NdA: ¡Saludos! Bueno, me alegra deciros que esto ya no es un proyecto, que me he puesto a escribir en serio (hasta he modificado un poquito la portada). Quiero dedicarle el capítulo a @Lucy_BF porque leer sus fanfics de TWD me animó a escribir el mío. Un beso a todos y espero que lo disfrutéis. Julia y Daryl aquí abajo.
No sabía cuánto tiempo llevaba corriendo, ni siquiera sabía en qué día estaba, sólo le importaba huir de allí tan rápido como pudiese.
La mochila, llegados a aquel punto medio vacía, le golpeaba la espalda por culpa de su acelerada carrera, sentía la garganta como papel de lija y el rostro a punto de explotar. Su corazón parecía querer romperle las costillas desde dentro y sus pulmones se asemejaban a dos motores sin fuelle, pero no podía dejar de correr.
Sabía que había perdido al bicho de vista, que era imposible que la hubiese seguido, pero aun así no podía parar. No tuvo que hacerlo, pues sus piernas lo hicieron por ella. Su pie derecho se encontró con el izquierdo, haciéndola caer de bruces, y ella no intentó evitarlo. Giró de forma que cayó sobre su brazo derecho y se quedó allí, en medio del asfalto.
Dejó correr los minutos hasta que su respiración se ralentizó. Todavía agarraba con fuerza su fiel palo de escoba, que no la había abandonado desde que todo aquello comenzó, por lo que lo utilizó como apoyo para ponerse en pie.
Había ido a parar a una pequeña urbanización de casas blancas y achaparradas, de aquellas que tenían jardín trasero y delantero. Supuso que en alguna encontraría algo bueno, por lo que se aventuró hacia la primera de ellas, recolocándose la mochila sobre los hombros.
Se detuvo en el porche delantero, cautelosa, y golpeó el suelo tres veces con el palo de escoba. No escuchó nada, de modo que abrió la puerta y se coló en el interior de la vivienda. El interior parecía sacado de una cápsula del tiempo. Salvo por el polvo, el lugar estaba impecable: los muebles en su sitio, las contraventanas cerradas y ni un sólo cuadro torcido. Pasó una mano por la repisa de uno de los muebles que decoraban el recibidor, llevándose en las yemas de los dedos el poco polvo que había osado posarse en él.
Sacudió la cabeza y se limpió la mano en los desgastados leggins: no podía perder el tiempo. Dio tres golpes más al suelo y, tras no obtener respuesta, subió despacio las escaleras. Todas las puertas del piso de arriba estaban cerradas, lo cual le provocó una enorme sensación de alivio; podría inspeccionarlas una por una sin encontrarse sorpresas. Las dos primeras estaban limpias de bichos y algo le decía que su suerte no podía ser tan buena.
Se aproximó a la tercera puerta y llamó suavemente con los nudillos: unos gruñidos al otro lado de la gruesa madera confirmaron su presentimiento. Llevó la mano libre al pomo de la puerta, alzó su arma a la altura donde era más probable que estuviese la cabeza y abrió de golpe. El bicho se abalanzó sobre ella, pero Julia ya tenía el palo bien asido con las dos manos. Con un gruñido por parte de ambos, el bicho cayó directamente sobre el cuchillo: el filo atravesó su cráneo y salpicó a Julia de sangre y sesos. Contuvo una mueca de asco y apretó los dientes con fuerza cuando se vio obligada a poner un pie sobre el pecho del bicho para poder sacar el cuchillo de su cabeza.
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The Walking Dead: Protocolo A.Z [EDITANDO]
FanfictionJulia Watson lleva años preparándose para el apocalipsis. Siempre fue como un juego para ella y sus mejores amigos pero, cuando este finalmente llega, descubrirá que nada podría haberla preparado para lo que le espera: la supervivencia ya no es un j...