Inesperado I

Capítulo 18

"No se trata de la talla que usas, se trata de cómo usas la talla"

Anónimo

La familia es uno de los pilares más importante de la sociedad, es la base para que existan buenas personas, pero lamentablemente no todas cuentan con una para apoyarlos. O simplemente debido a algún periodo de "rebeldía" llegan a asumir que no la poseen o que no los comprenden. Como dirían por ahí: familia es familia. Al percibir el cariño y esmero que sus familiares pusieron para que Erick tenga su fiesta me hace recordar a mi familia. Tiene sus defectos como todas e incluso se pelean casi siempre, pero no la cambiaría por nada. Son quienes me han apoyado en todo momento y aunque no estuvieron de acuerdo para que me fuera de la capital a buscar empleo a la final terminaron aceptando.

Será difícil olvidar la cara de asombro y emoción de Erick y es que en todo este tiempo nunca lo había visto tan feliz. Al parecer según lo que dijo se imaginaba algo sencillo y familiar ya que lo trajeron a este lugar con esa excusa. Lloró y armó un drama al presenciar su sorpresa, luego agradeció a todos los presentes comunicando el cariño que siente por haber asistido exteriorizando el cariño hacia él.

Para mi sorpresa Nelson aún no ha llegado, intento disimuladamente buscarlo por todos lados, pero no puedo dar con él. Me sorprende ver a Nicolle sola y aunque intente encubrir se desborda su mal humor, pensé que vendría con ella porque en todo acto social siempre está pegada a él. Pero al verla sola mi teoría se confirma: no vino. ¿Por qué no habrá llegado? Espero que no haya tenido algún inconveniente, aquello me preocupa enormemente. Aunque Nelson no es un hombre que se enferma con frecuencia, temo que mucho trabajo vaya a afectar.

Dejo de pensar en él cuando siento que Chris presiona mi cintura para unirme más a él. El sonido de la música también me vuelve a la realidad. Su olor me embriaga, la preocupación se convierte en nerviosismo. Nuestros cuerpos no podrían estar más pegados y lo hace a propósito. Lo que me sorprende es que no hago ningún intento por apartarlo. Vuelvo a pensar que fue lo mejor permitir que Chris sea mi pareja de baile. Ahora mientras seguimos el ritmo de la música confirmo que es un buen bailarín.

Aunque me llevo bien con casi todos a veces llego a sentirme sola en las reuniones sociales, además mayormente estoy acostumbrada a socializar en fiestas de la Agencia con Rodrigo y Nelson.

—Me gusta tu fragancia —susurra muy cerca de mi oreja. —Juraría que es de Chanel

No puedo evitar erizarme ante su susurro, aquello provoca una pequeña tensión en mi cuerpo que estoy segura ha percibido. Cierro los ojos para tratar de estabilizarme y responderle.

—Si —contesto —es Coco Mademoiselle, al parecer tienes mucho conocimiento de perfumes de mujer, es evidente.

Suelta una risilla que se ahoga en mi cuello, el efecto que causa es mayor. Separa su rostro para quedar frente al mío y sonríe, hago lo mismo.

—Tengo tres hermanas, a ellas les gusta esa marca. Solo eso. —exclama mientras arquea sus cejas y sonríe de lado —. ¿Me crees?

—Por supuesto, no tengo por qué dudar de ti. No tengo derechos.

—Pero podrías tenerlos si tu quisieras.

Lo miro fijamente y él hace lo mismo, a continuación, se centra en mis labios y poco a poco se va acercando, mi estómago empieza a sentir unas contracciones, sobre todo cuando puedo sentir su aliento caliente sobre mi rostro; cierra los ojos y yo hago lo mismo.

—Pero miren a quien tenemos aquí —jadeo al escuchar su chillona voz —. Mi querido Chris.

Inmediatamente nos separamos un poco al tener junto a nosotros a Nicolle, se acerca a darle un beso muy cerca de sus labios acompañada de una mirada seductora, de esas que pone a babear a los hombres. Chris se pone un poco nervioso y por el rabillo del ojo me mira.