#21

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El cielo se había despejado. Ya era de tarde y un calor leve estaba llenando cada salón. No era agradable pero no era nada que no pudiesen soportar.
Al cabo de unos minutos, la puerta de la bodega se abrió. Bonnie alzó la mirada y sonrió al vez que su amigo ya estaba ahí, pero esa sonrisa se borró enseguida cuando vió el estado en el que se encontraba.

—¿Qué tal te fue?—Bonnie observó los pasos lentos y pesados de Eak. Tenía la mirada baja, y perdida.
Al estar más cerca suyo, se dejó caer en una de las sillas contiguas mientras soltaba un fuerte suspiro. De esos que reflejan muy bien lo mal que estás.

—Muy, muy, muy mal.
—Oh...¿qué le dijiste? ¿qué te pasó en la cara?
—Exacto, no le dije absolutamente nada. Y él, ese wey, él fue lo que me pasó en la cara.—al ver la expresión de el pequeño pelimorado, Eak rodó los ojos y bufó—cuando iba en camino...iba muy rápido y no vi que él estaba allí. Chocamos y me di de bruces en la nariz contra su cara. Nos llevaron a la enfermería.
—Pero...¿no le dijiste?
—No pude, me dio miedo. El estaba ahí, sin siquiera tomarle mucha importancia. Creí que todo saldría mal...así que le dije un par de mentiras. Creo que soy un idiota.

Bonnie negó con la cabeza. Eak tan solo miraba al piso todavía, en donde se reflejaban las rojizas luces a través de la ventaba  cubierta con una delgada persiana gria. El labio le temblaba de resistir con tantas ganas los impulsos de llorar. Y es que se sentía un inútil. Se sentía impotente.

—Así nunca llegarán a nada...
—Es que...tu, ¡tu no sabes lo que siento!—gritó. De un momento a otro, se sintió terrible. Le estaba gritando a Bonnie a pesar de que el no tenía la culpa. Pero si no lo hacía, las cosas irían peor— Tengo miedo, mucho miedo. De todo lo que puede pasar.
»No es fácil. ¡Llevamos siendo amigos prácticamente toda la vida! Y destruir esa amistad... Tirar tantos años a la basura...
»Es el la única persona, la única de entre todas las que e conocido, que me a tendido la mano sin vacilar...que siempre a estado a mi lado. Es por eso que tengo miedo, a que me mire raro y no quiera estar conmigo ya...a que se vaya...mierda...—dijo, maldiciendo en su interior a las lágrimas que tanto odiaba, que estaban comenzando a desbordar de sus ojos.—...él es lo único que tengo. Es mi vida, mi todo. Tengo miedo a quedarme solo, por estos estúpidos sentimientos.
»creo que sería mejor callarme...y no volverlo a mencionar. Solamente soy un idiota, un grandísimo idiota. Y el...el es lo mejor que me podría haber pasado...a alguien como yo.
»Bonnie, creo...creo que lo...lo amo.

Antes de poder terminar adecuadamente, la voz se le quebró por completo. No pudo continuar, porque de súbito las lágrimas le nublaron la vista y el salón vacío se llenó de fuertes y entrecortados sollozos. Bonnie se limitaba a observar la escena, sintiéndose mal por Eak. Miró a la puerta, como si esperase algo.

Él siguió llorando. Porque lo necesitaba, porque no se sentiría en paz hasta descargar todo. Y todavía faltaba mucho más.

—No puede ser...

Del otro lado de la puerta de la bodega estaba Towntrap.
Había escuchado. Lo había escuchado todo. Hasta la última palabra. Todo gracias a que Bonnie le había pedido antes que fuese a la bodega, pero no se esperaba aquello.
Y ahora estaba llorando más fuerte que el mismo Eak, pero mordiéndose los labios al punto de sangrar para no emitir ningún sonido.

"Yo soy el idiota" pensó. "No llores, por favor...no me gusta verte llorar. Tú nunca lo haces"

Recordó cuando era pequeño y se lastimaba las rodillas al caer. Recordó que no lloraba porque Eak le decía que las personas fuertes no lo hacían. Y el admiraba tanto a Eak que creyó que era verdad. Y por ello casi nunca derramaba una sola lágrima. Para demostrarle que era fuerte.

Together [ Eaktrap ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora