All you never say ||Resubiendo||

Capítulo 31

Capítulo 31

Bella

Esa noche llegué a casa con una Lilly demasiado feliz, en el camino de regreso a casa no dejaba de decirme lo mucho que quería a Edward. A pesar de haber estado con él en pocas ocasiones ya se había encariñado de él.

—Hora de dormir —anuncié.

Lilly seguía brincando en la cama, parece ser que tenía una buena recarga de energía.

—¡Lillian! Es suficiente. Acuéstate ahora o no te dejaré salir con Edward otra vez.

Era un pequeña mentirilla. Lo había hablado bien con Edward y acordamos que él la cuidaría solo cuando Holly tuviera que terminar la clase antes. Pero le pedí que no le dijera a la niña que compartían el mismo ADN, era muy pronto para confundir su cabecita con temas de adultos.

Una vez que arropé a Lilly en la cama saqué un libro de cuentos de su cajón y me dediqué a leerle. Ella escuchaba atentamente hasta que de un momento a otro se quedó dormida.

—¿Edward?

Me vuelvo hacia la puerta y veo a Jake recargado en la pared. Dejo el libro en la mesa de noche y apago la luz de la lamparilla. Salgo de la habitación con Jacob siguiéndome.

—Ya lo sabe. Intenté racionar con él pero no quiere alejarse de Lilly.

Siento su mano aferrarse a mi hombro para darme la vuelta, levanto la mirada preparándome para la pelea que viene. Me sorprendo cuando veo que su rostro de contrae en una mueca de dolor.

—Bella —su voz es un susurro.

Suelta mi hombro solo para llevar su mano a su pecho, cierra los dedos de manera brusca arrugando la tela de su camisa.

—¡¿Jacob?!

Sus piernas se debilitan y cae al suelo de rodillas, emite un gemido de dolor. Mi corazón late rápido por el miedo.

Sé perfectamente lo que esta pasando pero me he quedado congelada sin saber qué hacer. Una voz en mi cabeza me obliga a reaccionar y enseguida me agacho hasta quedar a la altura de mi esposo.

—¡¿Jacob?!

Abre la boca en busca de aire, lo tomo como una mala señal y corro en busca de mi celular. Marco al número de emergencia, miro a Jacob mientras espero a que alguien responda, ahora se ha tirado por completo en el piso.

Mi peor miedo se estaba volviendo realidad. Jacob estaba sufriendo un infarto y yo estaba entrando en pánico. Me sentía tan impotente y molesta porque lo único que podía hacer era llamar a urgencias.

—911. ¿Cuál es su emergencia?

***

Edward

Cierro la última maleta y la pongo en el piso. Había llegado el momento de enfrentar la verdad y Gianna no se opuso cuando fui al departamento para recoger mis cosas.

—Creo que eso es todo —ella entra y se sienta en la cama.

—De verdad lamento cómo terminaron las cosas.

—Supongo que ya era tiempo.

Ella baja la mirada, esta triste. No es la primera vez que veo esa mirada, de hecho había pasado por eso muchas veces sin sentir lastima de las lagrimas derramadas por mi anteriores conquistas. Pero esa vez era diferente.

Aunque me cueste admitirlo lo que tuve con Gianna no había sido del todo una farsa, ella estuvo conmigo en los tiempos difíciles sin dejarme caer. Y si había algo que podía agradecerle a Gianna era haberme ayudado a encontrar a Bella.