Mensajes Directo Al Corazon

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Cuentos del Pastor
NARANJAS AL PERSONAL

Juan trabajaba en una empresa hace dos años. Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones. Llegaba puntual, y estaba orgulloso, de que en dos años nunca recibió una amonestación.

Cierto día, buscó al Gerente para hacerle un reclamo:

-Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero, y estoy a gusto con mi puesto; pero siento que he sido postergado. Mire, Fernando ingresó a un puesto igual al mío hace sólo seis meses, y ya ha sido promovido a Supervisor.

Mostrando preocupación, el gerente le dice:

-¡Uhmm! Mientras resolvemos esto, quisiera pedirte que me ayudes con un problema. Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy; en la bodega de la esquina venden fruta, por favor, averigua si tienen naranjas.

Juan se esmeró en cumplir con el encargo, y en cinco minutos estaba de vuelta.

-Bueno Juan, ¿qué averiguaste?-Preguntó él jefe de Juan.

-Señor, si tienen naranjas para la venta.

- ¿Y cuánto cuestan?

-¡Ah!... No pregunté por eso.

- Ok, ¿Pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?- Preguntó serio.

-No... Tampoco pregunté por eso señor.

-¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?

-No sé señor, pero creo...que bueno pues- respondió Juan nervioso, no sabiendo que decir.

-Bueno, siéntate un momento.

El Gerente tomó el teléfono, y mandó llamar a Fernando. Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a Juan, y en diez minutos estaba de vuelta.

Cuando retornó el Gerente pregunta:

-Bien Fernando, ¿qué noticias me tienes?

-Señor, tienen naranjas, lo suficiente para atender a todo el personal; y si prefiere, también tienen plátano, papaya, melón y mango. La naranja está a $1,5 pesos el kilo, el plátano a $2,2 la mano, el mango a $0,9 el kilo, la papaya y el melón a $2,8 pesos el kilo. Me dicen, que si la compra al mayoreo, nos darán un descuento de 8%.

He dejado separada la naranja, pero si usted escoge otra fruta, debo regresar para confirmar el pedido.

-Muchas gracias Fernando, pero espera un momento.

Se dirige a Juan, que aún seguía esperando estupefacto, y le dice:

- Juan, ¿qué me decías?

-Nada señor, eso es todo, muchísimas gracias, con su permiso.-y avergonzado salió de la oficina.

Reflexión

Es interesante, como nuestros reclamos parten siempre de un ego sobrevaluado; nos adueñamos de una apreciación parcial de la realidad; y jamás ponemos en balanza nuestra capacidad, que puede resultar inoperante, ineficaz e inútil.

En lo espiritual, muchas de nuestras oraciones, llegan al cielo con la misma actitud de la historia. Nos parece injusto lo que estamos recibiendo, o sencillamente merecedores de algo más; simplemente porque tenemos más tiempo en la fe, que aquellos que vemos bendecidos (y que llevan muchas veces demasiado poco en la misma fe) , y con quienes nos estamos comparando.
¿Y es suficiente ser de la fe, o permanecer en la Gracia para reclamar "derechos"?

Pablo ánima a Timoteo con estas palabras:

Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
2 Timoteo 2:1