18.-

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POV Omnisciente

-Quieres que te traiga algo?.-Preguntó Gustavo preocupado por el moreno, quien tenía los ojos rojos y ahora estaba acostado en su cama.

-Solo quiero estar solo, pero gracias Gus, nos vemos otro día.-Respondió Nicolás, sintiéndose bastante cansado.

-Otro día? No irás mañana?.-Preguntó Gus mirándolo.

-No lo creo.-Contestó el moreno con una ligera pausa.-No te preocupes, estaré bien.

-Estás seguro?.-Preguntó Gustavo observándolo.

-Claro que sí, ya saldré de esta, como siempre.-Respondió el pequeño moreno con un ligera sonrisa para luego sentir como su amigo le daba un beso en la mejilla para luego irse de su departamento.

Por fin el moreno pudo llorar en silencio. Sabía que esto era lo mejor pero por qué siempre lo que esta bien le dolía tanto hacerlo? Acaso la vida siempre era así?

Cuando se iba a quedar dormido, sintió como alguien tocaba la puerta. Pensó de inmediato que era Gustavo que se le había olvidado algo o que simplemente se arrepintió de haberlo dejado solo. Se levantó de su casa y con esfuerzo fue a abrir la puerta en boxers y en polera manga corta. Apenas la abrió, habló sin ni siquiera ver quien era.

-Gus, estoy bien, ya pasará...

Se calló de inmediato cuando vio a Jaime detrás de la puerta mirándolo fijamente, pero se le notaba algo arrepentido.

-Jaime qué haces aquí? No deberías estar en el liceo?.-Preguntó Nicolás confundido.

El recién nombrado tomó la cara de Nicolás con sus dos manos cuidadosamente para luego unir sus labios en un beso algo lento pero igualmente lleno de sentimientos. El moreno no sabía porqué el enojón estaba haciendo esto, pero hace mucho que no se sentía tan bien y tal vez tan vivo.

Estuvieron así varios minutos hasta que Jaime se separó para luego acariciarlo.

-Por qué no me dijiste lo que pasó con el director, Nico?.-Preguntó Jaime, queriendo golpearse por lo estúpido que había sido.

-Porque sabía como ibas a reaccionar y que no te importaría, Jaime, pero a mí si me importa tu futuro y que estés cómodo.-Respondió el moreno siendo sincero, no sabiendo quien le había contado a su alumno.

-Lo siento mucho Nico, yo en verdad no tenía ni idea de que se trataba de algo así.-Dijo el enojón muy arrepentido, viendo como su profesor cerraba la puerta de su departamento.

-Esta bien Jaime.-Dijo el recién nombrado con una ligera sonrisa, mirándolo.-Pero tú sabes que yo no puedo olvidar lo de Evelyn, cierto? Sigues con ella y claro, la acabas de engañar conmigo.

-Lo de Evelyn fue para olvidarte Nico, o al menos intentarlo.-Dijo el estudiante Navarro aún más arrepentido que antes.-Ella nunca ha sido mejor que tú, Nicolás.

-Te veías muy seguro ese día, Jaime.-Dijo el pequeño moreno, no pudiendo evitar bajar la mirada.

-Nico lo lamento...

-Lo sé Jaime, lo sé, pero de verdad que no quiero hablar de eso.-Dijo el profesor Gaulle con una pausa.-Estoy muy cansado y realmente solo quiero dormir y no despertar hasta mañana.

Jaime lo observó unos segundos para luego asentir.

-Vendré a verte mañana entonces.-Dijo Jaime con una leve sonrisa en sus labios, girándose para luego irse pero cuando volvió a escuchar la voz de Nicolás, se detuvo.

-Puedes quedarte si es lo que quieres.-Dijo el profesor moreno tomándose un tiempo para luego seguir hablando.-Puedes dormir conmigo, te ves algo cansado como yo en realidad.

-Hablas en serio?.-Preguntó el enojón con una ceja enarcada, dándose la vuelta otra vez para mirarlo.

-Sí, claro que si es lo que quieres, o si no te puedes ir.-Respondió Nicolás, sintiendo todo el cansancio en su cuerpo y ojos.

-Claro que es eso lo que quiero.-Dijo el estudiante Navarro viendo como su profesor se sonrojaba un poco no más y hacía que pasaba.

-Bien, sígueme.-Dijo el moreno intentando que no se notara su sonrojo y dirigiéndose a su habitación.

A los segundos después los dos ya estaban en la habitación del moreno. Jaime observaba todo y vio que la cama estaba un poco desordenada.

-Cuando yo vine no estabas durmiendo, cierto?.-Preguntó el estudiante de Nicolás, llamando la atención de este de inmediato.

-No, recién me había acostado realmente.-Respondió el pequeño moreno, haciendo que su alumno solo se relajara un poco.-Quieres que te preste alguna polera o boxer?

-Estoy bien en realidad, duermo sin polera y con mis boxers estoy bien.-Contestó Jaime con una ligera sonrisa para luego sacarse la parte de arriba del uniforme, haciendo que el moreno lo mirara fijamente para luego volver a sonrojarse y acostarse de inmediato.

Jaime lo observó solo unos segundos para luego quitarse la mayoría de la parte de abajo, solo quedándose en boxers. Destapó la otra parte de la cama para luego acostarse al lado de su moreno. En algún momento pasó a tocar a este último, dándose cuenta que este tenía bastante frío. Se acomodó cerca de él y lo abrazó por atrás, haciendo que este se sobresaltara un poco pero que se relajara a los segundos después.

-Mejor?.-Preguntó Jaime cerca del oído de Nicolás, haciendo que este sintiera esa conexión por todo su cuerpo.

Nicolás gimió, dándole a entender que si era así y que tenía mucho sueño como para hablar ahora.

-Duerme bien Nico.-Murmuró el enojón con una ligera sonrisa. Sabía que Nicolás a los segundos después ya se había dormido, así que intentó lo mismo y lo logró.

Horas después, todo el grupo de amigos salió del liceo.

-Cómo crees que hayan ido las cosas entre Jaime y Nicolás?.-Preguntó Manuel tomando la mano de Edgar como lo solía hacer siempre. No eran pareja, de hecho ni siquiera habían dicho que se gustaban y cosas así, pero era obvio, solo que no habían hablado del tema.

El ruloso miró unos segundos las manos unidas y entrelazó los dedos al igual que lo había hecho su Manuel.

-No lo sé, sabes que Jaime es algo impulsivo y todavía no sé si creyó en lo que Oscar le dijo o no, ojala que sí y que no haya ido a molestar a Nicolás solo porque no le creyó a Bestia.-Contestó Edgar caminando a la casa de Manuel que quedaba un poco lejos del colegio, pero no le importaba, le gustaba tener más tiempo a solas con Yelo.

-Yo de verdad los shippeo.-Dijo Manu con un ligero puchero mirándolo fijamente.

-Y yo nos shippeo.-Dijo el ruloso mirándolo fijamente, haciendo que Manuel se detenga y lo mirara directamente a los ojos con un sonrojo.

-Hablas en serio?.-Preguntó Yelo casi tartamudeando, viendo como Edgar tomaba sus manos y lo observaba.

-Claro que sí Manuel, me gustas.-Respondió Eddie con una ligera sonrisa.

El recién nombrado al darse cuenta que Edgar no iba a hacer nada, colocó sus brazos al rededor del cuello de este y lo besó finalmente. Edgar de inmediato le correspondió el gesto, disfrutándolo bastante.

Y tengo que decirles que con la diferencia de altura, Manuel se tuvo que parar de puntas para besar a Edgar.

I Want YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora