Capítulo 09

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"La belleza de la mujer no está en su cuerpo, sino en el brillo de su hermosa mirada"

Anónimo


Apenas me dice que vaya a su oficina ingresa de nuevo a ella. Muy a mi pesar tomo la libreta de apuntes y sigo tras él.Antes de ingresar a la oficina trato de respirar varias veces para serenarme, es increíble que el día no termine y me han ocurrido tantas cosas. Ahora espero que lo que tenga que decirme Nelson no complemente mi hermoso día.

Al llegar lo encuentro sentado firmando unos documentos y ordenándolos.

—Dígame —le digo al sentarme. Deja los papeles y me mira atentamente.

—Sé que trabajas duro y te desempeñas muy bien en tu trabajo de eso no tengo dudas, pero esta vez necesito mucho más de ti.

Espero que no sea una propuesta indecente porque no lo soportaría y en esta ocasión no huiría, sino que le diría todo lo que se merece.

—Necesito saber si puedes estar ciento por ciento comprometida en el evento de la Agencia. Se viene el Fashion Week como lo sabes y hay que agotar hasta el último recurso humano. Te necesito más que a tiempo completo, en otras palabras, te necesito solo para mí.

Me parece que es alguna broma sus últimas palabras, pero al verlo tan serio me doy cuenta que no lo es. Por mucho que trato de mantener mi mente en sendero correcto se inquieta y empieza a dar rienda suelta a algunas cosas indecentes con la expresión «te quiero solo para mí». Es lógico que se refiere a trabajo ¡Ay Millena, contrólate mujer!

—¿A qué te refieres? —necesito preguntarle para tener todo claro.

—Tu horario son las ocho horas requeridas, pero desde mañana o desde hoy me gustaría que me ayudaras aún más sin esperar una hora de salida.

—Pero...

—Descuida, serán recompensadas tus horas extras de eso no te preocupes.

—No me refería a eso, bueno aunque eso también es importante —sonríe al escucharme —, por lo menos debo de saber cuánto es ese tiempo adicional que voy a estar aquí, recuerda que ha cierta hora no hay transporte y no me gusta andar muy tarde por allí.

—Por el transporte no te preocupes me comprometo a ir a dejarte todas las noches.

—¿Por cuánto tiempo será este nuevo horario?

—No hay tiempo, no sé cuánto nos tardemos en planearlo todo. Puede ser mucho antes o el mismo día del evento.

—Timoteo —pienso en mi gato.

—¿Qué pasa con Timoteo? —se queja Nelson.

—Necesito cambiar su comida, agua y él sabe a la hora que llego. Me va a extrañar.

—Déjale puesto muchas pepas, suficiente agua y ya.

—¡Nelson! —Lo reprendo —Es su comida y no solo es ponerle "pepas" como dices, necesita de mimos y cariño.

—Ay Millena yo también necesito mimos y cariño y rehúsas a dármelos, pero a un animal lleno de pelos le das hasta besos.

—Nelson por favor... — siento que mi cara arde de escucharlo —, no te compares con un gato.

—¿Me creerías si te digo que siento envidia de Timoteo? Cada vez que lo nombras o me acuerdo que está contigo me lleno de rabia.

—Estás loco —rio ante sus ocurrencias y el hace lo mismo.

Inesperado IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora