Por más que pasaron los días y meses , Génesis seguía llorando debido a la distancia que la separaba de su madre , la extrañaba muchísimo , y a eso le agregaba la tristeza por no haber podido seguir estudiando.
Ella se lamentaba ... " ¡ Si supiera escribir por lo menos podría escribirle a mamá para que sepa cómo la extraño, y pedirle que me venga a buscar , yo igual no como , solo quiero estar a su lado ! " ... Lágrimas corrían por su bello y delicado rostro.
" Pepellín " el gato , era su compañero leal desde que llegó a esa casa , todos los días sin falta venía a dormir con ella , y aquello que parece insignificante para Génesis era un gran consuelo , sentía que no estaba tan sola y que alguien en esa casa la apreciaba , aunque fuera el gato.
Pero una noche Pepellín no fue a dormir , Génesis halló raro que su leal amigo no le estuviera ronroneando feliz por la compañía que recibía de Génesis y por su cariño. La niña abre la puerta de su dormitorio con un candelabro en la mano, el viento hacia que la pequeña flama de aquella vela se atenuara y creciera , no permitiéndole ver bien , lo buscó por los lugares que él acostumbraba a estar , pero nada , no lo halló.
- ¿ Qué haces aquí ? - pregunta una vos ronca detrás de ella .
Génesis da un salto del susto arrojando la vela al suelo.
- ¡ No te asustes niña , soy Antonio el dueño de la casa , esposo de Julieta tu tía ! - .
Don Antonio , cómo le decían había regresado de un largo viaje que había hecho hacia Europa , arriesgando su pellejo para traer con él a unos familiares italianos.
- ¡ Disculpe señor buscaba al gato , el duerme conmigo todas las noches y hoy no ha aparecido ! - contesta tartamudeando Génesis.
- ¡ Oh niña ve a dormir , ese gato debe andar detrás de alguna gata en celo ! - contesta aquel hombre con toda liviandad.
Génesis no comprendió muy bien a qué se estaba refiriendo este caballero , tomó el candelabro con la vela y se retiró a su dormitorio , hoy Pepellín no vendría a dormir.
Esa noche conciliar el sueño le fue muy difícil. Quedó mirando fijamente la danza de la pequeña flama de aquella vela y por fin se durmió.
Amanece y antes de que el sol salga por completo Génesis ya está en pie , así se lo han indicado desde que comenzó a hacerse cargo de la limpieza de aquel enorme lugar.
Esa mañana el primer buenos días fue el refunfuñar de Sara la cocinera .
- ¿¡ Te haz enterado pequeña !? - pregunta Sara evidentemente enojada.
- ¿ De qué me tenía que enterar ? - pregunta Génesis mientras toma su tazón de leche y su pan con mermelada.
- Ahora hay más gente en la casa para atender , familiares del patrón , don Antonio , Italianos -
- Italianos ,¿ Qué son los italianos ? - pregunta Génesis desde su más profunda e ingenua ignorancia.
- ¡ Niña , los Italianos vienen de otro continente muy lejos de aquí y hablan otro idioma ! - contesta Sara
- No entiendo Sara .. ¿ qué es otro continente ? - sigue preguntando Génesis.
- ¡ Oh por Dios niña ésta gente debió dejar que siguieras estudiando ! ... Tu ignorancia es abrumadora - contesta ofuscada Sara.
Génesis decide no preguntar más sin duda que con cada respuesta le surgirían nuevas preguntas , y Sara se notaba muy molesta este día , mejor averiguaba que sucedía a medida que pasara el día .
- Génesis ve a buscar la leche , pídele al ordeñador que la mandé para aquí así preparo el desayuno para toda esa gente - manda Sara a la niña.
Cuando llega a la puerta del establo donde ordeñan las vacas , hacia un costado de la entrada la niña ve con espanto a Pepellín con su cuello cortado y sin vida .
La niña da un grito de espanto y se arroja sobre su fiel amigo llorando debido a el dolor que esto le originaba a su alma .
El ordeñador se acerca a la niña y pregunta con sorpresa - ¡¿ Qué sucede criatura porqué lloras ?! -
- Pepellín ... ¡ mirarlo está muerto ! - contesta Génesis ahogada en llanto.
- ¡ Oh sí ese condenado gato ! ... anoche entro al corral de las gallinas y mató a tres , unos de los peones lo agarró y le cortó el cuello - la pequeña mira indignada el rostro de aquel sujeto y se va corriendo y sin la leche que se le había enviado a buscar .
Pasado un corto período de tiempo llega Sara hasta el establo del ordeñador, preguntando por la niña y la leche que tenía que llevar.
- ¡ No lo sé Sara , la pequeña vio al gato muerto que ahí está y salió como alma que se la lleva el diablo ! -
- ¡ Oh Pepellín ! ... ¿ qué sucedió? - pregunta Sara .
- Mató tres gallinas anoche y uno de los peones mató al gato ... -
Sara lleva la leche y prepara el desayuno , intenta cubrir la ausencia de Génesis ante los ojos de su rígida tía.
Luego sale a buscarla , pide a dos peones que monten a caballo y le ayuden a buscarla por el campo en medio de los plantíos. Génesis había desaparecido. La vida no podía ser tan cruel , le quitaba todo aquello que ella amaba para dejarla con las manos vacías.
A sus cortos once años ya estaba perdiendo demasiado , y cosechando amargura y malos recuerdos.
Pronto su ausencia se hace perceptible para doña Julita , pregunta a los peones si han visto a Sara y a Génesis , ninguna de las dos están en sus puestos de trabajo.
El ordeñador comenta lo sucedido a Doña Julieta , y esta arde en furia.
- ¡ Por un estúpido gato han dejado de efectuar sus tareas !... ¡ cuando encuentren a esa niña ya verá lo que es bueno ! -
Furiosa , aquella desalmada mujer se va prácticamente bufando como una fiera hacia el caserón.
Pobre Génesis , un motivo más para llorar , y eso sin contar con lo que le espera de parte de su tía despiadada.
Gracias por leer .
