Capítulo 30

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"Enamorarse es amar las coincidencias y amar es enamorarse de las diferencias".

Jorge Bucay


Dejar esa habitación no ha sido nada fácil. Pero, un fin de semana es suficiente para haber disfrutado del "momento". Nelson ha sido tan atento conmigo que no contengo la felicidad; su trato, palabras, caricias y sobre todo el placer, demuestra el "buen hombre" que es y esperaba que fuese. También es cierto que no pude evitar pensar una y otra vez en lo bien que se lo pasa con Nicolle y otras mujeres, pero me prometí a mí misma diciendo que no arruinaría "ese momento". Quiero imaginar que solo es y fue así conmigo.

—¿Una semana? ¿Estás segura? —pregunta pasando sus manos por el volante del auto que está estacionado cerca del edificio donde vivo.

Suspira. Mantengo mi mirada sobre él sin titubear, no voy a cambiar de opinión y debe saberlo.

—Sí, llegaré a tiempo para el Fashion Week si eso es lo que te preocupa.

—Eso es lo de menos, Millena. Lo que en realidad me preocupa es que no hemos hablado, necesito que quede todo claro entre nosotros.

Me sonrojo. Es cierto, hicimos todo, menos hablar. Pero siento que necesito alejarme unos días para reflexionar y así ver las cosas desde afuera. No quiero cegarme por el encanto y seducción de Nelson, lo que menos quiero hacer es sufrir, y si me arriesgo, tengo que estar segura que puede funcionar. Quizás ese es mi problema, pienso demasiado y no dejo que las cosas fluyan.

—Solo preciso esos días. No he visitado a mi familia y quiero aprovechar que está casi todo listo para el evento. Necesito unas pequeñas vacaciones.

—¿Tenías pensado hacerlo o solo porque ha sucedido lo nuestro?

—Quiero verlos. Además, han sido días difíciles y no he tenido tiempo de descansar como se debe. Hemos logrado preparar un gran evento mucho antes de lo previsto así que me merezco unos días libre.

—Mille va todo tan bien, espero que esto no cambie ―suspira―. Lo único que deseo es que seas muy sincera conmigo. Yo... bueno, tú bien sabes mis sentimientos hacia ti, te quiero de verdad y eso no cambia. Pero tampoco quiero que te obligues a aceptar algo solo por el hecho de haber tenido sexo conmigo. —Toma mis manos y las besa al mismo tiempo que me mira con dulzura —. Quiero que te decidas por mí, deja a Rodrigo que bien sabes que no lo amas.

Aparentemente él tiene bien claro sus sentimientos. Se supone que yo también, pero no quiero dar por sentado eso. Por muy extraño que parezca no siento vergüenza con él, ni siquiera después que vio mi cuerpo desnudo, todo lo contrario, a lo que pensaba, me sentí cómoda y feliz. Nelson logra que me sienta segura de mi misma. Ahora estoy convencida que esperar el tiempo necesario para mi primera vez ha valido la pena. Tal vez nuestra relación no funcione, o, todo lo contrario, llegue a tener éxito. Pero de lo que sí estoy segura es que ha sido la mejor experiencia de mi vida.

No recuerdo cuantas veces hicimos el amor, pero en todas dejamos que nuestras almas se juntaran en una dulce melodía de gemidos. Ha repetido muchas veces lo loco que lo vuelve mi cuerpo y aunque eso parezca insignificante, para mi es importante. Aquello ha sido mutuo, porque admiré su esculpido cuerpo, es asombroso. No dudo de su cariño, pero promesas dichas en momentos de placer no son muy confiables, quiero creerle pero no es suficiente.

—Te aseguro que cuando regrese tendré una decisión tomada —enfatizo.

Pasa su mano por mi cerviz y acerca mi rostro hacia él, besa suavemente mis labios y une nuestra boca en un beso aterciopelado que dura unos minutos.

Inesperado IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora