Me gire acomodándome para seguir durmiendo, pero unos susurros me lo impidieron. Con dificultad abrí pos ojos, y estos tardaron en acostumbrase a la luz del día. Me pos frote con la yema de mis dedos para borrar cualquier rastro de sueño.
Mire a mi alrededor, y me extrañe al darme cuenta que no estaba en mi habitación.
Seguramente me quede dormida en el sofá cuando estábamos viendo la TV.
Mire a Liam, quien estaba profundo, con una pierna sobre las mías y su brazo izquierdo que yo había apartado anteriormente de mi persona para poder levantarme, ahora sobre su cuerpo.
—¡Callaos ya! —escuché un susurro. Me voltee y divise muchas cabezas asomadas por el marco de la entrada al salón.
Los mire extrañada.
—¿Que estáis haciendo raritos?
Todos me sonrieron, y sin ninguno responderme, se fueron por distintos caminos.
Negué con la cabeza y me pare con pereza, para estirarme como un gato.
Escuché como Liam bostezaba y sentí como se recostaba en el respaldo del sofá.
Con pereza me volví a tirar al sofá.
—Buenos días—me sonrió, para luego bostezar.
—Buenos días.
—¿Qué tal has dormido? —me preguntó. Volví mi cabeza hacia él, y le sonreí.
¿Sera que alguien alguna le ha dicho lo guapo que se ve recién levantado?
—Bien, ¿y tú?
—Hacía años que no dormía tan cómodamente—dijo pícaro.
Intentado esconder mi sonrisa de estúpida, recosté mi cabeza en su hombro, sin preguntarle si le importaba. ¿Aunque después de haber dormido juntos que mas da no?
Iba a contarle que todos en la casa estaban actuando raro cuando alguien me interrumpió.
—Vaya, los tortolitos ya están despiertos—escupio Janel agridulce. Suspire, y levante mi cabeza del hombro de Liam con cansancio.
—Si no te importa Astrid, me gustaría hablar con mi novio a solas— habló, haciendo énfasis en 'mi novio'.
Me encogí de hombros y me pare con dignidad, salí de ahí con la cabeza alta. Aunque no llegue ni a las escaleras, cuando cuatro manos me cogieron y me arrastraron a la cocina, en contra de mi voluntad, que quede claro.
—¡Perra perrisima! —me dijo Emma ofendida. Anya al lado de ella la apoyo con un asentimiento de cabeza. Las mire confundidas.
—¿Se puede saber de qué estáis habla....
Unos gritos me interrumpieron. Ya que desde la cocina se podía ver el salón completamente, podíamos ve lo que estaba pasando.
—¡Tú y yo no somos nada joder! —gritó Liam exasperado, y a mi casi se me para el corazón de la emoción.
—¡Pero para meterte dentro de mis bragas si lo somos no!
Apreté los labios.
Ahi fue cuando sentí como las paredes de mi corazón temblaban hasta casi derrumbarse.
Que le gustaba me decía. Que sentía latigazos, que se estaba volviendo loco por mí. Pero para follarse a otra está listo.
Janel subió las escaleras enfurecida, y Liam se quedó en el salón. Se foto las manos por la cara repetidas veces, bufo frustrado, y le dio una patada a aire.
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IVÁNOV
AçãoSoy Astrid Ivánov, nacida en San Petersburgo, Rusia. Hija directa de Dimitry Ivánov, jefe de la Mafia Rusa. Me mude con esperanzas de cambiar mi vida y de dejar la Bratva atrás, pero lo que no sabía era que me encontraría con alguien peor que yo, a...