aún no empieza su entrenamiento. Y sorprendentemente sin sus amigos/novios.  —¿Iras o no a mi fiesta?

—No lo sé, no creo realmente —dije mirándolo y me encogí de hombros. —Además no tengo ganas de ir a aplaudirte a tu casa. 

—Vamos, no tendrás que aplaudirme. Será divertido, y no tienes que traer regalo —me guiño un ojo. Suspire. 

  —Lo pensaré —cerré mi casillero. 

 —Está bien, te veo mañana en la noche —salió corriendo. 

  —Claro —dije con una mueca y salí de allí. Noté el auto de mi madre afuera, ¿No era que estaba en el trabajo? A no ser que tenga otro hijo aquí, cosa que dudo. 

Subí al auto.

—Mamá ¿Qué haces aquí? —dije sorprendida. Besé su mejilla. 

 —Tenemos un almuerzo especial —me sonríe y el auto avanza. Bajé el vidrio por el calor  y no pude voltear a ver a los chicos del equipo de fúlbol. El único que se hacía notar era Niall, ya que era el que pateaba al arco.

 —¿Me explicas que es eso del almuerzo? 

  —Ahora sabrás.

Estacionó enfrente de un restaurante. Bajé del auto y ella también, colocó alarma y entramos. Ella caminó hasta la mesa dónde se encontraba un hombre de traje y con una sonrisa de oreja a oreja. 

—Yaser, te presento a mi hija _______ —el se levanta y me da un beso en la mejilla. 

—Encantado ____ —sonríe y se vuelve a sentar. Mamá se sienta a su lado y yo, enfrente. 

—Igualmente Yaser —dije sonriendo. 

Yaser era el novio de mi mamá desde hace ocho meses, y esta es la primera vez que puedo conocerlo. Siempre lo ve en el trabajo así que jamás viene a comer o almorzar en casa.  La comida y bebida ya estaba servida, supongo que Yaser ya había ordenado.