Capítulo 13

922 78 61
                                    

Capítulo 13

Edward

Cuando escuché la palabra "hospital" lo primero que se me vino a la cabeza es que algo malo le había ocurrido a Bella. Era una forma de relacionar la ausencia de Bella con la llamada. Sonaba lógico.

Pero más tarde, cuando escuché el nombre de la institución supe que era algo peor. Incluso me permití desear que algo le hubiese pasado a Bella, o inclusive a Gianna. Conocía muy bien el hospital St. Hall, y no me gustaba ese lugar. Quise colgar la llamada al instante pero no quería que el remordimiento viniera después.

— ¿Sr. Cullen? —preguntó por tercera vez la mujer.

—Sigo aquí —hago una pausa—. Yo no tengo nada que ver con Tanya Denali, no más. Pero puedo pasarle el número de sus padres y...

— ¿Perdón? Creo que está equivocado... ¿Es usted Carlisle Cullen?

¿Carlisle? ¿Qué tiene que ver mi padre en todo esto?

—No, soy su hijo. Edward Cullen.

—Oh, ya veo. Ha habido una confusión —ella suspira y murmura algo en voz baja—. La administración es un desastre y los archivos se han mezclado. ¿Será posible que me proporcione un número para localizar al Dr. Cullen?

Frunzo el ceño sin comprender nada.

—Por supuesto.

Le dicto el teléfono de mi padre y una vez que he terminado le pregunto el fin para el que lo necesita. Carlisle no se inmiscuyó demasiado en los problemas de Tanya y los Denali, así como mi madre me alejó de ella en cuanto vio que era un posible factor de escándalo para la prensa.

—Es información confidencial —dijo la mujer antes de colgar.

¿Confidencial? Era mi padre de quien estábamos hablando. ¿Qué puede ser tan secreto que ni siquiera al hijo del Dr. Cullen pueden decirle? Nunca creí que mi padre fuese del que guarda secretos, eso era más bien una característica de mi madre.

Me pongo de pie dispuesto a hacer una visita a mis padres, ni siquiera me importa llegar tarde a casa y arriesgarme al enfado de Gianna. Quiero saber cuánto antes qué relación tiene Carlisle con St. Hall. No creo que sea de negocios precisamente, eran dos instituciones completamente diferentes.

—Esperaba que siguieras aquí.

Levanto la mirada al instante. Bella me mira y muerde su labio apenada, sus ojos están rojos como si hubiese estado llorando. Mi corazón se encoge ante el pensamiento de Bella estando triste. Ella fija la mirada en la mesa, donde he dejado el billete para pagar por la comida.

— ¿Ya te ibas? —su voz es débil.

Niego con la cabeza sin poder pronunciar palabra. Tal vez Gianna se enoje conmigo por llegar tarde, pero vale la pena si estoy con Bella.

—Puedo quedarme otro rato —respondo.

Ella asiente y toma asiento frente a mí, no ha sonreído en ningún momento y eso me preocupa.

— ¿Estás bien? —me atrevo a preguntar.

—Lamento haber llegado tarde —se disculpa—. No creí que siguieras esperándome.

—Podría esperarte toda una vida, Bella.

Ella se sonroja y baja la mirada, puedo captar la sombra de una sonrisa. Hay un poco de brillo en sus ojos cuando nuestras miradas se cruzan de nuevo.

—Entonces cuál es el plan —salta más animada.

Le doy una larga mirada sin confiar mucho en su sonrisa. Es como si hubiese levantado un muro que oculta su verdadero estado ánimo, sé que está mal pero aparenta que todo sigue igual.

All you never say ||Resubiendo||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora