Soy Astrid Ivánov, nacida en San Petersburgo, Rusia. Hija directa de Dimitry Ivánov, jefe de la Mafia Rusa.
Me mude con esperanzas de cambiar mi vida y de dejar la Bratva atrás, pero lo que no sabía era que me encontraría con alguien peor que yo, a...
Después de que Liam se fuera a no se donde, me adecente, y para cuando salí, ya todos estaban despiertos, rato después, todos se fueron dejándome sola.
Decidí hacerle unos cambios al coche con el que correría hoy.
{...}
Termine con el coche, y minutos después me llego una llamada de Anya, avisándome que las carreras serian en Viskí, y que me fuera preparando.
Me levante ansiosa, ya que hacia tiempo que no corría de verdad.
Me duche ya que esta llena de aceite de motor, y decidí ponerme una camisa de tirantes escotada en forma de V, unos jeans negros, y unos tacones grises. Decidí no ponerme una chaqueta ya que la noche estaba bastante acalorada.
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Me maquille simple, rímel, y rojo carmesí en los labios. Me puse tres brazaletes de color doradado, a juego con un collar largo enredado en mi cuello. Me cepille los dientes, y cogí mi pistola, junto con mis preciados cuchillos.
Antes de salir me retoque el labial, y cogí las llaves de mi Camaro.
Llame al idiota de mi primo, ya que el otro idiota no me cogía el teléfono. Tres tonos después contesto.
—¡Hasta que al final contestas hombre!
—Ya bueno, no te quejes tanto. Nosotros ya vamos de camino, nos encontramos ahí.—me dijo.
—¡Muchas gracias por esperarme!—enfurruñada colgué.
Baje al garage, saque mi coche, y salí.
{...}
Media hora después, me encontraba entrando por los túneles para coches de Viskí.
Música y motores de coches era lo que se escuchaba. Y que decir que me sentí mas que cómoda, este era mi ambiente, mi casa.
Todos los coches estaban aparcados creando un circulo gigante. Aparque al lado de conocido Lamborghini de mi hermano.
Anya, Emma y Alek se encontraban apoyados en el capo de su anaranjado coche, bebiendo algo desconocido para mi.
Según me acerque, todos los que ahí se encontraban me saludaron y me ofrecieron un baso con un liquido dentro, el cual inmediatamente reconocí como Vodka.
—¿Y los demás?—pregunté mientras bebía de mi baso. Este me señalo detrás de mi con su cabeza.
Ahí se encontraba Liam con una mujer, encima suyo. El manoseaba el culo, mientras que ella le metía la lengua hasta la bellota.
Sentí una opresión el pecho y me entraron las ganas de arrancársela de encima, y golpearla, mas me contuve, ya que no había razón para hacerlo. Liam solo es un estupido.