Me levante de golpe al escuchar la puerta.
—Anya, ¡ve a abrir la puta puerta! —grite adormilada.
—Astrid Ivánova, levanta tu jodido culo, y abre tú la puerta, ¡seguro que ya llego del aeropuerto!
¿Quién habrá llegado del aeropuerto? Qué más da.
Me volví a acostar, pero algo interrumpió mi sueño. Abrí los ojos de golpe. Emma.
Mierda.
Salte de la cama y corrí a abrir la puerta. Tras ella se encontraba mi británica favorita, Emma Smith.
Al principio me miró enfadada, aunque no tardo en intentar darme un abrazo, que yo pare chocándole los cinco.
Odio los abrazos. ¿Quien dijo que una persona invadiendo tu espacio personal es reconfortante? . Que extraña es la gente a veces.
—¡La rusa más sexy que conozco! —chillo, a lo que yo reí.
Acaba de volver de California, preparando todo para nuestra mudanza.
—¿Y yo que? —preguntó una voz detrás de nosotras. Anya.
Emma le sonrió, —las dos sois mis rusas sexys.—se encogió de hombros. Anya la abrazo, y nos fuimos a sentar a salón.
Emma Smith, una de mis mejores amigas desde que me fui de Rusia. La conocí en unos baños en una discoteca de Soho, estaba vomitando mientras se reía, juro que ha sido de lo mas traumático que he visto en mi vida. En cambio Anya y yo crecimos juntas, nuestros padres eran mejores amigos desde jóvenes, así que somos amigas desde que éramos bebes.
—Se me olvidaba como eran los tíos, el acento que tienen es... caliente—, le tire un cojín que le dio justo en la cara, eso es por solo hablar de chicos —hablando de tíos, —sonrió—¿qué tal Christian?—le preguntó a Anya. Bufe.
Christian Monn, el novio de Anya. Un cabron de mierda básicamente.
—Bien, todo un príncipe.
Hice como si fuera a vomitar. Emma y yo reímos, mientras que Anya me miraba mal.
Seguimos hablando de como fue su viaje, y de la universidad en la que nos había matriculado:—Estuve investigando, y corren unos rumores sobre ciertas reglas que tenemos que seguir. Es como si fuera una jerarquía. Los americanos son muy raros.
—A estas alturas deberías saber los Ivánov no seguimos reglas. ¡Somos rusos!
Me reí de Anya. No hay quien la aguante cuando se pone en modo rusa ninja.
—Es que estas reglas las impusieron unos rusos.
Eso llamo mi atención ¿rusos, imponiendo reglas? Demasiado típico, pero aun así misterioso, no recordaba ningún ruso importante viviendo en Los Angeles.
—Explícate—Anya estab igual de interesada que yo.
—Los tres rusos más calientes de Los Ángeles—sonrió maliciosa, —Alexey Vinográdov, Nicolay Vólkov y, por último, Liam Kózlov, el peor de los tres.
—¿Rusos eh? —sonreí traviesa. Me encanta joder con los de mi país, sencillamente porque todos tenemos un cierto complejo de dios, y me encanta joderles esa imagen.
—Si, pero estos son rusos chungos. No sé mucho sobre ellos, pero si he escuchado que son muy peligrosos. Se dice que andan metidos en cosas ilegales, y que socializaban con la mafia.
—¿Con la Bratva?
Si antes estaba intrigada, ahora quiero ir a ver quienes son. Mucha gente tiene negocios con la mafia rusa, eso no es lo da curiosidad. Yo vivi ahi durante un tiempo, y me acuerdo de con quienes teníamos negocios, y la cosa es que no me suena ningún Liam, y si son tan "chungos" como dice Emma, yo los tendría que conocer. Que extraño.
—Así es, tu padre de seguro los conoce.
Me quede pensativa.
—Liam Kózlov—repetí. Quizas Liam no, pero estoy segura que de algo conozco a un Kózlov, aunque no sé de qué—¿por casualidad sabes si Liam es su nombre verdadero?
Me miró cejuda, —no lo es, se lo cambio al llegar a los Estados Unidos, no se sabe por qué. ¿Como sabes?
—Kozlóz, ese apellido me suena—me raque la barbilla pensativa. ¿De donde me suena? Me frusta no saber.
—Bueno, hay que admitir que los tres están como quieren, —no se como lo hace, Emma tiene un don para hablar sobre chicos, enserio,—y más con esa aura de peligro les rodea.
—¿Bueno, y cuáles son sus 'reglas'? —preguntó Anya con un toque de burla en su voz.
Yo todavía seguía dandole vueltas. Se que lo conozco de algún lugar, estoy segura.
—Primero, no te metas es sus cosas, —señalo con sus dedos, —no les hables a menos que ellos quieran, y no los toques a menos que ellos te den permiso—término Emma.
Me reí, ¿de que libro cliché las habrán sacado?, toda la intriga se fue por la borda. Ahora si que no los puedo tomar enserio. Volví a reírme.
—No sabes las ganas que tengo de conocerlos, —me burlé, —davay narushim nekotoryye pravila.
(-Rompamos algunas reglas- en ruso)
{...}
Emma y yo estábamos tiradas en el sofá viendo una película, cuando Anya entró con los ojos hinchados y temblando por la puerta.
Se tiro en el sofá, y apoyo en Emma, quien le paso los brazos por encima de los hombros.
Mientras Anya seguía llorando, Emma solo me miraba confundida.
—Christian me ha dejado —sollozó esta, y volvió a absorber mocos. Apagué la televisión, y me volví a ella, insegura de que hacer.
Me sentía mal por ella, por una parte, estaba contenta porque al fin había dejado a este desgraciado, pero por otra, no me gustaba verla así. ¿A quien le gusta ver a una de sus mejores amigas llorar?
Le di una palmadita en el hombro, eso es similar a un abrazo, ¿no?.
Aunque me parece raro que este asi de afectada, por un tio con el que solo se encapricho. Dicho por ella. que conste. Ha pasado por demasiado como para ponerse a llorar por algo así. No.
—¿Qué más ha pasado?
—Nada, no tienes de que preocuparte —intentó tranquilizarme con una sonrisa demasiado forzada.
—Anya...—advertí. Una de las cosas que más odio son las mentiras, y más que me mientan a la cara, como lo estaba haciendo ahora mismo ella.
—Me dio una cachetada —susurró , tragó duro y aparto la mirada de la mía.
Sentí como la rabia se esparcía en mi interior. Me levante furiosa del sofa. Clave mis uñas en las palmas de mis manos, hasta el punto que dolía, buscando una manera de distraerme de las ganas que tenia de romperle el cuello a cierta escoria.
Ese cabrón no debería haberse metido con una Ivánov. Porque Anya es de nuestra familia, y nadie se mete con nosotros.
Ese hijo de puta iba a recibir lo que merece. Cogí las llaves de mi coche y salí cerrando de um portazo. Christian Monn esta apuntó de arrepentirse de haber nacido.
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¿Que os parece?
Astrid en multimedia.
He cambiado el username the ig, ahora es:
@teensminddsQuería daros las GRACIAS POR LEER, y por haberle dado una oportunidad a mi libro, enserio os lo agradezco un montón, espero que sigáis, porque esto solo es el comienzo🥰🥰
SE
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IVÁNOV
ActionSoy Astrid Ivánov, nacida en San Petersburgo, Rusia. Hija directa de Dimitry Ivánov, jefe de la Mafia Rusa. Me mude con esperanzas de cambiar mi vida y de dejar la Bratva atrás, pero lo que no sabía era que me encontraría con alguien peor que yo, a...