Capítulo 20

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Me despierto por la mañana y bajo a desayunar como todos los días, pero al entrar a la cocina veo algo que no me gusta, Tom y Gi no están, Dougie esta sentado en la mesa desayunando, sentado en una silla a su lado está Marvin, que nada mas verme entrar se va corriendo.

-Hola -digo entre fría y vergonzosa mientras cojo algo para desayunar.

-Hola -contesta el de la misma manera, mientras mastica un pedazo de tostada- ¿que tal has dormido hoy? -pregunta intentando sacar conversación.

-Bien -contesto secamente- ¿y tu? -añado.

-Bien -responde.

Me siento en la mesa y desayunamos en silencio, cuando acabamos comenzamos a recoger los platos.

-¿Donde están Tom y Gi? -le pregunto mientras lavo los platos que él me va dejando en el fregadero.

-Gi tenia hoy la ultima prueba del vestido y del peinado para la boda, porque es el sábado y ya estamos a miércoles, y Tom tenia que hacer algunas cosas para el grupo.

-¿Y tu no deberías haber ido con Tom? -le pregunto algo borde.

-No, no era imprescindible que yo fuera y no quería que te quedases sola en casa.

-No tienes que preocuparte por mi, se cuidarme solita.

-Lo he hecho porque he querido. ¿Tienes algo que hacer hoy?

-No, la verdad es que no.

-¿Quieres que vayamos a dar un paseo?

-Me da igual -le digo intentando parece indiferente mientras termino de enjuagar el ultimo plato, pero en realidad estoy deseando ir con él a donde sea.

-Bueno pues hasta después de comer tienes tiempo de pensártelo -contesta mientras sale por la puerta. Hace días que lo noto bastante triste, sé perfectamente que es por mi actitud, pero no pienso cambiarla, él se lo ha buscado, y aunque yo también me esté muriendo de dolor por dentro y me duerma llorando todas las noches no pienso cambiar mi trato hacia él. Aunque sea cruel por mi parte.

Después de estar un rato viendo la tele, bueno más bien tirada en el sofá con ella encendida pero sin hacerle ni caso, decido ir adarme una ducha antes de comer. Me ducho y me visto algo para andar por casa, pues no tengo pensado in con Dougie a ningún sitio. Bajo las escaleras y al entrar al salón para tirarme en el sofá otro rato antes de comer veo el comedor y me quedo impresionada, no se qué decir. La mesa está puesta muy elegantemente, con un mantel blanco precioso y la vajilla y cubertería buena, en el medio de la mesa hay un pequeño jarrón con unas pocas flores, que deduzco que Dougie ha cogido del jardín. Me quedo parada en la puerta completamente paralizada, entonces entra Dougie con una fuente de espaguetis a la boloñesa.

-Es lo único que sé cocinar -dice sonriendo tímidamente mientras se encoge de hombros sonrojándose.

-¿Has hecho tú todo esto? -Consigo preguntar.

-Si, -dice con una tímida sonrisa de medio lado mientras coloca la fuente en la mesa al lado de las flores- ¿te gusta?

-Si, -contesto algo vacilante- esto todo muy bonito, las flores son preciosas- le digo sonriendo algo tímida yo también.

Dougie aparta una silla de la mesa para que me siente, yo le hago caso y me siento donde me indica, en cuanto lo hago el vuelve a acercar la silla a la mesa y se va a la cocina. A los pocos segundos vuelve con una botella de vino en la mano.

-Es de tu tierra -me dice sonriendo.

-Jajaja si -le contesto- creo que no voy vestida para la situación-digo sonrojándome.

-No te preocupes, pongas lo que te pongas tu siempre estás preciosa -me contesta sirviéndome vino en la copa que está al lado de mi plato.

-Gracias -le contesto poniéndome roja como un tomate.

  Comemos, la verdad es que está bastante rico. Charlamos durante la comida y Dougie me vuelve a preguntar lo de ir a dar un paseo por la tarde, finalmente accedo a ir con él, al ver que se ha tomado tantas molestias con la comida y porque la verdad es que me muero por ir.

Mi corazón nunca mienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora