Capítulo 42

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"No es suficiente ser bonita, hay que saberlo ser"

María Félix


Llevamos viajando aproximadamente una hora y aunque Nelson ha dicho que es una casa en el campo según veo es en una provincia cercana. He guardado todo en el bolso porque son pocos días y tras sus indicaciones he decidido llevar ropa cómoda, traje de baño porque hay una piscina y algo para pasear por allí. Viajar con él es grato porque podemos hablar de cualquier tema y no le importa que cambie la canción cuando no me gusta, muy diferente a Laura que siempre me quiere matar cuando cambio de canción antes que termine. Hay momentos en el que me toma de la mano y me da un beso y más que nada me agrada la idea de pasar unos días con él. Además, ya es hora que descansemos después de todo el trabajo que se llevó a cabo.

—Nunca he visto a tus padres por la Agencia —comento ahora que ha surgido el tema de la familia.

—Podría asegurarte que ya están radicados en New York desde hace un par de años. Cuando empezaron a frecuentar el país para visitar a mi hermana dos veces al año mi mamá empezó a querer quedarse por más tiempo. Al principio estaban donde mi hermana, pero luego decidieron comprarse una casa y ya viven allá, a mamá le gusta esa vida.

—¿Tienes planes de irte también? —pregunto ya que ha surgido el tema. No responde enseguida y mantiene su mirada al frente como si estuviera absorto en el paisaje.

—Al principio pensaba eso, pero creo que mi vida está acá. Admito que disfruto ciertas cosas de allá sobre todo al estar al tanto de las nuevas tendencias o visitar ciertos lugares, pero hasta ahora no he sentido esa atracción de pertenencia. Tampoco me cierro a esa posibilidad.

—Comprendo. Entonces la casa está sola generalmente todo el tiempo según puedo darme cuenta

—Sí, solo está una pareja de esposos jóvenes que se encargan de darle mantenimiento, pero ellos viven aparte. No te preocupes que nadie nos molestará ni te sentirás incómoda solo seremos los dos.

Escucharlo me tranquiliza un poco porque me gustaría disfrutar estos días más cómodamente. Al llegar casi muero de la impresión porque pensé que iba a ser una casa sencilla, pero me he encontrado que es la megacasa. Desde el exterior se puede observar el reflejo azulado de la larga piscina, también unos destacados y frondosos árboles que adornan no solo la casa sino todo su derredor. A medida que avanzamos en el auto al interior me quedo más impresionada.

—Lo sé, es demasiado ostentosa —Sonríe —. A mamá le ha gustado siempre el lujo y luego de comprarla poco a poco fueron arreglándola hasta convertirla en todo esto.

—Es una pena que ahora no puedan disfrutar de todo esto.

—Lo mismo pienso —afirma —, pero ahora para ella esta es su casa de vacaciones. Espero presentártela cuando esté en el país.

Al poco tiempo cuando nos bajamos del vehículo somos recibidos por un perro de raza Rottweiler, aunque aprecio a los animales "ese hermoso perrito" provoca que no intente salir del vehículo. Cuando Nelson da la vuelta puedo observar que le hace mimos al perro y él gustoso lo recibe.

—Ven —dice tomando mi mano cuando abre la puerta —. Es amigable, lo que tienen de tamaño y de apariencia lo tienen de cariñoso. Se llama Eko.

Aun con mucho temor dejo que se acerquen a mí y que empiece a olfatearme, me tranquilizo un poco cuando veo que pierde el interés en mí para volverse a acercar a Nelson. Se ve hermoso y aunque dan ganas de acariciarlo no lo haré o al menos hasta que le tenga un poco más de confianza. Creo que ha sido una buena idea no haber traído a Timoteo. Enseguida ingresamos a la casa y tal como se ve por fuera en el interior es elegante, está decorado de forma magnífica y el acabado es perfecto.

Inesperado IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora