All you never say ||Resubiendo||

Capítulo 23

Capítulo 23

Alice

La cuenta regresiva había disminuido considerablemente, mi madre se había encargado de hacer los últimos preparativos por pedido mío. Tanya no iba a ser impedimento de mi felicidad. Las terapias habían ayudado, así como las pastillas para controlar la ansiedad.

Ahora podía estar más tranquila, pero me sentiría completamente en paz cuando saliera del país. El motivo más importante para acelerar la boda era la luna de miel, mis padres nos habían regalado a Felix y a mí unas vacaciones en Sudamérica. Eso me alejaba aún más del continente europeo y aseguraba una luna de miel llena de amor sin pensamientos negativos.

Con todos los pendientes tachados de la lista lo único que me falta es decir "Acepto" a mi novio. Siento un gran nudo en la garganta, no sé si es de felicidad, emoción o incluso angustia, o de todos esos sentimientos revueltos en mi interior.

En menos de 24 horas dejaré de ser Alice Cullen para convertirme en la Señora Vulturi. Tal vez suena al título que llevaría alguien mayor, yo ni siquiera he cumplido los treinta, pero ese nombre me hace sentir especial. Durante años lo que menos esperé de mi era llegar a casarme y formar una familia, me parecía una posibilidad lejana y, por supuesto, no mi principal prioridad.

—Tierra llamando a Alice —salgo de mi ensimismamiento cuando escucho la voz de Gianna.

—Ese es bonito, Gigi —finjo que estoy prestando atención a lo que dice.

Ella se limita a mirar el vestido que tiene entre las manos y hacer un gesto de desagrado, me detengo a inspeccionarlo con más detalle y me doy cuenta de la razón de su expresión.

—Estas en las nubes, Ali. ¿Es a causa de la boda? —ella sigue pasando la vista entre los escaparates.

—Estoy bien, de verdad te estaba escuchando.

—Te dije como tres veces que aquel vestido era una ofensa para la moda.

La sigo por los blancos pasillos de la tienda. Sorprendentemente no me siento con ganas de comprar ropa, lo cual es algo raro en mí.

—Concuerdo por completo —tomo una blusa con detalles de lentejuela—. Solo estoy algo nerviosa. ¿Qué haré si él se arrepiente en el último momento?

— ¡Esa es bonita! —la arrebata de mis manos y enseguida camina para agregarla al bulto que ya tiene en brazos la dependienta.

— ¿Y por qué estamos aquí de todos modos? Tenía planeado ir a un spa y gozar de un masaje facial completo para ocultar el cansancio en mi cara.

—No luces para nada cansada. Y no creas que te salvarás de una boda normal, debemos llevar a cabo cada regla impuesta por la sociedad.

No comprendo a qué se refiere pero lo dejo pasar cuando ella corre en dirección contraria cuando ve algo que atrae su atención. Es después de unos minutos, cuando noto las características que lleva la ropa que ella elige, que caigo en la cuenta de lo que trata de hacer.

¿Y cómo demonios no pasó por mi cabeza? Mañana es mi boda. Es lógico que Gianna haya planeado una despedida de soltera a mis espaldas. No creí que ella fuera capaz de eso, y la verdad tampoco estaba en mis planes. Hasta donde sé, y por las películas que he visto, las despedidas de soltera nunca terminan bien.

— ¿Estás segura de esto? —Gianna me mira al instante—. No quiero llegar tarde a la iglesia y mucho menos con resaca —levanto un dedo acusador pero ella solo rueda los ojos y se ríe.

—Eso no va a suceder, lo tengo todo planeado —me guiña un ojo—. Además, Holly me ayudó a planearlo. Se podría decir que toda la idea ha sido de ella, yo solo hice lo que me dijo.