#39. «Problemas de Zayn».

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Capitulo treinta y nueve.

—Buenos días, hermosa –me dice con su voz ronca al oído.

—Hola Niall –le digo mirandolo. Me cubro bien con la sabana, y el ríe.

—Linda, no te cubras, ya te he visto todo anoche –me dice y reí. Veo una bandeja a mi lado. El desayuno. Me lo había traido a la cama. Sonrío tiernamente, y empiezo a comer.

—Anoche me la pase genial, contigo –digo y me sonrojo. Eso se me escapo solo.

—Yo igual, bebé –me dice y me besa dulcemente. Su celular suena, y se empieza a vestir.

— ¿Qué paso? ¿Sucedió algo malo? –le pregunto preocupada, se peina como puede, y me besa, para luego, tomar su chaqueta. Todo ya estaba seco.

—Me tengo que ir a casa de Liam. Los chicos no sabían que vendría aquí anoche, y deben estar preocupados. Te amo –me besa y se va hasta la puerta.

—Niall –le digo antes de que se vaya. Volte sobre los talones y me sonríe–. Tambien te amo.

—Te llamaré –me dice y se va. Se escucha el ruido de la puerta de abajo cerrarse, y me quedo mirando la ventana. Hoy había un poco de sol. Estamos llegando a primavera, y eso es lo más lindo. Me levanto, y me doy una ducha. No era necesario desnudarme, Niall ya lo había echo anoche. Miro mi anillo de castidad. Esto también venía en el libro de charla que compro. Me lo quite orgullosa. Y lo deje sobre el lavadero de mi baño. Una ducha de diez minutos, y salgo de ahí, recibiendo un mensaje de Eri.

“Estoy abajo, perra. Abreme”.

Bajo con cuidado, envuelta en la toalla. Abro la puerta, y recibo un afectuoso abrazo.

—Hola linda –me dice sonriendo.

—Hola hermosa. ¿No estabas con tu abuela? –le pregunto riendo. Ella rueda los ojos y se sienta en mi sillón.

—Bueno, ya sabes donde vive nana. En medio de la nada. Hable con mis padres, y les dije que me vendría antes porque Sam necesitaba ayuda con el bebé. Entonces, veme aquí.

—Genial, bienvenida a mi casa –le digo riendo.

—Gracias. Por cierto, necesito hacer el numero uno. Iré a tu baño –dice y subo rápido. Voy detrás de ella. Ella cierra la puerta, y yo me visto. El cabello ya me lo había secado antes de que llegara Eri. Me coloco mis jeans, unos calcetines, y mis converse. Arriba opte por una remera basica de mickey, y arriba de esta un sweater de moustache.

—____ Marie Burton. ¿Este es tu anillo de castidad? –me pregunta con el anillo en la mano. Oh mi dios, lo había olvidado en el baño.

—Si. –asiento y me coloco mi gorrito.

— ¿Y no piensas ponertelo de nuevo? –me dice y suspiro pesadamente, mientras bajo las escaleras.

—Noup –contesto tomando un poco de café que hizo Niall–. ¿Quieres?

—No. Ahora mismo me explicas que ha sucedido entre tú y ese chico que te ha robado lo único tierno que tenías –dice y reí.

—Fue Niall –suspiro y ella forma una sonrisa, como el gato de alicia en el pais de las maravillas. Wow, nunca note que Eri tenía la boca tan grande.

—Oh my god –dice ella emocionada–. Perdiste la virginidad con Niall. ¡Perdiste la virginidad con Niall! ¡TU Y NIALL PERDIERON LA VIRGINIDAD JUNTOS!

—Eri, basta, hasta mi madre se enterará –le digo y ella ríe.

—Hamburguesas en la casa de Doll. Ahora, yo invito. Celebremos –toma mi mano y me arrastrá hasta la salida. Cierro la llave y entramos en su auto. A decir verdad, no me quejaría. Eri nunca invita a pagar esas hamburguesas. Y la verdad es que eran deliciosas.

Mi admirador secreto ||Niall Horan||.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora