Testimonio

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¡QUIERO SER TESTIMONIO!

En estos tiempos modernos, todo el mundo va de prisa, corremos de un lado para él  otro y dejamos que el estrés sea el amo y señor de nuestra vida

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En estos tiempos modernos, todo el mundo va de prisa, corremos de un lado para él  otro y dejamos que el estrés sea el amo y señor de nuestra vida.

Si bien es cierto que debemos esforzarnos y usar nuestras habilidades para alcanzar nuestras metas, en esta carrera con frecuencia se nos olvidan principios básicos que deben de ser parte del fundamento de toda persona creyente:

1. Reconocer que todo lo que tenemos nos es dado por Dios; las bendiciones vienen de El, no del mundo. En la Biblia, esto nos lo enseña la historia de Abraham.

Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
Génesis 17:5-6

habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
Génesis 18:18-19

2. Recordar que todo lo que Dios nos da, nos es dado por gracia, quiere decir, por su favor, y no por nuestro esfuerzo propio. En la Biblia, esto nos es enseñado por Isaac.

Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia. Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente.
Génesis 21:12-13

Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
Génesis 24:14

Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac.
Génesis 25:5

Nos ocupamos tanto de las cosas del mundo, que se nos olvidan estos principios; con frecuencia necesitamos pasar por un desierto, una época difícil, un momento de dolor o una pérdida, para recordarlos

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Nos ocupamos tanto de las cosas del mundo, que se nos olvidan estos principios; con frecuencia necesitamos pasar por un desierto, una época difícil, un momento de dolor o una pérdida, para recordarlos. En la palabra, esto nos lo enseña la historia de Jacob

Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Génesis 32:24-28

El “tendón del muslo” es el tendón de inserción del músculo cuadríceps femoral, que es el más fuerte del cuerpo (aquí sacamos provecho de nuestra formación médica), y cuando se lesiona, quedamos cojos.
La historia de Jacob es impresionante, pues Dios le tocó la parte más fuerte de su cuerpo, el cual representa la vida carnal, dejándolo cojo para siempre.

Cuando pasamos por momentos de dolor, sufrimos un quebranto a nivel emocional, no en el cuerpo.

Es durante estos momentos de dolor que el Espíritu de Dios nos quebranta y reconocemos que solos no podemos pasar por las crisis, y que necesitamos doblar rodillas y volvernos humildes ante Dios, aceptando su supremacía.

Los momentos difíciles nos cambian emocional y espiritualmente; así, cada vez que enfrentamos nuevas pruebas, recordamos nuestra debilidad y nuestra sumisión ante Dios.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Salmos 51:17

La persona que ha sido quebrantada ya no presume de sí misma, ni de sus logros; ya no confía solamente en su capacidad e inteligencia, sino que, en cada paso, recuerda que todo lo que tiene viene de Dios, y que todo nos es dado por gracia.

Podemos identificar a esta persona porque sus palabras y sus acciones reflejan a Jesús en su corazón, y porque tiene una fe inquebrantable.

Cuando la vida te toque el “tendón del muslo”, vuelve tus ojos a Dios y dele gracias, porque los quebrantos edifican la fe y señalan el camino que El tiene para cada uno de nosotros.

La cojera de Jacob simboliza el quebranto del Espíritu, es un símbolo de que él fue tocado por Dios y de que puede ser testimonio de lo que Dios hizo en él. Si usted está pasando por un momento difícil, ríndase a Jesús, deje que lo toque y luego sea testigo del milagro que hizo en su vida.

El sana a los quebrantados de corazón,Y venda sus heridas.
Salmos 147:3

Que Dios bendiga tu semana

Melania y Alejandro

Melania y Alejandro

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