Inesperado I

Capítulo 17

"Todos los días son un desfile de modas y la vida es tu pasarela"

Anónimo

Bajo del taxi aliviada al darme cuenta que he llegado a tiempo, el fin de semana siempre es difícil encontrar un transporte a tiempo y la compañía confiable que siempre llamo tiene averiado el teléfono. Por suerte no tuve inconvenientes, antes de entrar me doy una última mirada al vestido para fijarme que todo esté bien. Estoy nerviosa, bueno siempre lo estoy y lo peor es que muchas veces es sin motivo alguno. De seguro las ideas locas de Laura me han traumado o me han dejado preocupada. Mejor alejo toda idea improductiva y me apremio a entrar antes que llegue Erick y para rematar vaya a arruinar la sorpresa que tanto han planeado.

Al adentrarme al lugar quedo maravillada, es un lugar que desborda elegancia y buen gusto. Aunque la oscuridad es patente en el lugar las luces que se evidencia debajo de las mesas le dan la iluminación necesaria. También hay una luminaria desde el techo que solo alumbran el alto florero con esas flores blancas exquisitas. La mayoría ya están aquí, puedo distinguir la elegancia y el buen gusto al vestir de todos. Las hermosas modelos hacen gala de sus torneados cuerpos para lucir los más ajustados y transparentes vestidos. Los modelos hombres también hacen solemnidad de su buen gusto.

—Hola Mille —susurra en mi oído una sorpresiva y casi conocida voz.

—¡Chris! —jadeo al pronunciar su nombre y darme cuenta que es él.

No puedo evitar mirarlo por entero, esa acción hace que me ruborice y él con su sonrisa socarrona se deleite de mi guardia baja. Es que es imposible no darse el tiempo para admirarlo, con ese traje espectacular con cortes asimétricos en el chaleco que combina con esa corbata de lunares. Tanta ropa no impide que recuerde que desnudo es más atractivo.

—Hace mucho que no te dejas ver, es increíble que trabajando para la misma Agencia casi no nos veamos ―comenta provocando que regrese de la Luna a la Tierra.

Al escucharlo hablar nuevamente una sensación recorre mi cuerpo de forma extraña, debo reconocer que solo es un muchacho a mi lado. Pero aquello no me frena al recordar que me hizo suspirar o colapsar cuando tuve que presenciar una sesión de fotos de algunos modelos donde él era un ardiente y sensual bombero.

Chris es un modelo que puede hacer alucinar a cualquier mujer incluso a mí, aunque me de vergüenza admitirlo, y eso que no soy de las mujeres que suspiran por cualquiera hombre simpático. Es que su cabello corto, esas cejas bien pobladas y esos ojos color ámbar dejan a cualquier mujer embelesada. Esa nariz respingada que se une a esa boca bien delineada me hizo suspirar ciertas noches imaginándome cómo sería besarlo cada vez que presenciaba una de sus sesiones de fotos. Es que posee algo inexplicable que logra desestabilizarme con una sola mirada, hasta me hacía irme de bruces por lo que tenía que caminar con cuidado cuando me miraba.

Aún tengo grabada en mi mente la imagen cuando, con un pantalón sucio que simulaba la hazaña de haber apagado el fuego de algún incendio y su dorso desnudo que enmarcaba uno a uno sus músculos posando para el lente de la cámara. Más deleitable se volvió cuando sostenía de un lado las gafas con su boca en combinación con esa mirada seria. ¡Ay no!, solo recordarlo me hace desestabilizarme por completo. Por esa y más razones dejé de ir a las sesiones de fotos, no quiero ni recordar las otras fotos que presencié cuando estaba desnudo que solo lo cubría el casco de bombero.

—E-exacto, bien raro que casi no nos encontremos por ahí —respondo odiando que mi voz salga entrecortada y nerviosa —. Además, también ahora hacen mayormente las sesiones al aire libre.

—Eso es cierto —resopla al contestar mientras muerde su labio inferior derecho haciendo que me quede mirándolo como estúpida —. Pero, deberíamos de aprovechar el tiempo cuando nos vemos, como hoy, por ejemplo. Déjame decirte que estás hermosa pareces una diosa griega.