08.-

2.3K 283 131
                                    

POV Omnisciente

Finalmente Jaime si invitó a Evelyn y Nicolás también invitó a Iván, quien por cierto estaba bastante emocionado de que el moreno lo haya invitado a salir, aunque sea un carrete con estudiantes.

Iván fue el que llevó finalmente a Nicolás en su auto. En verdad este último estaba odiando cada segundo más a Iván, cómo alguien podía ser tan irritable y sin dignidad? No entendía eso.

-Y por qué Edgar te invitó a su carrete?.-Preguntó Iván curioso, mirando unos segundos al moreno para luego seguir conduciendo a la dirección que le dijo Nicolás.

-Porque le caigo bien, supongo.-Respondió Nicolás con una pausa.-En verdad me invitó Manuel, pero como al Edgar le gusta él, supongo que lo acepta.

-Y a mí por qué nunca me invitaron?.-Preguntó el profesor Iván, siendo demasiado copuchento.

-No lo sé, pregúntales a ellos.-Respondió el moreno con una leve sonrisa. En verdad si sabía, Iván les caía como el pico a todo el curso menos a las maracas. Manuel y Naiko lo encontraban lindo no más pero la personalidad arruinaba todo o al menos la mayoría.

-Y cómo te cae Jaime? Ese weón siempre ha hecho problemas en este colegio.-Dijo Iván con una pausa.-No sé como algunos lo soportan.

-No hables así de él.-Dijo el pequeño moreno casi en un gruñido.-A mí me agrada.

Bueno era más que eso. Le gustaba Jaime aunque estuviera mal. Pero si estar bien era tener a Jaime alejado de él, ignorándolo y que él este saliendo con Evelyn entonces quería estar mal, por siempre si es posible.

-Es que siempre ha sido un problema en persona...

-En serio, cállate.-Dijo el profesor Gaulle apretando sus puños, no queriendo oírlo.

-Pero si es la verdad, no puede existir weón más estúpido que ese...

-Ya sabes qué? Para el auto, no pienso ir contigo a ninguna parte más.-Dijo Nicolás para que segundos después el auto se estacionara y él saliera del auto.-Olvídate de la cita, aweonao.

-Pero Nico...

-Ándate a la chucha weón.-Dijo el recién nombrado comenzando a caminar hacia la casa de Edgar. Se dio cuenta que quedaba mucho para eso y ya comenzaba a anochecer, pero aún así no volvería a entrar a ese auto.

Escuchó como el auto giraba y se iba para otra parte, tranquilizándolo un poco. Estaba seguro que si veía a Iván y este lo seguía molestando, iba a sacarle la chucha ahí mismo.

Siguió caminando y todavía faltaba bastante. Supo desde ese momento que iba a llegar más cansado que la chucha a la casa de Edgar. Unos minutos después ya estaba algo cerca, pero no lo suficiente para decir que había llegado cuando sintió y escuchó un auto estacionarse al lado suyo.

-Necesitas que te lleve?.-Preguntó Jaime quien ya estaba afuera del auto, mirándolo.

-No es problema, puedo caminar.-Respondió Nicolás con una leve sonrisa para luego seguir caminando. Sintió unos pasos detrás de él y luego a alguien deteniéndolo.

-Preferiría que te fueras conmigo. Todavía queda mucho para la casa del Edgar y ya es de noche, podría pasarte algo.-Dijo el enojón siendo bastante sincero con él, mirándolo directamente a los ojos.

Nicolás asintió luego de unos segundos para que los dos se dirigieran al auto. Jaime le abrió la puerta del copiloto al moreno, haciendo que este le agradeciera. El enojón cerró la puerta del auto para luego subirse a su asiento y cerrar la puerta. Volvió a encender el auto y comenzó a conducir.

Estuvieron unos pocos segundos sin decir nada hasta que Jaime decidió hablar.

-No ibas a ir con Iván a la casa del Edgar?.-Preguntó el estudiante especial de Nicolás, mirándolo de reojo.

-Sí pero ocurrieron algunas cosas y él no irá o al menos más le vale.-Respondió el profesor especial de Jaime, casi gruñendo en la última parte haciendo que el enojón enarcara una ceja, queriendo saber que pasó.

-Qué hizo?.-Preguntó Jaime con una leve sonrisa al saber que Nicolás ya no iría a ninguna cita con ese weón.

-Comenzó a hablar puras weas que me molestaron.-Contestó Nicolás no dando tantos detalles, pero aún así Jaime preguntó otra vez.

-Qué dijo?.-Preguntó el enojón con el ceño fruncido, mirando unos segundos a su profesor.

-Habló mal de alguien que me importa mucho.-Respondió el moreno mirando fijamente a Jaime.-Solo no lo podía seguir escuchando y hice que parara el auto para que yo me fuera caminando.

-Ese alguien debe ser muy especial entonces.-Dijo el estudiante del moreno, no entendiendo las indirectas para nada. De hecho, estaba celoso.

-Lo es.-Dijo el pequeño moreno con una leve sonrisa. Quería reírse en realidad ya que había notado que Jaime no había captado las indirectas que le mandaba.-Y tú no ibas a ir con Evelyn?

-Ella va a llegar sola allá.-Respondió Jaime mirándolo. Notó como la ligera sonrisa que tenía Nicolás había desaparecido al oír su respuesta. El moreno de verdad creía que Jaime se había arrepentido de ir con ella o algo así.

-Te gusta ella?.-Se atrevió a preguntar el profesor moreno sin mirarlo.

-No lo sé, por qué?.-Preguntó el enojón mirándolo otros segundos para fijar su vista en el camino. Mintió claramente, no le gustaba Evelyn, para nada, solo le gustaba Nicolás. De hecho, le gustaba el moreno demasiado.

-Solo pregunto.-Contestó el profesor Gaulle casi con un hilo de voz mirando por la ventana el camino.

-Estás bien?.-Preguntó el estudiante de Nicolás preocupado por este al verlo y escucharlo así.

-Sí, estoy bien Jaime.-Respondió Nicolás mirándolo con una leve sonrisa fingida.

-Falta poco para llegar.-Dijo el recién nombrado, aún no muy seguro de la respuesta que le había dicho su profesor.

-Ya compraron alcohol o tenemos que pasar a comprar?.-Preguntó el moreno mirándolo un par de segundos más.

-El Oscar siempre se encarga de eso, no te preocupes.-Contestó Jaime mirándolo para luego estacionarse al frente de una casa un poco grande en realidad. El enojón miró a Nicolás como si le estuviera advirtiendo que no salga del auto así que el moreno solo asintió.

Segundos después Nicolás vio como su puerta se abría y ahí estaba Jaime mirándolo y extendiendo su mano hacia él para que la tomara. El moreno lo miró unos segundos para luego tomar su mano y salir de auto. Jaime cerró la puerta y colocó la alarma para luego guardar sus llaves y dirigirse hacia la casa. Cuando estuvieron al frente de esta, Jaime tocó la puerta y de inmediato abrieron.

-Menos mal que llegaron.-Dijo Edgar sorprendido de verlos juntos y aún más cuando los vio tomados de las manos.

Jaime y Nicolás ni siquiera se habían dado cuenta que seguían tomados de las manos.

I Want YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora