Capítulo 31
Alice
Paso una toalla por mi cabello con una sonrisa. El sol, la arena y la playa me hacían sentir que había tomado la mejor decisión de mi vida en cinco años. Nunca había venido a las Bahamas pero ahora no me quería ni ir.
Llevaba una semana de vacaciones, aquí era como si el tiempo se pasara más lento. Los recuerdos de mi boda se iban borrando de a poco, ya casi no dolía. Aún me sentía incompleta sin Felix, imaginándome lo que diría si estuviera aquí conmigo, y luego imaginando lo que debería de estar diciéndole a su novio.
Estaba feliz por él, no podía negarlo pero quería tener a alguien que me hiciera feliz a mí de la manera en que Alec lo hacía con él.
Regreso a mi mesa cuando el mesero deja mi bebida allí, le sonrío en agradecimiento y doy un trago al vaso. Saco un cuaderno de dibujo de mi bolso, busco una hoja nueva y me pongo a hacer trazos por la página.
El primer día no podía dejar de pensar en Felix y para evitar la depresión compré un cuaderno para darle atención a mi segundo amor. En las noches de insomnio me ponía a trabajar en nuevos diseños. Era lo único que me mantenía a flote.
Luego de un rato tomo un descanso para revisar mi celular, había enviado mi currículum a varias editoriales y diseñadores que me pudieran ayudar a financiar mi colección. No estoy dispuesta a dejar que mi madre me ayude sí ella va a poder manipularme a su antojo. Y para mi no sorpresa, mi bandeja esta llena de mensajes de ella.
Apago el móvil con enfado, con su insistencia no me dan ganas de volver a California. Con solo imaginarme que ella va a estar acosándome o incluso arreglando otro matrimonio para mí. Aunque no creo que lo haga, no tiene más personas de las cuales sacar provecho. Felix es el único hijo de los Vulturi, y los Denali solo tienen hijas.
Ahora solo tiene a Edward como su último recurso, me siento mal por él ya que no sabe lo que le espera cuando se case con Gianna. He visto que de verdad la quiere pero Esme no va a detenerse hasta conseguir lo quiere, y es capaz de arruinar la vida de mi hermano.
Como lo hizo con Emmett.
Me arrepiento profundamente de haberlo rechazado por años, si en aquel tiempo hubiese conocido a la verdadera Esme yo me habría ido con mi hermano. Solo ahora entiendo por qué lo hizo, o al menos en parte.
Lo primero que haré al volver a California será viajar a Los Ángeles para hablar con Emmett, espero que no se ponga difícil, sería capaz de pedirle una disculpa por todo lo que le hice en estos años.
***
Bella
Despierto gracias a un cosquilleo en mi cabeza, abro los ojos con lentitud. Mi mirada se cruza con una de color verde, me hace recordar al bosque de Forks, Washington que solía visitar cuando vivía con mi padre.
Doy la vuelta sobre la cama para cubrir mis ojos, luego sonrío al sentir un beso en mi mejilla.
—Abre los ojos, amor —un beso más cerca de mis labios.
—No.
Tomo la cobija y me tapo hasta la cabeza, pronto me doy cuenta del peculiar color crema. No deberían ser de ese color, cuando me fui a dormir eran de color purpura. Decido dejarlo pasar cuando unas manos me envuelven.
—Sal.
Edward comienza a hacerme cosquillas a través de mi protección, me revuelvo de un lado a otro sin poder controlar mi risa. Por alguna extraña razón no siento nada pero mi cuerpo sabe que esa es la reacción correcta.

ESTÁS LEYENDO
All you never say ||Resubiendo||
FanficLuego de cinco años, la vida le da una nueva oportunidad a Bella. California. Una nueva ciudad situada a poco más de dos horas de su antiguo hogar (Los Ángeles), suena a una nueva oportunidad pero Bella no sabe aún lo que le espera. Edward Cullen ha...